Hitman apareció por primera vez en el 2000 con un título exclusivo para PC. El título desarrollado por IO Interactive nos presentaba por primera vez al Agente 47, un superhombre creado genéticamente, cuyo principal cometido consiste en asesinar a objetivos, contrato mediante.
Varias generaciones de consolas y videojuegos han tenido lugar desde que conocimos en el manicomio a este asesino a sueldo de característica calva y traje negro. Tal es su popularidad, que ha conseguido dar el salto a la gran pantalla en dos ocasiones: Hitman (2007) y Hitman: Agente 47 (2015).
La primera adaptación estaba protagonizada por Timothy Olyphant (Justified), mientras que en la segunda era Rupert Friend (La muerte de Stalin) el encargado de dar vida al protagonista. Ambas se tomaron ciertas libertades a la hora de adaptar el material, pero ninguna fue capaz de agradar a la crítica ni a los fans. Nunca hay que tirar la toalla, pues Derek Kolstad, creador de John Wick, está a cargo de escribir la adaptación de Hitman para Hulu, esta vez como serie de televisión.
Dejando de lado su salto a imagen real, su primera aventura en Playstation 4 llegó en 2016. Se trataba de la sexta entrega —sin contar los recopilatorios y juegos para dispositivos móviles— y lo hacía sumándose a la moda de los lanzamientos episódicos.
El videojuego, titulado Hitman a secas, contó con una primera temporada de 6 episodios que no fue muy bien recibido por los fans debido a su división por episodios. El formato por entregas tiene más detractores que seguidores y, sin duda, no le hicieron ningún favor al asesino de IO Interactive.
Ahora nos llega la séptima entrega de la serie bajo el título Hitman 2. El estudio danés ha desarrollado esta “secuela” con la intención de hacer olvidar a su predecesor, y devolver la fama al asesino a sueldo con más seguidores de la industria del videojuego.
El nuevo Hitman olvida el lanzamiento por episodios y vuelve al formato tradicional, convirtiéndose en el primer juego de la serie distribuido por Warner Bros. Interactive (saga Arkham).
¿Será Hitman 2 el mejor juego protagonizado por el Agente 47? Ponte tu mejor traje, coge el maletín y prepárate para descubrir si el implacable asesino ha conseguido cumplir con su misión.
Un asesino sin pasado
Hitman 2 recoge la trama allá donde la dejó el reboot de 2016. El Agente 47, acompañado por su inseparable enlace, Diana Burnwood, tienen un nuevo objetivo: descubrir quién se esconde bajo la identidad del cliente clandestino y desbaratar sus planes.
Si ya jugaste a la entrega de hace dos años, ya sabrás lo ocurrido, pero aunque se trate de tu primera toma de contacto con el universo Hitman, el juego dedica sus primero minutos a ponerte en antecedentes. Ahora, las tornas se han invertido: la Agencia ha dejado de aceptar objetivos del cliente clandestino y se ha aliado con Providence, la organización que extendía sus tentáculos por gobiernos de todo el mundo y cuyos miembros eran objetivos de 47.
Tras descubrir que solo eran títeres en manos de un enigmático personaje, se toma la decisión de desestabilizar sus planes y acabar con él. A cambio, Providence promete revelar su pasado a 47, la motivación personal del protagonista para viajar por medio mundo dando muerte a hombres y mujeres de la peor calaña. Por si fuera poco, el cliente clandestino es nada más y nada menos que un “amigo de la infancia” de 47, y conoce todos los datos relativos a su pasado.
De esta forma se nos presenta el nuevo Hitman, con un letal Agente 47 en medio de dos poderosas organizaciones que saben más cosas sobre su vida que él mismo.
A pesar de lo contado arriba, Hitman 2 no cuenta con un hilo argumental denso. IO Interactive sabe que el principal atractivo del título es su jugabilidad, pero no por ello renuncia a darle un envoltorio adecuado. La trama es lo suficientemente ágil para atraer a todo tipo de jugadores sin caer en largas escenas entre misiones que puedan minar la acción. Aún así se las han ingeniado para meter parte de su historia en la sección del tutorial, opcional, pero recomendable incluso si ya eres un veterano en la serie.
Nada más comenzar el juego, llegaremos con 47 a bordo de una lancha a la Bahía de Hawke (Nueva Zelanda), en mitad de una tormenta. El objetivo es entrar en la mansión que vemos a lo lejos, conseguir información, acabar con un objetivo y huir en la lancha. Este prólogo sirve como un tutorial básico, pero que nos meterá en el tipo de acción que viviremos durante el resto del juego, a una escala menor.
