Análisis Marvel vs Capcom Infinite
Anunciado durante la PlayStation Experience de 2016, Marvel vs Capcom Infinite aterriza en PS4 con la sana intención de ofrecer un crossover de franquicias que haga las delicias de los aficionados, a la vez que funciona como eje de la nueva estrategia de la casa de las ideas dentro del mercado de los videojuegos. Por el camino se han quedado algunos nombres importantes, así como se ha intentado conseguir una jugabilidad lo suficientemente accesible como para que los aficionados al universo cinematográfico de Marvel con algo de interés en esto de la lucha puedan disfrutar del título. Todo ello con Capcom a los mandos de la nave, tras lograr con Street Fighter V un resultado jugable sobresaliente y un acabado online nefasto, al menos en sus inicios.
Marvel vs Capcom Infinite se erige como un título divertido, vistoso y con buenas intenciones, aunque también marcado por las ya mencionadas ausencias o por el desequilibrio existente entre varios personajes. Todo ello con las Gemas del Infinito aportando algo de variedad a los combates. El mismo año en el que propuestas como Injustice 2 o Tekken 7 demuestran lo sólido que puede llegar a ser un juego de lucha en todos sus apartados, parece que Infinite se queda a medio camino. Y puede que eso no preocupe mucho a los fans de Marvel o de Capcom con ganas de repartir algunas galletas, pero puede echar para atrás a los que busquen un título de lucha capaz de competir contra los grandes del género en estos momentos.
Double team
Lo primero que llama la atención de Marvel vs Capcom Infinite es un modo historia que, si bien dista mucho de ser perfecto, se nota más trabajado y elaborado que el horror descargable que pudimos jugar en Street Fighter V. Capcom ha puesto más empeño a la hora de contar una historia que se olvida de introducciones y va directa al grano, alternando cinemáticas con peleas, muchas de ellas insulsas contra personajes genéricos y otras artificialmente complejas con los jefes más poderosos. Aunque se trata de un modo de juego que muchos ignorarán, lo cierto es que permite conocer los conceptos básicos del combate y disfrutar de una trama con momentos de puro fan service y alguna broma bien llevada.
Por lo demás, Marvel vs Capcom Infinite ofrece un total de 30 personajes en su lanzamiento. 15 de ellos pertenecen al universo Capcom: Ryu, Chun-Li, Mega Man X, Zero, Arthur, Firebrand, Morrigan, Jedah, Chris Redfield, Nemesis, Frank West, Dante, Haggar, Strider Hiryu y Spencer. Los otros 15 pertenecen al mundo Marvel: Iron Man, Capitán América, Hulk, Thor, Ojo de Halcón, Dr. Strange, Dormammu, Rocket Raccoon, Gamora, Spider-Man, Capitana Marvel, Nova, Motorista Fantasma, Thanos y Ultrón. Por supuesto, ya se han confirmado varios nombres extra en formato DLC, como los de Soldado de Invierno o Monster Hunter, dejando claro que el modelo de negocio sigue la estela dejada por otros títulos del género que han completado sus plantillas de luchadores y luchadoras mediante contenido descargable.
Junto con el modo historia, Marvel vs Capcom Infinite presenta otros modos singleplayer como arcade, además de combates contra la propia máquina o contra otro jugador de manera local, así como secciones de entrenamiento y misiones por personaje. El planteamiento de las peleas presenta hasta cuatro personajes en equipos de dos, siempre con un acercamiento al control accesible y asequible para los jugadores no iniciados. Capcom y Marvel tenían claro desde el principio que Infinite debía ser un título para todo tipo de usuarios, por lo que quienes no tengan ninguna experiencia en el género pueden respirar tranquilos. Los más exigentes también, aunque puede que para disfrutar de la propuesta deban esperar a encontrar rivales dignos en su vertiente online.
Una vertiente online que hemos podido probar antes y después del lanzamiento del juego, sin problemas de estabilidad durante los combates, aunque con algo de lentitud a la hora de encontrar oponente. Sea como fuere, es posible disfrutar de combates clasificatorios y de torneos, además de luchar peleas «amistosas» que no influyen en nuestras estadísticas y descubrir un modo espectador que puede hacer las veces de tutorial si sabemos identificar los movimientos de los personajes. Hay, además, algunas opciones editables a la hora de encontrar rival, aunque ser muy exigente con la red puede suponer un mayor tiempo de espera. Sea como fuere, al menos en lo probado, Capcom parece haber aprendido la desastrosa lección del online de SFV, imagino que también por un trabajo de supervisión de Marvel que no querrá ver su título salpicado por la polémica de una mal funcionamiento en línea. El contenido de la propuesta lo completan una serie de extras desbloqueables, como artes o más colores para los trajes de los luchadores y luchadoras.
Por lo demás, el extra jugable de Marvel vs Capcom Infinite lo encontramos en las Gemas del Infinito, objetos del deseo de héroes y villanos por igual. Las piedras determinan algunas situaciones especiales a lo largo del combate y presentan sus propias características, aportando al conjunto un valor diferenciador que se podría haber explotado más, aunque eso podría haber desequilibrado el combate otro tanto. Y es que hay algunas diferencias significativas entre personajes, especialmente aquellos con ataques de largo alcance. Además, se echan en falta personajes como Lobezno o Magneto en el lado de Marvel, mientras que en el de Capcom podrían haber sido algo menos conservadores.
En términos audiovisuales, Marvel vs Capcom Infinite parece algo desfasado. El título se mantiene estable en todo momento y algunos movimientos son espectaculares, pero el diseño de los personajes no es tan acertado como me gustaría. Es cierto que ver a Frank West repartiendo leña con un bate o con el flash de su cámara es estupendo, pero luego te paras a mirar algunos rostros y la cosa cambia. Capcom tampoco parece pretender alcanzar el techo gráfico de PS4 con este título, además de que se ha vendido de forma honesta desde el primer momento, por lo que nadie debería llevarse las manos a la cabeza al descubrir el acabado gráfico del título. En lo sonoro, Marvel vs Capcom Infinite nos llega en inglés con subtítulos en español, una banda sonora que pasa desapercibida y unos efectos de sonido que cumplen su función sin alardes.
Marvel vs Capcom Infinite es, en definitiva, un título pensado para que cualquier persona interesada en probarlo pueda hacerlo sin calentarse la cabeza. El juego es accesible, aunque eso no impide que pueda ser interesante para los expertos del género. Se echan en falta algunos personajes, así como todavía falta pulir algunos desequilibrios entre los mismos. Tampoco explota el título en lo técnico, aunque como propuesta crossover puede ser más que satisfactoria para los fans de Marvel. Como decía al principio del análisis, el mismo año que Injustice 2 o Tekken 7 han llegado a las tiendas es complicado que Infinite se haga un hueco entre los fanáticos de la lucha, aunque puede que para quienes busquen un juego que satisfaga sus necesidades como fan de Capcom o de Marvel cumpla su cometido.