ANÁLISIS PRINCE OF PERSIA
INTRODUCCIÓN
En diciembre del 2005, Ubisoft ponía punto y final a la exitosa Trilogía de las Arenas del Tiempo con Prince of Persia: Las Dos Coronas. Tres años después, y con la nueva generación de consolas ya afianzada, Ubisoft Montreal nos vuelve a trasladar al desierto de la antigua Persia con un título totalmente renovado pero con pinceladas del juego original creado por Jordan Mechner a finales de la década de los 80.
Aunque básicamente el nuevo Prince of Persia sigue siendo un juego plataformero con tintes de acción y exploración, el equipo de desarrollo ha querido desmarcarse de los anteriores títulos de la saga introduciendo un nuevo estilo gráfico y añadiendo abundantes novedades en su apartado jugable.
Como si de un bello cuento se tratase, en esta aventura, somos participes de la historia de un joven buscavidas, que por motivos del destino debe ayudar a la princesa de los Ahura, Elika, a devolver la luz y la fertilidad a los territorios del reino que ha corrompido el dios de la oscuridad Ahriman.
[break=Gráficos]
GRÁFICOS
Ubisoft Montreal ha querido dar un nuevo rumbo artístico a la saga y para ello, ha optado por el “Illustrative Art Style”. Dicho estilo gráfico, de gran semejanza con el archiconocido Cel-Shading, nos proporciona la sensación de estar dentro de una ilustración donde los personajes son de dibujos animados.
El hecho de utilizar el mismo motor gráfico que Assassin’s Creed queda patente con la grandeza y espectacularidad de los paisajes. Pero en esta ocasión, las animaciones de los personajes son más fluidas y reales, llegando a parecerse a las que vemos en las películas de animación. En contadas ocasiones, y al igual que pasaba en el juego de Altair, podemos observar alguna que otra caída de framerate, aunque estas no llegan a interferir en la acción.
Tanto los protagonistas como los enemigos, cuentan con numerosos detalles en sus modelados, y además, muestran sus expresiones con bastante naturalidad, incluso tratándose de un estilo gráfico que no invita a ello. A destacar el diseño de los esbirros de Ahriman que reflejan de forma espectacular su estado de corrupción.
Los escenarios, que son mucho más grandes y variados que en entregas anteriores, presentan dos versiones totalmente diferentes. Por una parte tenemos las zonas corruptas que están ensuciadas por una oscura sustancia gelatinosa que tiene vida propia, y por otra parte, tenemos los escenarios revitalizados por la magia de Elika. Estos parajes sanados, se diferencian de los corruptos por su color y luminosidad, y además, en ellos encontramos abundante vegetación y vida.
En la aventura visitamos varios lugares (torres, palacios, templos, valles, minaretes, ciudades, etc) y todos ellos están bien diferenciados entre si. En todos estos parajes nos encontramos con texturas muy variadas pero sin llegar a tener muchos detalles.
Cuando usamos los poderes de Ormazd disfrutamos de los diferentes efectos de luz que desprenden estas plataformas, cuyos destellos y color varian según el poder utilizado.
La cámara, que es manejable 360º, funciona correctamente y es de gran ayuda para superar todas las plataformas. Durante los combates, cuando realizamos combos, la cámara automáticamente escoge la perspectiva más espectacular. En determinadas ocasiones, especialmente cuando somos golpeados por los jefes finales de cada zona o ejecutamos los combos, el tiempo se ralentiza (tiempo bala).
Aunque el apartado gráfico es sobresaliente, en alguna ocasión, podemos ver algún bug, sobretodo en la zona de los molinos, o la presencia de dientes de sierra en las sombras.
[break=Sonido]
SONIDO
Como no podía ser de otra forma, los diferentes temas que vamos escuchando a lo largo de la aventura consiguen encajar a la perfección con la temática oriental del juego, especialmente la banda sonora cuya belleza musical nos traslada a la antigua Persia.
Los efectos de sonido cumplen a la perfección su función, y cada acción que realizamos queda plasmada con su sonido correspondiente. Por ejemplo, oiremos el chasquido de nuestro guantelete mientras bajamos por una pared vertical o el ruido de las espadas al chocar.
Para sumergirnos más en la aventura, las voces y textos vienen perfectamente traducidos al castellano, lo cual nos permite poder disfrutar de los múltiples diálogos con los que nos obsequia nuestra pareja de protagonistas.