Tras acabar la misión es cuando aparecerá la opción de jugar el tutorial de verdad. Como decía antes es opcional, pero si decidimos jugarlo, nos introducirán todas las mecánicas del juego (nuevas y antiguas) y veremos unas de las pocas secuencias cinemáticas de la secuela.
El tutorial tiene lugar en el Centro de Entrenamiento de la Agencia y seremos testigos del primer encuentro entre 47 y Diana. El entrenamiento consta de 2 mapas en los que tendremos que recrear dos asesinatos históricos, durante los cuales aprenderemos las distintas formas de enfocar una misión y movernos utilizando el entorno.
Hitman 2 consta de 6 mapas, pero los dos del tutorial cuentan con un tamaño demasiado pequeño como para contarse entre ellos. Las nuevas localizaciones que visitaremos son minimundos abiertos con distintas zonas y llenos de personas que pueden dar al traste con toda nuestra misión si actuamos sin pensar. El asesinato en Hitman es un arte y todo debe estar calculado al milímetro.
El hombre de las mil caras
En Hitman 2 no hay mil disfraces, pero sí contaremos con más de 100 uniformes con los que pasar un poco más desapercibidos durante las misiones. La diversión y el desafío están garantizados a partes iguales durante sus largas horas de juego.
La nueva entrega rompe con su formato episódico, sin embargo, muchos de sus elementos jugables y de interfaz resultarán muy familiares. Sus menús, donde informarnos sobre los objetivos, elegir equipo, puntos de entrada y nivel de dificultad, tienen un aspecto conocido si le echaste el guante a Hitman 2016.
A la hora de pasar a la acción, el protagonista cuenta con sus clásicas habilidades de disfrazarse y provocar distracciones, siempre y cuando contemos con el objeto adecuado en nuestro inventario. El Instinto, activado al pulsar R1, nos permitirá resaltar en amarillo los objetos de interés cercanos, y nos alertará con un círculo blanco sobre la cabeza de los enemigos, si estos son susceptibles de detectarnos a pesar del disfraz.
A todo esto se le suma la posibilidad de ocultarnos entre la multitud, muy al estilo de los primeros Assassin’s Creed, y a poder utilizar el reflejo de los espejos para observar el entorno. Por supuesto, estos también pueden revelar nuestra posición a los enemigos.
Cada nueva misión nos llevará a una nueva parte del mundo y a eliminar a varios objetivos en cada una de ellas. Al comienzo de cada encargo, se nos mostrará presentará a los objetivos a eliminar con unas ingeniosas cinemáticas, contándonos quiénes son, a qué se dedican y sus aportaciones al caos mundial.
No hablamos de gente dedicada a las ONGs, más bien se tratan de empresarios dedicados a la fabricación de armamento militar para dictadores, narcotraficantes, piratas metidos a productor de cine corrupto y emprendedores similares.
La forma de acabar con ello es a gusto del consumidor. Mejor dicho, formas. Hitman 2 cuenta con unas historias dentro de cada misión que, de seguirlas, nos ofrecerán la oportunidad de acercarnos a alguno de los objetivos para darles jaque mate.
Podemos calificarlas de submisiones que nos prepararán para el golpe final. Para encontrarlas, solo debemos explorar el mapa e ir prestando atención a determinadas conversaciones, estas desbloquearán caminos para llevar a cabo el asesinato. Cada mapa cuenta con distintas formas guiadas de llevar terminar la misión, pero no son obligatorias de seguir y cada cual puede dejarse llevar por su propia creatividad.
En el menú de la misión, una de las elecciones que tenemos que tomar es el nivel de dificulta: Novato, Profesional y Maestro. Las dos primeras son las recomendadas para el jugador medio, mientras que profesional está destinado para los expertos.
En la modalidad Maestro habrá más seguridad, los inocentes prestarán mayor atención a tus acciones, los combates cuerpo a cuerpo tendrán secuencias de botones más complejas, carece de indicaciones y solo permite realizar un guardado. Este último punto es el que convierte las misiones en un auténtico desafío. Hay misiones que requerirán mayor planificación, lo que se traduce en varias horas de juego que pueden acabar en nada.
