Análisis Lego Worlds

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Los ladrillos de plástico y colores construyen bien su propia fórmula Minecraft
Por Javi Andrés 13 marzo, 2017

Innumerables videojuegos de LEGO, y no ha sido hasta este nuevo LEGO Worlds cuando hemos sentido, de verdad, que estábamos con los ladrillos de colores y plástico como juguete en la mano, que se juega como lo hacíamos de pequeños -y no tan pequeños- con estas piezas fuera de la pantalla, ante la fórmula natural de construcción libre y concepto clásico de LEGO por la creatividad. El espíritu Minecraft inunda este conjunto de mundos retomando una idea que en TT Games, el estudio creador, se tuvo hace mucho tiempo: hacer un juego de construcción de LEGO; pero la tecnología hasta ahora no lo permitía con soltura. Esto se pensó tras LEGO Indiana Jones 2, juego que en uno de sus segmentos dejaba al jugador crear sus edificios y maquinarias con bastante libertad respecto a lo visto anteriormente. Y ahí se encendió la chispa, había que hacer un juego de verdadera naturaleza LEGO, creatividad, construcción libre, interacción total entre piezas…

Es ahora en 2017 cuando lo vemos llegar a las consolas actuales, pronto en Nintendo Switch también. Y éste es, como Minecraft, un título que en ordenadores potentes saca todavía más de sí, pues es un juego de posibilidades infinitas donde podremos desde apilar millones de bloques hasta hacer una torre hasta el cielo o destruir a bombazos todo un escenario. Pero TT Games ha querido un juego sólido y agradable ante todo, y que no despiste al jugador ni sea el enésimo clon de Minecraft. Tiene personalidad.

Han querido un juego que se siga respirando como LEGO Batman, LEGO Harry Potter, LEGO Vengadores. LEGO El Hobbit, y todo lo lanzado hasta la fecha, incluido el toys-to-life LEGO Dimensions. El esquema por misiones (quests) y progreso a través de herramientas y capacidades en mundos prediseñados y cerrados hace que no se pierda el ritmo ni quede todo tan a la deriva como en Stardew Valley o incluso Terraria. Porque sí, éstos son juegos con desafíos que van guiando el avance, pero LEGO Worlds está más estructurado en sentido de juego de la serie, donde podemos llegar a verle un final claro y un objetivo completista real: recoger 100 bloques dorados para convertirse en Maestro Constructor.

Se divide en mundos, planetas a donde el jugador va llegando poco a poco a medida que mejora el alcance de su nave. Pero no, esto no es un No Man’s Sky, aquí cada superficie planetaria presenta unas particularidades propias, pequeños retos o mecánicas, y personajes que las habitan y piden ayuda, a los que localizar desde las alturas. Encargos simples, al principio para ir aprendiendo a manejar las distintas herramientas en manos del jugador; al final complejos para hacernos explotar la cabeza con la creatividad y posibilidades de acción que se exigen y ofrecen.

LEGO Worlds es ante todo un juego de supervivencia y crafting (construcción y recolección de recursos), por eso no tiene demasiado que envidiar al omnipresente Minecraft en esas facetas, y además las dota de identidad con diálogos, cinemáticas y otros pequeños chistes y referencias que lo hacen ser un videojuego de LEGO con todas las de la ley. Viene a ser algo así como Dragon Quest Builders siendo un Dragon Quest con componentes Minecraft, aunque aquí no se ha alcanzado una producción de tan altas características como el Action RPG del año pasado.

Puedo explicarlo viendo un poco cómo funcionan algunas piezas base: La herramientra de descubrimiento básica permite analizar y lanzar objetos a medida que tengamos registros de las materias primas, pero luego hay otras como la herramienta de copiar, la de paisaje para elevar o hundir superficies de terreno, o la de pintura, que también ofrece la posibilidad de cambiar de materiales y texturas los entornos y objetos. ¿Quieres hacerte una casa con paredes de lava? Puedes. De esta manera, el jugador va confeccionándose durante las primeras dos o tres horas una ruleta con 8 herramientas básicas con las que se dispondrá todo el juego y que le ayudarán a conseguir bloques dorados para ir mejorando el alcance de la nave espacial Pug-Z.

Cada textura se comporta como esperaríamos de esa pieza de juguete LEGO, con elementos como el agua o el barro también con comportamiento físico propio y hasta gracioso. Los tránsitos interplanetarios, constantes, presentan aquí sí tiempo de carga pero muy bien disimulado en una transición in-game entre un despegue, la subida a estratosfera, y un nuevo aterrizaje. Los amantes de la customización pueden esperar lo mejor en este sentido, una vez más en videojuegos de LEGO, pues hay miles de ítems y disfraces por recoger y que utilizar, importantísimos en algunas misiones.

Todo es agradable, está bien hecho, es sólido en PS4 aunque se ponga bien a prueba intentando el caos, y presenta una gran particularidad que hasta ahora no había tenido ningún juego de LEGO de consola: cooperativo online además del local a pantalla partida. Recorrer y reformar estos mundos de piratas, desiertos, dulces, ciudades, granjas, guerras, profundidades marinas, volcanes, montañas rusas, selvas, columnas griegas, zonas heladas, pirámides, centros comerciales… y todo lo que puedas imaginar, es mucho mejor en compañía. No faltan tampoco los vehículos y animales con montura, éstos sí extremadamente sencillos y no tan diversos en comportamiento como cabía pedir. O los combates, la otra parte importante de toda experiencia de supervivencia, aquí incentivada en que las criaturas hostiles tienen ladrillos que necesitaremos. Además, el progreso general también se mide en el equipo que va obteniendo el jugador, empezando por los disfraces, el farol o la cámara de fotos, y terminando por auténticas delicias para la navegación los mundos como son el gancho o la mochila propulsora.

Lo mejor de todo, es que jugar con un amigo no es peligroso ya que el juego permite salvar los cambios que hagamos en el mundo antes de invitar. Éste es otro de los aspectos tecnológicos que explicaban los responsables del juego que habían tenido que medir y que se notan bien estudiados. Sin duda, en materia audiovisual LEGO Worlds no pretende alcanzar ninguna nueva meta ultra vistosa, pero en PS4 es muy ágil y robusto en todo lo que gestiona, que en niveles avanzados no es poco. TT Games ha cambiado la forma de hacer juegos para esta entrega, también el engine utilizado, pues se manejan montones de partículas, inercias, piezas, pesos, colisiones… Y todo se refleja de forma muy natural y coherente.

Mismas buenas palabras tengo para el sonido y la traducción, el habitual en juegos de LEGO y aquí guiado por una voz en off perfecta y en español que llena de bromas el “dramático” viaje intergaláctico a través de decenas de mundos. Hay planes para DLCs, tanto ampliaciones gratuitas como de pago, y es que en contenidos no es tan vasto ni generoso o duradero como otros de su género.

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Jugabilidad: 8
Gráficos: 8
Sonido: 8
Satisfacción: 8

Análisis

LEGO Worlds recoge las mejores ideas de los juegos de supervivencia y crafting y las adapta al humor, colorido y eficacia de los juegos de TT Games, ahora también con cooperativo online. Ésta es la experiencia más cercana a jugar con bloques de LEGO en la realidad, construyendo, pensando, deshaciendo y creando libremente. Eso sí, se le echa de menos algo más duración en comparación con otros juegos de su estilo y formato.