Análisis God of War III
“La medida del hombre reside en cómo obra con el poder”– Platón
Si por algo se ha caracterizado la saga God of War es por una trayectoria en el tiempo impecable dentro de la marca PlayStation. Su primera parte nació allá por el año 2005 para la ya mítica PlayStation 2 de la mano de su creador primigenio, David Jaffe. La primera aventura de Kratos, un guerrero espartano con una historia épica todavía por conocer, llegó al mercado en silencio, sin armar mucho revuelo, la causa de ello es que por aquel entonces Santa Monica Studios era un estudio interno de Sony completamente desconocido y con todo su talento todavía por demostrar dentro del mundo del videojuego. Pero, rápidamente y contra todo pronóstico inicial, el juego se encumbró como un auténtico éxito en crítica y ventas gracias a tres pilares fundamentales: su indudable calidad como hack’n’slash, un gran argumento adaptado de la mitología griega clásica y un personaje como Kratos, un guerrero espartano parco en palabras pero con un carisma fuera de toda duda gracias a su peculiar historia muy relacionada con los dioses olímpicos.
No tendríamos que esperar mucho tiempo para el retorno de Kratos, ya que éste se produjo tan sólo dos años después y de nuevo para PlayStation 2, con el nombre de God of War II. En este título, además de contar con un nuevo director más cinematográfico, Cory Balrog, se consiguió un auténtico imposible: mejorar en todo a su primera parte gracias a una jugabilidad más refinada, mayor variedad y espectacularidad de situaciones y, lo más importante, asentar a la saga God of War como un auténtico estandarte dentro de la marca PlayStation y por último pero no menos importante, catalogar al semi-desconocido estudio norteamericano Santa Monica, como un estudio capaz de dar lugar a títulos de renombre dignos de formar parte de la élite del videojuego.
Ahora, año 2010, más concretamente 18 de Marzo, después de 3 intensos años de desarrollo, los fans del guerrero espartano tenemos ya entre manos la tercera y, al parecer, última entrega que cierra la épica trilogía de God of War. Su nuevo director, un hombre de la casa como es Stig Asmunssen, prometía una última entrega muy ambiciosa en sus objetivos para estar a la altura de las circunstancias en todos los sentidos. Una entrega que supusiera un cierre glorioso a la franquicia y que todo fan de Kratos recordaría durante mucho tiempo. Una entrega en la que Kratos culminaría su esperada venganza contra los dioses y lo elevara a la categoría de leyenda espartana por méritos propios. Una entrega que marcaría un antes y un después desde el punto de vista técnico y jugable no sólo dentro del género sobre el que sustenta, sino que traspasaría las barreras del género para marcar un punto de inflexión dentro del catálogo de PlayStation 3.
Pocas dudas nos quedaban sobre si estas promesas iniciales iban de camino a convertirse en una realidad, al poder probar la demo presentada hace ya unos meses en el pasado E3 del 2009. Ahora, tras haber jugado al título completamente y haber podido vivir todas las sensaciones que éste transmite, estas dudas iniciales han sido definitivamente eliminadas, es más, no nos queda más remedio que tildar a aquella demo de simple demostración técnica.
Kratos, el Fantasma de Esparta, regresa más brutal que nunca para culminar su venganza en esta ambiciosa superproducción que cuenta con el soporte de la todopoderosa PlayStation 3. Ahora nosotros, sus fieles seguidores, únicamente nos queda acomodarnos en el sillón para poder disfrutar de cada minuto del resultado final, a la vez que conocemos el deseado desenlace final de la epopeya mitológica. Pero ojo, no será precisamente un camino de rosas, los dioses olímpicos nos pondrán las cosas realmente difíciles…
[BREAK=Argumento]
Kratos y su leyenda
“He vivido como un guerrero, he muerto como un Dios, he sufrido el peor de los sacrificios y he sido condenado. Yo venceré al Olimpo. Cumpliré mi venganza”– Kratos, guerrero espartano apodado “Fantasma de Esparta”.
God of War III retoma los hechos justo donde su segunda parte acababa, es decir, durante la ascensión de Kratos y los titanes hacia la cima del Monte Olimpo en busca de poner fin a su ansiada venganza contra los dioses olímpicos y ver el ocaso del Olimpo como final de todo. En este prometedor punto de inicio asistiremos, durante el desarrollo de este capítulo final, a múltiples referencias hacia la mitología griega clásica (como por ejemplo la Titanomaquia) perfectamente adaptadas para que encajen dentro de la historia de Kratos. Siendo este elemento argumental parte constante y fundamental dentro de la franquicia y que en esta entrega no podía faltar. Gracias a esto seremos testigos de la gran cantidad de lugares y personajes incluidos en el título basados en la mitología griega clásica (algunos ya aparecidos en anteriores entregas). Demostrándose así (y una vez más) la riqueza en el contenido de la mitología griega, resultando ser una fuente inagotable de inspiración para el equipo de guionistas de la saga.