Si además de lo comentado anteriormente le sumamos la posibilidad de poder jugar con tecnología de sonido envolvente Dolby Pro Logic el resultado final es sobresaliente.
[break=Jugabilidad]
JUGABILIDAD
De ladrón a príncipe, con esta premisa nos adentramos en un misterioso reino al cual tenemos que devolverle la luz que ha perdido después que Ahriman lo haya sembrado de corrupción. Así empieza una aventura que entremezcla géneros como las plataformas, la exploración, la acción y los combates; y lo más sorprendente, es que Ubisoft Montreal ha conseguido que todos ellos convivan con armonía para ofrecer al jugador una gran experiencia jugable.
En esta ocasión, el Príncipe no lucha solo contra la oscuridad, ya que contará con la princesa Elika que le acompaña y ayuda en todo momento en este cuento de las Mil y una noches persas. Nuestro protagonista masculino ejerce en todo momento de “actor principal” ya que el peso de la acción recae sobre él.
Nunca antes, en un juego de la saga, habíamos visto un Príncipe tan acrobático capaz de realizar una gran cantidad de movimientos. Puede correr por las paredes y tejados, saltar, tirarse y descolgarse por una pared con la ayuda del guantelete. Además de estas acciones básicas, también se incluyen una serie de acrobacias como avanzar por bordes y grietas, balancearse por los mástiles, deslizarse por superficies como si de un tobogán se tratase o trepar por las lianas. También en momentos determinados del juego aparecen interruptores y anillas que el Príncipe puede usar para trepar, balancearse o activar mecanismos.
Aunque solo lleguemos a controlar al Príncipe, es necesario colaborar con Elika, ya que interactuamos con ella durante todo el juego. Nos acompaña allí donde vamos sin interferir en el ritmo de la aventura, nos ayuda a realizar acrobacias, a orientarnos y a pelear. La princesa es una maga y prueba de ello son los diferentes poderes que posee. Si no sabemos que camino debemos escoger, pulsando triángulo utilizamos el poder de la brújula de Elika que nos guiará con un destello de luz. Si saltamos y vemos que la pantalla empieza a oscurecerse, es el momento en el que debemos pulsar triangulo para que la magia de Elika nos ayude a llegar a nuestro destino alargando el salto inicial.
Cuando conseguimos vencer al jefe de una zona concreta, la princesa puede devolver la fertilidad a un terreno afectado por la corrupción de Ahriman, con el poder que tiene de concentrar la energía de la tierra.
La magia de Elika también sirve para teletransportarnos a cualquier terreno fértil sanado o al Templo. Con select abrimos el mapa y seleccionamos nuestro destino. Si por el contrario estamos en un terreno cubierto por la corrupción, no tenemos más remedio que salir de allí por nuestro propio pié.
En este título, se han suprimido las famosas arenas del tiempo de anteriores juegos, que nos permitían viajar hacia atrás en el tiempo en caso de morir. Aunque ahora contamos con el poder más discutido de todos, que no es otro que la mano salvadora de Elika. La princesa de forma automática nos rescata de una muerte segura y nos devuelve a la última plataforma impidiendo que muramos.
Cada vez que logramos sanar un terreno, aparecen las semillas de luz, concretamente 45 por área, que nos sirven para conseguir los poderes de Ormazd. Con estos cuatro poderes, desbloqueables en el Templo, Elika podrá utilizar las plataformas de poder para viajar a nuevas zonas, que anteriormente estaban bloqueadas.
Los cuatro poderes de Ormazd que obtenemos durante el transcurso de la aventura son: el paso de Ormazd, que nos permite dar grandes saltos mientras rebotamos de una plataforma a otra; el aliento de Ormazd, con el que podemos hacer carreras por las paredes; las alas de Ormazd que nos dejan volar de una plataforma a otra; y por último la mano de Ormazd con la que podemos balancearnos sobre obstáculos y entre plataformas. Cada uno de ellos, tiene sus propios efectos de luz y están claramente diferenciados por colores.
Para usar estos poderes, sólo hay que apretar triángulo en los diferentes sellos. Cuando nos desplacemos de un sello a otro, deberemos estar muy atentos y ser muy habilidosos para no fallar, ya que en caso de error, no tendremos más remedio que volver a empezar el recorrido.
