Hoy en día la industria de los videojuegos nos ha acostumbrado a títulos que pretenden ser cada vez más grandes, más caros y expandir sus límites más allá de lo que la comunidad de jugadores/as espera. Esto es algo complicado ya que debido a esto cada vez somos más exigentes en todos estos aspectos, criticando duramente a los títulos que no cumplen estas ambiciosas expectativas.
Esto provoca que muchas veces apartemos la vista de pequeñas joyas que Este no buscan convertirse en un gran referente en su género ni revolucionar la industria, sino simplemente contar su historia y hacernos disfrutar con todo lo que pueden ofrecernos.
Para mi, este es el caso de Olija, un título de Skeleton Crew Studio y distribuido por Devolver Digital que ha escogido el estilo pixelart y las 2D para contar una oscura historia llena de acción y con una duración más que suficiente para ser muy disfrutable.
Perdido en las profundidades del mar
Olija comienza contando la historia de Faraday, un gobernador de un pueblo sumido en la pobreza. Por esta razón se embarca en una exploración desesperada junto a varios marineros en busca de algo que pueda salvar a su pueblo.
Por desgracia, el mar acaba devorando su nave y el protagonista despierta en una cala desconocida. Al explorarla es apresado por un oscuro clan, y para escapar debe echar mano de un arpón mágico, un arma legendaria que permite a su portador invocarla a su mano tras lanzarla o teletransportarse a su ubicación. En su huida consigue salvar a Olija, una princesa de este reino extranjero.
Juntos llegan a Marearroble, el pueblo en el que todos los náufragos que consiguen escapar de las fauces del mar son consumidos por la desesperación. Tras esto, Faraday se propone rescatar a los miembros de su tripulación que siguen con vida mientras trata de encontrar una manera de volver a casa.
Partiendo de este punto como base de operaciones, visitamos con Faraday distintas localizaciones de este reino buscando las distintas llaves con las que desbloquear la salida a casa mientras evitamos al clan que pretende destruir al portador del arpón.
De esta manera, el juego se divide en diferentes fases tras las cuales volvemos a Marearroble para comprobar la evolución del pueblo según vayamos rescatando a miembros de nuestra tripulación, llenando sus calles de vida a la vez que diferentes personajes nos ofrecen sus servicios, tales como mejorar nuestra salud máxima o realizar expediciones por nosotros en busca de materiales y riquezas.
La duración del juego no llega a las 10 horas en función de si exploráis sus localizaciones concienzudamente en busca de todos los coleccionables que ofrece o si preferís ir directamente a completar su historia, y considero que es algo que le beneficia, ya que esta duración resulta perfecta para disfrutar de todas las mecánicas que ofrece sin llegar a ser repetitivo.
Puzzles, acción y arpones
Olija basa su jugabilidad en todas las posibilidades que ofrece el arpón mágico que porta Faraday. Como he comentado, este arpón otorga la habilidad de volver a su portador o de teletransportar al portador hasta su ubicación.
Gracias a esto, el sistema de combate es frenético y dinámico, ya que controlando la dirección y los tiempos podemos acabar con nuestros enemigos mientras nos desplazamos a toda velocidad por el escenario.
Conforme avanzamos en la aventura encontramos diferentes armas secundarias, como un sable, una ballesta o un mosquete, gracias a las cuales podemos crear una gran combinación de golpes en función de nuestra posición respecto a los enemigos y la dirección de los ataques.
La variedad de bestias y soldados que intenta detenernos nos obliga a adaptarnos en todo momento para evitar ataques cuerpo a cuerpo mientras otros nos disparan a distancia.
Por ello, con tan solo tres botones podemos inventar un sinfín de posibilidades en combate con gran fluidez. La sensación de precisión con los controles es bastante buena aunque cuesta acertar con exactitud con el lanzamiento del arpón en según qué situaciones, sin que esto resulte un impedimento grave pero resultando algo más tosco que en otros juegos de su género.
Las diferentes zonas del juego esconden todo tipo de caminos secundarios con coleccionables que recoger y puzzles que solventar gracias al arpón mágico. Estos suelen consistir en activar diferentes mecanismos mientras nos desplazamos por el mapeado gracias a las habilidades del arpón o utilizando los elementos del entorno como puntos de apoyo.
Recorrer el mapeado es ágil y el diseño de los escenarios permite avanzar con agilidad, por lo que completar una zona es muy satisfactorio, y no llega a ser lo suficientemente repetitivo como para llegar a aburrir, ya que apenas hay nuevas mecánicas que descubrir y el desplazamiento es prácticamente igual durante toda la aventura.
Gracias a un personaje que rescatamos en los primeros compases de esta odisea podemos desbloquear sombreros que nos otorgan diferentes pasivas para aportar más variedad a nuestro estilo de juego. De esta manera, podemos evitar el daño del ácido, cargar nuestro arpón con electricidad al golpear o robar vida a nuestros enemigos con cada golpe.
Oscura y pixelada belleza
En Skeleton Crew Studio han decidido utilizar un estilo pixelado para dar vida a su juego que puede llegar a recordar al famoso Prince of Persia de 1989 y que encaja a la perfección con lo que su historia quiere transmitir.
Los parajes que gobiernan cada rincón de la isla son bastante variados en cuanto a diseño se refiere, haciéndonos recorrer desde oscuras cuevas a luminosas bibliotecas, con un estilo sombrío y bonito a partes iguales.
Los combates contra los distintos jefes que protegen las llaves son los más exigentes del juego, forzándonos a poner en práctica todo lo aprendido para solventarlos con éxito.
El apartado sonoro utiliza arpegios muy familiares (como cadencias andaluzas) que acompañan a la perfección al ritmo del juego, y tanto el idioma inventado que hablan los personajes como las voces de los mismos realzan las sensaciones que la narrativa quiere transmitir.
En definitiva, Olija es un título corto, directo y muy disfrutable, que ofrece una historia entretenida y un sistema de combate fluido y dinámico que bebe de referentes tan importantes como Hollow Knight. Su distintivo estilo artístico y su duración permiten tener una experiencia jugable perfecta para transmitir todas sus ideas sin llegar a aburrir. Hacen falta más títulos así.