Desde el primer minuto se dejan claras las intenciones de Santa Monica Studios de cara al desarrollo argumental de GoW III, y no es otra que la de demostrar un desarrollo lo más espectacular posible gracias a un acabado técnico impresionante y a otros elementos como la puesta en escena que resulta ser más cinematográfica que nunca, gracias fundamentalmente a unos planos de cámara muy dinámicos. Todas y cada una de las situaciones que viviremos en GoW III están tratadas con mucho mimo desde el punto de vista argumental hasta el punto de contar con innumerables guiños y referencias hacia anteriores entregas de la franquicia, consiguiendo transmitir la sensación continuidad total dentro de la franquicia, desde God of War: Chains of Olympus hasta este God of War III. Tal es el nivel de obsesión por el detalle argumental, que en ciertas ocasiones (y casi de manera inconsciente), este GoW III deja a relucir ciertas lagunas argumentales con hechos y referencias que no acaban de encajar con sus entregas anteriores, pero no es ningún elemento que afecte de manera directa a la trama principal, por lo que no debe preocuparnos en exceso.
Durante la mayor parte del desarrollo de la historia, presenciaremos atónitos a un Kratos más desquiciado y obsesionado con su venganza que nunca. El guerrero espartano no dudará en acabar con todo lo que se interponga en su camino, ya sea un simple ciudadano, una bestia atroz o, incluso, un olímpico. Absolutamente nada podrá parar a Kratos en su camino y hará todo lo que esté en su mano para culminar su objetivo que no es otro que su ansiada venganza. Esta sensación de sed de venganza se encuentra muy bien representada en todo el argumento, con situaciones de lo más brutales y sanguinarias que hayamos visto en videojuego alguno. Consecuencia directa de esto que comentamos será la increíble crudeza de algunas ejecuciones representadas en pantalla que, sin ningún tipo de censura, da argumentos más que suficientes a la clasificación +18 que le ha otorgado el código PEGI.
Sin embargo, y pese a todas sus virtudes en la puesta en escena, el principal problema de este GoW III viene dado en que, aun siendo realmente espectacular su puesta en escena y todos los hechos argumentales que ocurren en la historia, resulta mucho menos variado que lo que pudimos ver en GoW 2. Echamos de menos situaciones como montar de nuevo en Pegaso, poder controlar de nuevo el Telar y otras muchas situaciones que otorgaban ese plus de variedad en GoW 2 y de los que GoW 3 lamentablemente carece, pese a que desde el punto de vista argumental no hubiera sido tan descabellada su inclusión.
Este problema se verá en parte maquillado gracias a un guión de película con una extensión de más de 120 páginas y en el que incluye un cierre de la franquicia en el que se ha intentado por todos los medios, con una puesta en escena original y con algunos giros argumentales inesperados, contentar hasta al fan más exigente de Kratos. Sin embargo os avisamos de que se trata de un final que no gustará a todos, por su peculiar presentación y enfoque argumental que se le ha dado.
[BREAK=Jugabilidad]
Espartano de armas tomar
Hablar de la jugabilidad de este título sin entrar en ningún tipo de destripe es una tarea muy difícil, ya que todas sus armas y objetos lo conseguimos a medida que cumplimos una serie de objetivos en la trama del juego. No obstante, intentaremos comentar todo sin caer en el tan temido spoiler.
Que God of War sea una franquicia de largo recorrido en el tiempo tiene sus ventajas, y una de ellas es la madurez que ha ido adquiriendo Santa Monica Studios a la hora de tratar la jugabilidad de este GoW 3. Gracias a esto encontraremos una jugabilidad pulida, perfeccionada y refinada hasta límites insospechados. Basándose en experiencias adquiridas de entregas anteriores, el estudio norteamericano ha ido eliminando elementos que realmente poco funcionales a la hora de manejar a Kratos y ha añadido otros nuevos que mejoran el conjunto y hacen que su fórmula jugable se acerque un poco más a la perfección. Un ejemplo de esto último será la posibilidad de controlar durante un pequeño periodo de tiempo a nuestros enemigos de mayor tamaño, o utilizar a algunos enemigos a modo de ariete apara eliminar a grandes a otros tantos que nos superen en número.