A lo largo de nuestro trayecto, disputamos varios combates, y aunque su número no es muy elevado, son de lo más espectaculares. Siguiendo la filosofía del creador de la saga, Jordan Mechner, los combates se han convertido en duelos que pretenden hacernos creer que estamos jugando a un juego de lucha.
Nuestro protagonista no evoluciona ni sus habilidades ni sus armas, pero en cambio, dispone de una gran variedad de combos que podemos ejecutar de forma individual o con la ayuda de Elika. Para realizar combos, incluso de más de 10 golpes, no es necesario empezar a machacar los botones, lo más importante es sincronizar cada uno de los botones que pulsamos.
Los controles cuando luchamos cambian completamente, aquellos que normalmente usamos para superar las diversas plataformas ahora se convierten en botones de ataque. Tenemos hasta cuatro tipos de ataques diferentes, con el cuadrado utilizamos la espada, con el círculo agarramos con el guantelete, con la equis damos un brinco por encima del enemigo y con el triángulo, Elika realiza ataques mágicos. Defensivamente, podemos bloquear, repeler, esquivar o contraatacar los ataques enemigos.
Al igual que los controles, la cámara también varia, cuando nos enfrontamos a los esclavos de Ahriman pasa a ser automática para ofrecernos el mejor ángulo. En determinadas ocasiones, y especialmente al realizar combos o al ser atacados por un jefe, vemos como se ralentiza el tiempo (efecto de tiempo bala).
Los enemigos nos atacan con armas o sin ellas, es decir, también pueden empujarnos, aturdirnos, agarrarnos o lanzarnos ataques de corrupción. Los corruptos pueden entrar en cuatro estados mientras pelean (furia, guardia, corrupción y debilidad) y dependiendo de cual estén, nos vemos obligados a emplear un tipo diferente de ataque y estrategia para vencerles. Exceptuando los combates finales de las cuatro zonas del reino, los enemigos no morirán, sino que prefieren huir para volver posteriormente con más fuerza y poderes mágicos. Para vencerlos necesitaremos ser pacientes y propinarles varios golpes, cosa que no ocurre con nosotros, ya que con un par o tres de golpes que recibimos, necesitamos ser reanimados. Si esto ocurre, el enemigo recupera parte de la vida perdida durante el enfrentamiento.
Si llegamos a superar un tramo del escenario de forma perfecta, tendremos la posibilidad de eliminar a los enemigos secundarios de un solo golpe de espada.
En el caso de que el Príncipe o un lacayo de Ahriman queden arrinconados contra una pared, iniciaremos un minijuego de forcejeo que se decidirá a nuestro favor si somos lo suficientemente rápidos pulsando cuadrado.
Los cuatro jefes finales son muy diferentes entre si, y por este motivo es necesario utilizar cada vez una táctica para poder llegar a vencerles, e incluso a veces, debemos buscar elementos del escenario que nos ayuden a derrotarlos.
Hay pocos puzzles en el juego, pero todos de muy buena factura y con un nivel ajustado de dificultad. A menudo se pueden resolver con el método de ensayo-error y consisten en la mayoría de casos, en mover manivelas con la ayuda de Elika.
Prince of Persia tiene una curva de dificultad ascendente que queda mejor reflejada en los combates que en las plataformas. Buena prueba de ello es el aumento de la dificultad de los enemigos a medida que avanzamos en la aventura, estos se cubren más y tienen más fuerza.
[break=Entre tú y yo]
ENTRE TÚ Y YO
Tal vez, algunos jugadores puedan llegar a pensar que Ubisoft ha dado un paso atrás respecto a sus anteriores títulos de la saga. Particularmente pienso que ofrecer al público un producto nuevo con tanta calidad como la que atesora este Prince of Persia es siempre un paso adelante. Aconsejo a aquellos seguidores de la saga más escépticos con las innovaciones introducidas, que no den la espalda a este título porque se trata de un juegazo en toda regla
Personalmente, cuando me enteré que el juego sería en Cel-Shading me quedé un poco decepcionado, pero este sentimiento negativo se esfumó al instante una vez iniciada la partida. Si la intención era hacernos creer que estamos jugando un cuento, tengo que rendirme a los pies de los desarrolladores y felicitarles por lo bien que le sienta este nuevo rumbo artístico a la saga.
