Análisis PES 2016

Manuel Gimeno · 29 diciembre, 2018
Y este año, por fin, podemos decir que sí: Pro Evolution Soccer ha vuelto

Este año se cumplen nada más y nada menos que 20 años desde que la saga futbolística de Konami hiciera aparición en las tiendas occidentales de todo el mundo para ocupar un lugar predominante en el ocio interactivo que tardaría mucho tiempo en abandonar. La carta de presentación siempre ha sido clara y concisa en la franquicia, ofreciendo a todo aquél que se atrevía a probarla un fútbol totalmente accesible y fácil de aprender, que era también complicado de dominar, pero cuya diversión estaba al alcance de la mano de cualquier tipo de jugador, ya fuera éste novato o experto.

Todo esto se fue al traste tras llevarlo a su máxima expresión con Pro Evolution Soccer 6, uno de los juegos de fútbol que con más cariño seguramente se recuerde en las mentes de muchos de los amantes de este tipo de videojuegos. Con el fin de esta entrega y el salto a la nueva generación de la mano de Pro Evolution Soccer 2008, todas las virtudes de la saga parecieron perderse en el tiempo como lágrimas en la lluvia, que diría el replicante Roy Batty en su monólogo final en Blade Runner. 20 años después del principio de todo, la saga de Konami resurge de sus cenizas como ave fénix. Y esta vez sí que sí, ésta es la buena.

Si algo funciona, mejor no tocarlo. Eso debieron pensar en Konami cuando dio comienzo el desarrollo de Pro Evolution Soccer 2016, pues innegablemente se ha cogido toda la herencia que podía dejar PES 2015 para construir un juego que recupera todo el carisma y las señas de identidad que tuvo la franquicia en sus años de gloria. ¿Y a qué nos referimos con todo esto?, pensarán algunos. Pues bien, no diremos durante este texto que PES 2016 adelanta por la izquierda a EA SPORTS FIFA ni nada por estilo, pero sí que por fin supone una alternativa sólida y divertidísima a todos aquellos que también entienden el fútbol como un espectáculo con esencia más arcade que de simulación.

Y es que, al fin y al cabo, eso fue PES 5 o PES 6, máximos exponentes de la franquicia. Nadie en esta sala podrá decir que aquellas entregas plasmaron el fútbol más real que se pueda recordar en consolas o PC. Pero sin embargo eran divertidas a rabiar, como lo es este Pro Evolution Soccer 2016. Sin acompañar esta afirmación de tecnicismos que diluyen un poco las sensaciones y que sí comentaremos justo a continuación, PES 2016 nos ha entretenido en las horas que le hemos dedicado a esta crítica como hacía tiempo que no lo hacía una entrega de fútbol. Y ni de lejos es tan real como lo que expone ya FIFA 16 en su demo en cuanto a ritmo y fachada gráfica, ni tan siquiera las mejoradas animaciones alcanzan a tocar el nivel tan elevado que lucen las de la franquicia de Electronic Arts; pero no es ese el objetivo de Konami, sino dar lo que ahora mismo ofrece: facilidad de manejo y disfrute inmediato.

Todo esto se ha podido conseguir de varias maneras. La primera de ellas ha sido reforzar ese pilar en la forma de jugar que se cimienta en la ágil consecución de pases y la genial física de balón para poder alcanzar el gol sin demasiadas complicaciones. PES 2016 no nos va a exigir regates increibles como antesala para conseguir batir al meta rival, sino que la estrategia y el buen timming a la hora de incrementar el ritmo de cada jugador pueden ser armas suficientes para ganar un partido.

Básicamente todo esto ya estaba en Pro Evolution Soccer 2015, pero el problema venía de dos frentes en concreto: el tiempo de reacción de los jugadores y el motor de colisiones. Sí, estamos hablando de dos aspectos que EA SPORT FIFA ya resolvió hace años (sobre todo el segundo), pero las cosas de palacio van despacio en ocasiones, y no ha sido hasta ahora que Konami ha mirado de frente a dos de sus problemas más importantes y les ha conseguido dar solución. La anticipación de los futbolistas a los balones divididos o al estímulo del rival mejora notablemente el ritmo de juego y dota de realismo a cada encuentro, mientras que el sistema de impactos es el responsable de que la saga pegue un salto cualitativo importante en PES 2016.