Pese a ello, no debemos olvidar que God of War III sigue manteniendo esa esencia que ha caracterizado a la franquicia años atrás. Es decir, mediante una cámara fija que seguirá fielmente los movimientos de Kratos durante las entre 9 ó 12 horas de desarrollo que nos durará el título en dificultad Dios (modo normal) dependiendo de la habilidad del jugador, iremos haciendo uso de una mecánica jugable muy clásica dentro del género de los hack´n´ slash. Todo ello con una fluidez y continuidad jugable que sólo la experiencia de un estudio talentoso como Santa Monica podía ofrecer. Hablamos por ejemplo de un sistema de manejo en el que encontraremos un botón de agarre, otro de ataque fuerte y lento, otro más débil pero rápido y el botón de salto, consiguiendo dejar libre el stick derecho para poder esquivar los ataques enemigos.
Bajo esta simpleza en la asignación de acciones a cada botón del mando, se esconde un sistema de combos muy variado en el que encontraremos técnicas tan clásicas como “Penacho de Prometeo”, “Furia Olímpica” o “Ciclón del Caos” presentes desde la primera entrega, pero retocadas ligeramente para que resulten más fluidas a la hora de ejecutarlas en combate, consiguiendo transmitir al jugador la sensación de que todo sigue igual pero aún mejor. A estas técnicas clásicas debemos añadirles otras muchas completamente nuevas que, si las sabemos encadenar correctamente, nos permitirá elaborar un amplio repertorio de combos muy espectaculares.
A todo este repertorio de golpes debemos añadir el uso de distintas armas y objetos que según sus características nos aportarán una determinada ventaja en combate. Todas las armas tendrán un manejo más o menos parecido en cuanto a ejecución de combos (en algún caso excesivo parecido), pero todas ellas tendrán en común alguna habilidad especial que ejecutaremos al pulsar el botón R2, aportando algún tipo de ventaja en combate a cambio de una significativa cantidad de nuestra barra de maná. A su vez, podremos hacer combinaciones de ataques con distintas armas mediante un sistema de cambio de armas más rápido y fiable que nunca. Mediante una combinación de botones (L1+X) cambiaremos ágilmente de arma, evitándose la pérdida de intensidad dentro de los combates, al vernos obligados en otros títulos del género a acceder a pesados menús para ello.
Tema a parte serán los objetos de combate disponibles, cuyo uso no se verá exclusivamente limitado al combate sino que en muchos casos nos servirán para descubrir y abrir nuevos caminos por donde avanzar. Un ejemplo de este tipo de objeto será el “Arco de Apolo” que ya pudimos ver en la demo del E3 del 2009. Este arco además de ser una fantástica arma a larga distancia en combate, dispone de un disparo cargado con flecha de fuego que nos permitirá abrirnos paso a través de caminos obstruidos por zarzas altamente inflamables. Pero ojo, no penséis que podréis abusar mucho en su uso desde la distancia en los combates, ya que el uso de todas las armas secundarias se encuentran limitado gracias a una barra de objetos que, si se nos agota, no se nos permitirá usarlas hasta que se recargue automáticamente en un determinado periodo de tiempo. Este sistema evita que abusemos demasiado de determinados objetos y encontremos las cosas demasiado fáciles. Por tanto, aporta bastante equilibrio en el combate.
La gran mayoría de armas y objetos no tendrán todos sus poderes o habilidades liberados desde el inicio. En muchos casos nos veremos obligados a reunir orbes rojos de experiencia (clásicos ya en la franquicia desde sus inicios) que obtendremos de nuestros enemigos una vez vencidos. Cuanto más espectacular sea nuestra actuación en combate más orbes rojos conseguiremos y por tanto más rápido mejoraremos nuestro repertorio de armas. Encontrar estos orbes rojos de experiencia no será competencia exclusiva de los combates, ya que encontraremos más cantidad de los mismos distribuidos por el escenario en distintos cofres. En estos cofres además podremos encontrar orbes verdes que nos harán recuperar salud y orbes azules que nos harán recuperar maná. Para God of War III se ha añadido un nuevo tipo de orbe, el orbe blanco, el cual nos ayudará a rellenar nuestro indicador de frenesí llamado “Ira de Esparta”. Cuando activemos esta técnica seremos invulnerables durante un corto período de tiempo y nuestros golpes harán mucho más daño, lo que resultará ideal para los combates más multitudinarios.
