Análisis Rayman Legends (PS4)
Como viene siendo habitual en el inicio de esta nueva generación de consolas en el que nos encontramos, otro título aparecido a finales de la anterior etapa tecnológica ha decidido dar el salto generacional de rigor para ofrecer una propuesta de calidad contrastada ahora bajo el poder y el potencial de las nuevas máquinas. Rayman Legends, que gozó del beneplácito de la crítica a nivel nacional e internacional, hace acto de presencia para volver a inundar de nuevo con grandes dosis de color y diversión la pantalla de nuestro televisor.
Este análisis está destinado a informar de las novedades de la versión para PS4. Para un análisis que ahonde más en el resto de aspectos del juego podéis hacer click en el siguiente link.
Una vez más, nuestro carismático héroe acompañado de Globox, Bárbara y el resto de compañeros tendrán la difícil y -por qué no decirlo- divertida misión de salvar el Claro de los Sueños de la gran amenaza que sobre él se cierne. Las pesadillas han ido amasando una cantidad de poder terrible durante los largos años de letargo en el que han estado sumidos nuestros amigos, habiendo aprovechado todo este tiempo para encarcelar cruelmente a unos diminutos que piden a gritos nuestra ayuda.
Y justo ese será nuestro objetivo principal, aunque no el único. Hasta 700 diminutos se esconden entre todos los niveles de Rayman Legends dispuestos a ser rescatados por nosotros, debiendo de superar para ello cada una de las pruebas que se nos ofrezcan y que no sólo variarán con respecto al escenario, no, sino que dispondremos de diversas mecánicas en cada momento que nos impedirán caer en una monotonía que no tiene hueco disponible en el juego de Ubisoft.
Tanto es así, que realizando un análisis de un juego ya probado con anterioridad, desde redacción hemos vuelto a disfrutar de cada uno de sus aspectos más característicos, como lo pueden ser las adictivas fases musicales al ritmo de la mítica ‘Eye of the Tiger’ o la trepidante ‘Black Betty’ de Ram Jam, así como los niveles de invasión en el que correr contra el reloj y rebajar el tiempo intentándolo una y otra vez puede dejarnos pegados al televisor durante horas y horas hasta que logremos estar satisfechos con la marca obtenida.
Rayman Legends es eso y mucho más. La presencia de los 40 mejores niveles de Rayman Origins, el pequeño juego de Kung Foot o los tremendamente emocionantes y adictivos retos online proporcionan diversión a raudales y que además, y visto lo visto, no tiene una caducidad nada prematura en el tiempo, pues volver al Claro de los Sueños una y otra vez será algo recurrente si llegamos a tener el juego en nuestras manos.
Todo lo relatado se traslada en esta ocasión a la nueva consola de Sony. PlayStation 4 recibe Rayman Legends con un conjunto de novedades que realmente no aportan una revolución significativa que la diferencie en exceso de su versión de PlayStation 3 (sí de la de PlayStation Vita, tal vez la que transmite la mejor experiencia de juego), pero hay ciertos añadidos que pulen algo más el resultado final, más allá de ofrecer funcionalidades curiosas en ciertos aspectos de juego.
La duda más importante acerca de la versión para PS4 era ver qué tratamiento iba a recibir la funcionalidad de Murfy. El pequeño ser que en la versión de PlayStation Vita y Wii U nos ayudará pudiendo interaccionar con él mediante las funciones táctiles de las dos consolas, en PlayStation 3 aparecía para prestarnos su poder simplemente con apretar el botón círculo. En PlayStation 4 ocurre del mismo modo, no habiendo usado para ello el pad táctil disponible en el DualShock 4.
La decisión se entiende en tanto en cuanto el pad táctil no podría llegar a alcanzar la precisión de tener una pantalla totalmente pulsable en la que enviar a la pequeña criatura a ayudarnos en cada uno de los niveles. Sin embargo, y al hacer uso de las mismas herramientas que PS3, el cambio en el aspecto jugable no se produce, teniendo para ello las mismas acciones de salto, carrera y de solicitud de ayuda de Murfy que en PS3.
Como viene siendo habitual también en PS4, podremos hacer uso de la función Remote Play. Si disponemos una PS Vita podremos controlar el juego enlazándola con la nueva consola de sobremesa de Sony, aunque en este caso continuaremos teniendo el mismo funcionamiento que si estuviéramos en PS4, no sustituyéndose los controles de Murfy por el uso de la pantalla táctil como sí ocurre en la versión específica para la portátil.
[break=Página 2]Volviendo al uso del pad táctil éste, sin embargo, se reserva para actividades algo menores, como es el caso de los billetes de la suerte, uno de los premios recurrentes cuando consigamos superar una determinada cantidad de lums recolectados en los niveles de juego; o el modo Cámara, en el que pulsando el pad táctil detendremos el juego y podremos hacer zoom sobre la pantalla para realizar de la mejor forma posible la captura del momento deseado y compartirla luego gracias a las funciones sociales de la nueva consola de Sony.
Por otro lado, la versión para PlayStation 4 contará con diverso contenido extra para engalanar a nuestros personajes de forma original, graciosa y diferente. Es el caso de Assassins Ray, la versión pirata de nuestro héroe; Funky Ray, el iluso personaje desbloqueable gracias a los puntos UPlay; y Champions Ray, para todos aquellos jugadores que sean capaces de lograr las mejores marcas en los retos online.
Además de estas pequeñas adiciones o funcionalidades extra, Rayman Legends se ve beneficiado en algunos aspectos de la potencia que posee PlayStation 4. Uno de los cambios más significativos es la ausencia de pantalla de carga a la hora de entrar en cada nivel, algo que era habitual ver en la versión de PlayStation 3. Ahora, nada más escoger la fase pasaremos directamente a jugar sin pasar previamente por esos segundos muertos entre juego y juego.
Por otro lado, la calidad gráfica se ve beneficiada de una exposición de texturas más definidas y sin la compresión a la que estaban sometidas en otras versiones. De la misma forma, la mayor resolución (1080p con una tasa de imágenes por segundo de 60fps) hace que los escenarios y las animaciones se puedan disfrutar mucho más, pero en ningún momento supone una revolución drástica que deje en evidencia lo visto en la anterior plataforma de sobremesa de Sony.
Y es que Rayman Legends fue, ha sido y es un juego que ha presumido más de calidad en el apartado artístico que de músculo en el aspecto visual. No necesita efectos de luz impresionantes o texturas que destaquen hasta el más nimio detalle. Lo mejor de Rayman Legends en la vertiente gráfica se nutre de la gran exposición de colores y la combinación excelente de elementos de escenario e interaccionables que acaban por conforman un cuadro digno de visionar una y otra vez. Sin olvidar la gran compañía que supone un apartado sonoro que, como no podía ser de otra manera, aparece con la misma calidad en esta revisión para PS4.