Este asunto, junto con la adición de una enorme cantidad de nuevas animaciones que acaban por romper ese movimiento tan robótico que hasta ahora lucía la saga como símbolo de su tardía y lenta evolución, son los responsables directos de todas las buenas conclusiones que hemos adelantado al principio del texto. A pesar de que hemos señalado que PES 2016 tiende más al fútbol arcade, éste no puede dejar de ser en ningún momento verosímil, y si la física del balón se comporta de forma realista en todo momento, no podía ser menos para estos dos importantes aspectos. Además, pequeños detalles como las celebraciones de gol elegibles son también muy de agradecer.

Eso sí, tampoco vamos a desatar la euforia ante todo lo dicho porque la cosa no ha hecho más que comenzar. Pro Evolution Soccer 2016 es la primera entrega desde PES 6 que se presenta ante los usuarios como un juego muy sólido a nivel jugable, que tiene identidad propia y que divertirá seguro a todos aquellos que le den una oportunidad; pero eso no quita para que el margen de mejora que se abre en este punto sea enorme; algo que no es necesariamente malo, ni mucho menos, pero que da muestras de todos el tiempo perdido durante los años que la saga ha ido a la deriva.

A pesar de que el motor de impactos y las animaciones han mejorado enormemente, el potencial es todavía gigantesco, y Konami deberá seguir invirtiendo recursos y redoblando esfuerzos para que en entregas posteriores la saga PES vaya puliendo la buena base de la que por fin dispone. Aspectos como el comportamiento de los porteros siguen siendo fundamentales, y es que en esta ocasión tampoco hemos terminado por quedarnos satisfechos con el resultado, a pesar de que nos hemos encontrado algo mejor de lo que vimos en su día en el E3 o en la demo ofrecida por la compañía.

La vertiente gráfica es otro de esos frentes en los que Konami no puede relajarse. En estos momentos se encuentra a una distancia considerable de EA SPORTS con su saga FIFA, tanto en ambientación como en el modelado y representación de los futbolistas, y es algo que no puede dejar en el aire. Al menos este año disponemos de efectos meteorológicos dinámicos, pero ni los estadios transmiten la emoción suficiente a nivel visual y sonoro, ni los comentaristas cuentan con suficientes líneas de diálogo. Por otro lado, es cierto que algunos equipos licenciados (como el Manchester United) o jugadores representativos de esta entrega (Neymar o Morata, que conforman la portada del juego en España) lucen a un nivel excepcional; pero es preocupante ver la dejadez que existe en lo referente a otros conjuntos que, incluso a pesar de aparecer con toda su imagen oficial, quedan muy lejos de los que entran dentro de la estrategia publicitaria de esta entrega.

Aunque dejando estos asuntos de lado, los más importantes siempre de un juego de fútbol a nuestro modo de ver, PES 2016 ofrece más que el año pasado tanto en licencias como en modos de juego. Es cierto que seguimos sin tener todas las ligas y equipos que desearíamos (especialmente sangrante es la ausencia de la Bundesliga) y que ésto lastra históricamente a la saga en un aspecto tan sumamente importante como la inmersión; pero queremos resaltar el esfuerzo en mejorar año tras año en el tradicional talón de Aquiles de la franquicia. Continuar, por ejemplo, disfrutando de la UEFA Champions League es un auténtico regalo para los sentidos.

La Liga Máster sigue siendo en PES 2016 el eje principal sobre el que girarán una enorme cantidad de las horas que le dediquemos al juego. La navegación es intuitiva, clara y sencilla, y las opciones de gestión son profundas, tanto en lo relativo a la parcela deportiva como a la financiera, con un sistema de fichajes que permite negociaciones que inciden en sacar partido a nuestros intereses. Ser una Leyenda también mantiene el nivel, ahondando en la personalización del jugador y en su mejora específica a base de duro entrenamiento ofreciendo una interesante oportunidad de vivir de primera mano el crecimiento de un futbolista profesional.

Pero la estrella por segundo año consecutivo sigue siendo MyClub. La respuesta de PES al Ultimate Team de EA SPORTS FIFA tiene alicientes suficientes como para engancharnos durante innumerables horas a PES 2016, analizando minuciosamente qué jugadores y entrenadores fichar, y renovando en caso de de que sea necesarios lo so contratos de cada uno de ellos.

Por último, nos alegra comprobar el online en PES 2016 funciona francamente bien, algo que no suele ocurrir siempre en las entregas de dicha saga en sus primeros compases, pero esta vez parece que en Konami han querido que todo esté a punto desde el primer momento.

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