Otro elemento clásico de la saga, y que no podía faltar, eran los quick time events (QTE) o mini-juego de pulsación de botones que vuelven a la franquicia más espectaculares y dinámicos que nunca, pero con significativos cambios sobre todo visuales. Durante las escenas de acción y combate, nos veremos obligados a pulsar una determinada secuencia de botones que se nos irá mostrando en pantalla. Estas secuencias serán de dificultad y ritmo cambiantes, de tal manera que no encontraremos en una misma situación dos secuencias de QTE iguales. Por ello os aconsejamos que no os confiéis en aprendéroslas de memoria debido a que todas irán cambiando una y otra vez dando un plus de dificultad y diversión para el jugador. Sin embargo, el cambio más significativo que traen los QTE bajo el brazo viene dado en el ámbito visual, ya que los botones que tendremos que pulsar se nos presentarán en pantalla colocados de tal manera que imitan la posición de los botones en el mando DualShock 3 y durante un tiempo más que prudencial para que podamos reaccionar en consecuencia. De esta manera, y con un simple golpe de vista, sabremos perfectamente que botón tenemos que pulsar, permitiéndonos admirar con total comodidad la espectacularidad gráfica que transcurre en pantalla. Con esta nueva característica se consigue evitar un mal endémico dentro del género hack´n´slash, y no es otro que la imposibilidad de disfrutar plenamente de las secuencias de acción mostradas en pantalla por tener que estar demasiado atentos a los botones que aparecen en pantalla a toda velocidad.
Pero no todo será combate en God of War III ya que encontraremos algunos elementos jugables que darán un poco más de variedad en su desarrollo y que no entraremos demasiado a comentar para no chafaros la sorpresa, pero simplemente os diremos que gran parte de la espectacularidad del título viene provocado por estos momentos que conseguirán dejarnos con la boca abierta fundamentalmente por su puesta en escena, ya que lamentablemente desde el punto de vista jugable no son demasiado complejos.
Sin embargo, sí que podemos comentaros los distintos tramos en el desarrollo con un mayor contenido de plataformas cuyo control, aunque bastante básico, consigue igualmente dar ese toque de variedad. Encontraremos además otros elementos muy interesantes como la presencia de ingeniosos puzles que nos harán pararnos a reflexionar entre combate y combate para dar con su solución. Suelen ser en su mayoría unos puzles con una dificultad bastante baja, quedando reducidos en ocasiones a empujar un bloque de un sitio a otro, pero afortunadamente encontraremos otros que nos obligarán a pensar mucho más, e incluso a agudizar nuestro oído musical para descifrarlos.
Ya hemos repasado todas las posibilidades en combate de nuestro guerrero espartano, pero ¿están todos sus enemigos a la altura de las circunstancias? La respuesta es un rotundo sí. Durante el desarrollo de la aventura descubriremos una gran variedad de enemigos (muchos de ellos sacados de anteriores entregas pero que lucen mejor que nunca) cada uno con su patrón de comportamiento propio y distinta mecánica de eliminación. Si a esto le añadimos una IA (inteligencia artificial) dinámica y grupal, esto es que responden en consecuencia de todas nuestras acciones e intentarán realizar estrategias de combate en grupo para intentar acabar con nosotros; el resultado final será diversión directa para el jugador, máxime si jugamos en modo titán donde todas estas características de la IA se acentúan.
Mención aparte merece los combates contra enemigos finales en este juego que dejando a un lado toda la espectacularidad gráfica que derrocha estos enfrentamientos y de la cual hablaremos más detenidamente en el apartado “Gráficos”, encontraremos unos combates muy variados en los que necesitaremos una u otra estrategia para eliminar al enemigo en cuestión. En este sentido desde Santa Monica Studios han intentado que cada combate contra un enemigo final aporte algo diferente a la experiencia, imprimiéndole un toque de personalidad muy importante a cada encuentro. Después de habernos pasado el juego completo sólo podemos deciros que esta propuesta se ha llevado a cabo hasta el combate final con un resultado que calificaremos de sublime.
Un elemento que no puede faltar dentro del género hack´n´slash son los coleccionables. Aquellos elementos que, repartidos por el escenario, nos obligan a estar muy atentos a cada estancia recorrida o aquel cofre escondido que no acabamos de encontrar. God of War III no es una excepción, y en él encontraremos multitud de objetos por coleccionar para conseguir sus beneficios. Entre estos objetos encontraremos los clásicos Ojos de Gorgona y Plumas de Fénix, ya sabéis, reunid tres de ellos para aumentar vuestra salud y maná máximo respectivamente; y a ellos debemos sumar los nuevos Cuernos de Minotauro para aumentar la duración de nuestra barra de objeto y las Posesiones Divinas, objetos exclusivos que una vez acabada la partida por primera vez (y si lo activamos) nos otorgarán determinadas habilidades especiales (ojo que también se desactivan los trofeos). La gran mayoría de ellos se encuentran bien escondidos pero si estamos mínimamente atentos, lo podemos encontrar todos en la primera partida sin demasiadas complicaciones.
God of War III contará además con un modo Desafío del Olimpo en el que se plantearán al jugador una serie de retos en forma de situaciones de combate especiales esperando a ser superadas si queremos completar el juego al 100% (incluyendo un trofeo de oro). Este modo Desafío del Olimpo sólo estará disponible cuando completemos por primera vez la historia principal, y supone un pequeño extra que aumenta en cierto modo la rejugabilidad del título.