Los escenarios son increíbles con unos diseños de ensueño y con abundantes detalles, lo que ha hecho que en más de una ocasión, me haya parado a mitad del camino para observar su majestuosidad. Puntualmente, y si hemos jugado con anterioridad a Assassin’s Creed, nos percataremos de la evidente semejanza entre los dos juegos, debido en gran medida, a la utilización del mismo motor gráfico. Si disfrutaste con las vistas del juego de Altair, en Prince of Persia lo volverás a hacer.
Poder revitalizar un escenario oscuro, después de vencer al villano de turno, es uno de los momentos más espectaculares del juego, y no sólo eso, es que además, este hecho nos brinda la posibilidad de recorrer otra vez el escenario en busca de esferas de luz, que nos sirven para desbloquear otras zonas. Habrá gente que no le gustará la idea de recorrer otra vez el escenario, pero en mi caso, la inclusión de las esferas de luz es uno de los puntos más positivos, ya que incrementa la exploración y los desafíos plataformeros.
Prince of Persia es un juego muy dinámico y esto se debe a la perfecta combinación de géneros que coexisten en armonía. El título es una mezcla de plataformas, exploración, puzzles y combates que nos mantiene enganchados a nuestra PlayStation 3 de principio a fin.
La inclusión de Elika es un gran acierto y el hecho que podamos cooperar con ella en los saltos o en los combates me parece fantástico. Lo que ya no me convence es el hecho de que la maga sea nuestro ángel de la guarda particular y que impida la muerte del príncipe, porqué al final le resta tensión al título.
Los duelos contra los jefes finales de cada zona son épicos y es necesario utilizar una estrategia diferente para acabar con cada uno de ellos. Podemos hacer combos demoledores, siempre y cuando los podamos enlazar con los de Elika.
En este apartado noto a faltar los combates múltiples que estaban presentes en la Trilogía de las Arenas del Tiempo debido en gran parte a la monotonía de los enemigos secundarios.
Los efectos sonoros y las melodías son exquisitas y ayudan a sumergirnos más en la trama. A destacar que está traducido al castellano y eso se agradece muchísimo porqué no te pierdes ni una pizca de la acción.
Si a todo lo comentado anteriormente le sumamos el desafío que conlleva conseguir el trofeo platino os puedo asegurar que tenéis Prince of Persia para rato. En definitiva, un título que refresca de forma excelente la saga, y que no puede faltar en ninguna de las estanterías de cualquier buen jugón.
[break=Conclusiones]
CONCLUSIONES
Muchos jugadores, sobretodo los que hayan jugado a la Trilogía de las Arenas del Tiempo se estarán preguntando porqué Ubisoft ha apostado por una nueva fórmula cuando la anterior funcionaba a las mil maravillas. La respuesta es que la compañía a diferencia de otras, ha sido muy valiente, y ha preferido renovar su saga antes que caiga en declive.
¿Pero ha acertado Ubisoft con el cambio? Podemos afirmar después de jugarlo, que estamos delante de uno de los mejores títulos para Playstation 3, un imprescindible que nos enganchará de principio a fin. Como todo en la vida, los nuevos cambios satisfarán a unos y disgustarán a otros. Personalmente me he quedado encandilado con la majestuosidad de sus gráficos y con el nuevo sistema de combates uno contra uno que me han recordado mucho al Prince of Persia original que jugué a finales de la década de los 80.
La inclusión de Elika ha sido todo un acierto y abre las puertas a un gran abanico de posibilidades jugables, ya sea en la exploración o en los combates.
Para futuras entregas, espero que Ubisoft reconsidere el hecho de ser inmortal y que añada algún que otro puzzle más para convertir a Prince of Persia en una auténtica obra maestra.
A favor:
La inclusión de Elika.
La belleza de los escenarios.
El modelado de los personajes y enemigos.
La fluidez de las animaciones.
La jugabilidad.
El argumento.
La gran cantidad de combos.
Los combates contra los jefes finales.
La traducción.
La curva de dificultad.
La cámara manejable 360º.
Las melodías y los efectos de sonido.
Los extras desbloqueables.
La inclusión del sistema de trofeos.
En contra:
Que el protagonista no evolucione.
La inmortalidad.
La ausencia de un modo cooperativo.
Los viajes aéreos.
Para algunos, puede llegar a ser cansino tener que volver a rejugar los escenarios.
Contamos con demasiadas ayudas para superar el juego.
Alguna que otra caída del framerate
El nivel de dificultad se ha visto disminuido respecto anteriores entregas.
Que no tenga combates con múltiples enemigos.