Hitman 2 tampoco se olvida de incluir modalidades cooperativas. De hecho, disponer de una conexión a internet nos presentará aspectos extra hasta jugando en solitario. En cuanto al modo competitivo, se introduce el Ghost Mode. Aquí, dos jugadores compiten como si de una carrera contrarreloj se tratase. Veremos al otro jugador como un fantasma, mientras intentamos acabar la misión en un tiempo menor.
47 está dispuesto a todo con tal de acercarse a un objetivoEl modo cooperativo para dos jugadores lo vuelve a incorporar Sniper Assasin. Dos jugadores asumen el papel de dos operativos de la Agencia, Stone y Knight. Ambos jugadores deben trabajar en equipo para completar con éxito la misión eliminando a los objetivos con sus rifles de francotirador.
El juego hace mucho hincapié en la vertiente competitiva, ya sea contra otro jugador o contra uno mismo. Al finalizar una misión, se nos presentará un informe mostrando nuestra eficacia como asesino en forma de puntuación. También se nos ilustrará los caminos tomados y las tareas llevadas a cabo. De ahí, que un juego con “solo 6 mapas”, se convierta en un título muy rejugable con muchísimas horas de entretenimiento.
Por si fuera poco, desde el día de lanzamiento estará disponible el Legacy Pack, gratuito para aquellos que compraron el Hitman de 2016, y que incluye los mapas remasterizados de este. La excusa perfecta para volver a visitar Hokkaido, Bangkok, Marrakech, Sapienza, París y Colorado.
Un traje pasado de moda
Hitman 2 nos lleva a visitar distintos lugares del mundo gracias a su motor Glacier. El circuito de carreras de la soleada Miami, las selvas de Santa Fortuna en Colombia, la tormentosa Bahía de Hawke, las bulliciosas calles de Bombay, el barrio residencial de Whittleton Creek en Estados Unidos y la gigantesca mansión de la Isla de Sgàil en el Mar del Norte son auténticos mundos abiertos.
Cada uno de ellos cuenta con una gran cantidad de edificios de distintas plantas, zonas bien diferenciadas y entornos de lo más imaginativos. Todo recreado hasta el más mínimo detalle y en los que es posible perderse si no se tiene una ruta de actuación decidida. Si hay algo abrumador en Hitman 2, es la enorme cantidad de posibilidades que ofrece.
Por desgracia, el buen trabajo que hace el motor con el mundo del juego contrasta demasiado con el acabado de los personajes. Hitman 2 no rompe visualmente con lo ya visto en el anterior, y tampoco lo hace en cuestión de animaciones. Estos aspectos se mantienen dentro de lo correcto sin lastrar la diversión, pero sí que empieza a notarse una gran diferencia entre los Hitman y el resto de títulos de acción/sigilo de la generación.
En algunas ocasiones, los NPCs con vista de lince, dejan al descubierto algún comportamiento errático que podemos aprovechar a nuestro favor. Por ejemplo, si envenenamos el aire de una casa para noquear a sus ocupantes, la seguridad no dejará de continuar entrando para sufrir el mismo destino, a pesar de ver el humo verde y a sus colegas inconscientes.
Por suerte, esto no es lo habitual y se ha intensificado la apuesta por el sigilo. No es posible liarse a tiros con toda la seguridad que nos salga al paso cuando se descubre nuestra tapadera. Incluso con un fusil entre las manos, optar por solucionar la situación a balazos acabará con nuestra vida. El juego cuenta con función autoguardado, pero nunca está de más guardar manualmente de cuando en cuando.
En cuanto al apartado sonoro, el compositor Niels Bye Nielsen, quien toma el relevo del mítico Jesper Kyd, con una banda sonora que cumple a la perfección con las expectativas. Como era de esperar Hitman 2 solo cuenta con voces en inglés, mientras que el español queda relegado solo a los textos. No es una decisión que sorprenda tanto como visitar un pueblo colombiano, gobernado por el narco Rico Delgado, y estar rodeado de gente que habla inglés con un marcado acento latino y remata frases con “Señor”, ”Ay Dios mío”, “Gracias” y cosas similares.
Sorprende mucho la decisión de IO Interactive de no contar su trama por medio de cinemáticas. Solo veremos un par de secuencias de este tipo, quedando claro que al estudio siempre se le han dado muy bien, pero las dejan de lado y optan por contar su historia a través de imágenes estáticas, como si de una novela gráfica se tratase.