[BREAK=Gráficos]
Culto a Afrodita, diosa de la belleza
Sólo hay un calificativo que pueda describir lo que es capaz de ofrecer el apartado visual de God of War III, y éste es: titánico. Como un verdadero titán se muestra el apartado técnico de este título en el catálogo de PlayStation 3. No sólo por toda la espectacularidad que es capaz de mostrar en pantalla, sino por cómo lo hace y por la ambición y deseo que muestra de abarcar más y más, como queriendo sorprender (aun más) al jugador con su poderío gráfico.
Cierto es que Santa Monica Studios, con su director a la cabeza Stig Asmunssen, nos prometieron 60 fps constantes y 1080p de resolución para después no cumplirlo, pero visto el resultado final es totalmente perdonable su pequeña “traición” a sus seguidores. Calidad, detalle y optimización (sólo 5 MB de instalación en el disco duro y una única carga inicial de pocos segundos son sus mayores avales en este sentido) serán las grandes señas de identidad en el apartado gráfico de este título y que irá respetando de principio a fin cuando el juego gire en nuestras PlayStation 3.
Ahora nos disponemos a contaros con todo detalle todas las virtudes técnicas de God of War III, y por qué debemos considerarlo el nuevo referente tecnológico a batir dentro de su género y uno de los mejores títulos de PlayStation 3 desde el punto de vista visual.
El título que cierra la trilogía corre a 30 imágenes por segundo, constantes y rígidas como una roca; y a una resolución máxima de 1080i (aunque os aconsejamos configurarlo a 720p por ser su resolución nativa), para mostrar toda la acción del título en tiempo real. Absolutamente todo lo que veamos en pantalla está hecho con el mismo motor del juego, aunque a veces parezca difícil de creerlo por la calidad mostrada en todos los escenarios y modelados de personaje. Postulándose este motor gráfico como uno de los mejores de la actual generación, sin más.
Desde bien pronto, en la pantalla de título del juego en la que presenciamos un primer plano de la cara de Kratos (ya cásico en la saga), detectamos el alto nivel técnico alcanzado en el título con un modelado simplemente insuperable, contando con todo lujo de detalles como una expresión facial casi real, su dentadura con todas sus piezas y una piel perfectamente recreada en poros e imperfecciones con forma de cicatrices. Lo que bien se prometía en la pantalla del título, una vez comenzada nuestra partida se confirma: Kratos luce un aspecto y animaciones de combate insuperables. Para que os hagáis una idea del nivel de calidad alcanzado en su modelado, os diremos que éste se encuentra rediseñado desde 0 con respecto a sus anteriores apariciones para que parezca un ser humano lo más real posible tanto en aspecto como en movimiento. A este rediseño se le bautizó con el nombre de Kratos 3.0, dando lugar a un nuevo Kratos con más de 20000 polígonos en su constitución (frente a los 5000 que contaba en GoW I y II). Estos más de 20000 polígonos se moverán de maravilla gracias a unas fantásticas animaciones tanto en desplazamientos como en combate.
Tampoco se queda atrás el modelado de nuestros enemigos ya que lucirán un aspecto muy superior a lo anteriormente visto en la franquicia. En God of War III, a parte de contar con una amplia variedad de tipos de enemigos, nos resultará realmente difícil encontrar dos de ellos exactamente iguales en aspecto físico aun siendo del mismo tipo, pues cada uno de ellos contará con un modelado propio con ciertos detalles en su constitución que le diferenciará de los demás. Un detalle tan nimio como este requiere muchísimas horas de trabajo, sobre todo al saber que el número máximo de enemigos simultáneos en pantalla ha aumentado de los 15 visto en anteriores entregas, hasta un máximo de 50 componentes. Un número que marea solo de pensarlo y que al verlo en movimiento, realmente impresiona al jugador.
Hasta ahora sólo nos hemos referido a los enemigos comunes, pero God of War III cuenta con determinados enemigos finales de mayor entidad ya sean titanes, Dioses Olímpicos u otro tipo de bestias, pero todas (o la gran mayoría) cuentan con un denominador común: un diseño y acabado gráfico realmente espectaculares que, en movimiento, ponen a prueba la potencia del hardware de PlayStation 3. Gracias a estos enemigos es cuando llegan al máximo las cotas de calidad gráfica del título, no sólo por la calidad de sus diseños y puesta en escena, sino por sus enormes tamaños que obligan al título a jugar con maestría con la escala y llevar la frase de “El tamaño importa” a su máxima expresión. Hasta tal punto llega esta situación que en muchas ocasiones el gran modelado de Kratos parecerá una auténtica pulga a su lado. Es aquí donde radica y nace la ambición gráfica del título: cuando es capaz de mostrar todo esto en pantalla con la máxima solvencia, fluidez y sin ningún tipo de error.
Pero no todas las virtudes del apartado técnico de God of War III quedarán en el aspecto de personajes y enemigos, ya que cuenta con el catálogo de efectos visuales dinámicos más punteros, técnicamente hablando, de la actual generación. Efectos que van desde la sangre de enemigos empapando en tiempo real el cuerpo de Kratos y los escenarios que recorremos, pasando por unos efectos de luces y sombras también en tiempo real que fácilmente son de lo mejor que hemos visto en esta generación, y finalizando en una recreación de daños físicos de nuestras armas sobre los cuerpos de nuestros enemigos realmente espectacular. Esta recreación de daños se encuentra representada por una tecnología exclusiva llamada Zipper Tech que el equipo grafista de Santa Monica Studios ha utilizado para la ocasión. Gracias a ella podremos ver en tiempo real como abrimos o desgarramos los cuerpos de nuestros enemigos para ver sus vísceras desparramadas por el suelo. Todo ello con un comportamiento que se asemeje lo más posible a la realidad.
No queríamos cerrar nuestros comentarios sobre el apartado gráfico sin hacer mención de los magníficos escenarios que ambientarán nuestra aventura. Serán unos escenarios con una distancia de dibujado muy amplia en general, una complejidad arquitectónica importante derivada de su amplio tamaño y un nivel de detalle elevadísimo en sus texturas, conformando una dirección artística sublime. Gracias a la gran variedad en la ambientación de estos escenarios, encontraremos una rica paleta de colores en God of War III que, aunque algo oscura como la temática general que el título demanda, sabe otorgar ese toque de personalidad y distinción cromática en cada uno de sus escenarios. No olvidamos tampoco que ha quedado completamente solventado el problema de dientes de sierra que sí presentaba la demo.
En definitiva, y gracias a todos los elementos que hemos comentado, el acabado gráfico de God of War III muestra un nivel espectacular en conjunto, casi al nivel de una película de animación digital de las que podemos ver en el cine. Sin embargo, no existe nada perfecto en este mundo y God of War III no es la excepción, por lo que hilando muy fino encontramos ciertos detalles como determinadas físicas de objetos y ciertos fallos gráficos puntuales como ciertas ausencias de reflejos o levitaciones extrañas de Kratos en determinadas superficies, que no nos han gustado demasiado. Detalles nimios al lado del titánico apartado técnico conseguido, pero que no queríamos dejar de mencionar pese a que no pasan de la simple anécdota.
[BREAK=Sonido]
Como cantos de Musas
Llegamos al que quizás sea el apartado más flojo de God of War III en su versión española. Debido fundamentalmente a un doblaje al castellano que no es todo lo fiable que debería ser para estar a la altura en términos de calidad y, en ocasiones, de interpretación. Para empezar la voz escogida para interpretar a Kratos no nos acaba de convencer por quedar muy por debajo, en términos de calidad, al resto del elenco de actores de doblaje escogidos. Mientras algunas voces destacan por ser de actores de doblaje muy reconocidos en el mundillo y estar a la altura, no entendemos muy bien la decisión de esa voz para el personaje protagonista. Otro elemento bastante descompensado entre personajes, será la carga interpretativa de algunas de las voces seleccionadas. Mientras algunas destacan en este sentido, otras simplemente se muestran totalmente faltas de una carga interpretativa que un guión tan épico exige (ejemplo: atentos a la voz de Hera cuando supuestamente está bebida).
Estos defectos se hacen más que patentes cuando comparamos las voces en castellano con sus homónimos anglosajones. Resultando estos últimos simplemente sublimes y que no desentonan en absoluto con la epopeya de Kratos. Sabemos que las comparaciones son odiosas, pero en este caso la diferencia es tan abismal en algunos personajes que no nos hemos reprimido en el hecho de señalarlo.
Dicho esto, y tras este tirón de orejas para Sony España, sólo nos quedan halagos para el apartado sonoro de God of War III. Desde los efectos de sonido hasta la BSO, todo luce de maravilla y acompaña de manera excepcional a la acción. Ayudando (y mucho) a aportar esa tonalidad épica que demanda la historia presentada en pantalla.
Todas las pistas de audio y efectos de God of War III se encuentren sin comprimir a la hora de almacenarlos en el Blu-ray Disc (el juego completo ocupa alrededor de 35 GB) y, por tanto, su calidad a la hora de la audición será máxima, con unos sonidos claros y de máxima calidad. Una de las ventajas de un dispositivo de almacenamiento mayor como es el Blu-ray Disc es ésta; el poder meter todo el sonido ligado a un juego sin comprimir y sin perder un ápice de calidad.
Adentrándonos un poco a comentar la banda sonora original (BSO) de God of War III, vemos como está constituida por un total de 24 pistas de diferentes compositores que han sabido, mediante composiciones corales y orquestales de la máxima calidad, unificar registros clásicos de entregas anteriores de la franquicia con otros completamente nuevos, para conformar una BSO a la altura de las circunstancias.
[BREAK=Extras]
Ediciones del juego lanzadas al mercado
Como adelantamos en nuestra ficha técnica, God of War III ha sido lanzado al mercado en cuatro versiones diferentes con diferentes contenidos cada una. En este apartado del análisis intentaremos explicaros el contenido de cada una, además de analizar la versión coleccionista, por ser la que disponemos LaPS3.com para su análisis.
Versión normal: Se trata de la edición más simple de todas y lanzada a un precio oficial de 69,95 €. Contiene el diseño original de la carátula más el Blu-ray Disc con el juego.
Edición especial: edición lanzada 10 € más cara que la versión normal y cuya carátula es ligeramente diferente, además de contener los siguientes contenidos exclusivos:
- Juego God of War III
- Aspecto del personaje “Apollo”
- Aspecto del personaje “Guerrero olvidado”
- Código de descarga para la película Troya
Edición coleccionista: edición lanzada, al igual que la especial, 10 € más cara que la normal. Con imagen frontal exclusiva además de los siguientes contenidos exclusivos:
- Juego God of War III
- Entorno arena de combate y siete de desafíos exclusivos
- Aspecto del personaje “Dominus”
- Aspecto del personaje “Fantasma del caos”
- Postales con el diseño de personajes y criaturas presentes en el juego
Edición definitiva de la trilogía: lanzada a un precio oficial de 149,95 €, es sin lugar a dudas la versión más completa de todas y la que hará las delicias de todos los fans de la saga. Esta exclusivísima edición incluye:
- Una réplica esculpida de la Caja de Pandora
- Juego God of War III
- Juego God of War Collection (God of War y God of War II remasterizados en HD, a 60 frames/Segundo y con soporte para Trofeos)
- Contenido adicional para el juego, descargable a través de PlayStation Network: Arena de combate de God of War, que contiene un entorno exclusivo y desafíos que realizar
- Aspecto del personaje “Apolo”
- Aspecto del personaje “Dominus”
- Aspecto del personaje “Fantasma del caos”
- Aspecto del personaje “Guerrero olvidado”
- Banda sonora de la franquicia God of War: música de los juegos God of War I, II y III ( 3 CDs )
- God of War: Blood and Metal EP: un homenaje de heavy metal con música original inspirada por God of War (descargable a través de PSN)
- Libro ilustrado del videojuego que contiene tanto a personajes de los videojuegos como ideas que se quedaron a medio camino de ser incluidas
- Postales
- God of War: Desenterrando la Leyenda. Se trata de un completo documental donde se narra y detalla la historia completa de la saga God of War desde sus inicios
Siendo la Edición coleccionista de esta epopeya espartana la elegida por el equipo de redacción para analizarla, pasamos a comentaros todos sus entresijos: esta edición se encuentra presentada en formato Diggypack desplegable con detalles como una portada en relieve y efectos de color al reflejo en su parte externa. Una decoración bastante llamativa y que la diferencia lo suficiente de las otras ediciones.
Una vez sacamos el contenido de su interior podemos observar una estructura interna mucho más sobria cutos dibujos imitan a la superficie de una gran roca. Sobre esta superficie encontraremos un logotipo de God of War III impreso en relieve en su parte frontal (casi imperceptible en la foto).
Cuando abrimos y desplegamos su parte interna encontraremos, además del contenido de esta edición exclusiva y el disco del juego en su soporte de plástico, varias representaciones de criaturas del juego como soldados del Olimpo y Centauros que de algún modo darán más vistosidad a la decoración interna del conjunto.
En cuanto a los contenidos exclusivos, podremos activar los trajes adicionales una vez hayamos terminado la aventura por primera vez. Pero ojo, estos trajes no serán simples apariencias externas para Kratos, sino que otorgarán ciertas habilidades en la partida que nos darán claras ventajas sobre nuestros enemigos. Es por ello que al seleccionar alguno de estos trajes, los trofeos quedarán automáticamente desactivados. En relación a las arenas de combate y a los 7 desafíos exclusivos, estos últimos recibirán el nombre de “Desafíos del Exilio” en el que se nos presentarán alguno de los desafíos más originales del título y aportarán alguna hora más de diversión que a los usuarios que se decidieron por la edición normal. Las arenas de combate por su parte, quedarán liberadas una vez acabemos con todos los «Desafíos del Olimpo«.
[BREAK=Entre tú y yo]
La tercera parte y su trasfondo
Al ser este apartado el más subjetivo del análisis y suponer el mayor acercamiento de la opinión del redactor a su lector, aprovecharé para comentar mi vivencia con este título, además de añadir un último apartado dedicado a los trofeos del mismo.
Con muchas ganas esperaba el retorno de Kratos a una consola PlayStation. El final de God of War II me dejó intrigado y a la vez con muchas ganas de culminar la ansiada venganza de Kratos, el Fantasma de Esparta. Como yo, muchos más fans de la franquicia esperaban este juego con todas sus ganas y es precisamente esto lo que ha hecho grande a esta franquicia: su legión de fervientes seguidores que veneran a la franquicia desde sus inicios por quedar prendados con su calidad y carismática presencia.
Ahora con el juego entre manos y tras habérmelo pasado un par de veces (unas 20 horas dedicadas a ello) y haberme prácticamente estudiado todos sus detalles para elaboraros este completo análisis (otras tantas horas), puedo decir bien alto y claro que es un retorno de Kratos y a la vez un cierre a su epopeya a la altura de las circunstancias que todo amante de la franquicia, de los buenos hack´n´slash e, incluso, aquellos que intentan iniciarse en la saga con esta entrega, tienen como citada obligada con el guerrero espartano. No os defraudará.
Pero quiero dejar clara una cosa, y es con respecto a la jugabilidad de este título que podemos analizar desde dos perspectivas completamente diferentes: una que es la que encontraréis en el análisis y que supone un punto de vista de evolución y progreso con respecto a sus anteriores entregas. Ya sabéis: una jugabilidad perfeccionada y refinada con la experiencia adquirida de anteriores entregas. O bien, comparativamente con otros títulos de nuevo nacimiento dentro del género de los hack´n´ slash, que vienen pisando fuerte con una jugabilidad moderna, fresca e innovadora, imponiéndose como el futuro de este tipo de juegos. Un buen ejemplo de este último grupo será Bayonetta, el último hack´n´slash lanzado al mercado por Platinum Games, supone una apuesta arriesgada en el terreno jugable y de la que salió victoriosa en la opinión de la crítica (me incluyo) aportando nuevas ideas al género con una jugabilidad muy completa, sólida y sobre todo innovadora. Por ello, comparando este God of War III con Bayonetta, el resultado es que la jugabilidad del primero comienza a quedarse arcaica en este sentido.
Es por ello que, desde aquí, la parte más subjetiva del análisis y aportando mi opinión más personal quería dar un toque de atención a Santa Monica Studios por dedicarse a ofrecer en el terreno de la jugabilidad de God of War III lo que sus fans demandan al jugar a esta franquicia: una jugabilidad clásica pero potenciada al límite de sus posibilidades (postura por otra parte totalmente lícita), pero que no se duerman en los laureles para futuras e hipotéticas entregas dentro del género, ya que la competencia viene pisando (demasiado) fuerte.
Por último hablaremos de la lista de trofeos del juego. En número de 36 trofeos, supone una lista de trofeos bastante asequible que no tardaréis demasiado en completarla. A lo sumo, os veréis obligado a pasároslo un par de veces, estando muy atentos en la segunda ronda a que no se os escape ninguno de ellos. Para completar vuestra lista de trofeos con garantías os aconsejo que visitéis Nuestra Completa Guía de Trofeos de God of War III en el foro, para no perderos ningún detalle sobre la mejor forma de sacarlos. (Gracias a Peibol- por el trabajo para elaborarla y dejar incluir su enlace en este análisis).
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Cierre a una leyenda
God of War III supone el cierre a la franquicia que todo fan de la saga habría soñado: un apartado técnico de ensueño que sabe aprovechar perfectamente el potencial del hardware sobre el que se sustenta, una jugabilidad mejorada y potenciada hasta su límite, un sonido de lujo, una historia épica con varios momentos absolutamente brillantes que hará un hueco de honor para Kratos en la memoria de todos sus seguidores durante mucho tiempo; y una ambición por sorprender al jugador en todo momento que muy pocos juegos del catálogo actual de PlayStation 3 nos había logrado transmitir.
Es por todo esto que consideramos a God of War III todo un referente en su género y todo un buque insignia de la marca PlayStation que viene a engrosar el ya de por sí estupendo catálogo de PlayStation 3. Imprescindible.
A favor
– El retorno de Kratos a nuestras consolas. Andábamos deseosos de culminar su ansiada venganza y dejarlo en el lugar donde le corresponde
– Apartado técnico soberbio que transmite espectacularidad y calidad como muy pocos juegos de la actual generación. Titánico trabajo de Santa Mónica Studios para dar lugar un apartado técnico de lo más puntero de esta generación
– Jugabilidad potenciada y perfeccionada hasta sus límites. Poco más puede dar de sí esta fórmula jugable clásica
– Cierre de la saga a la altura. Con una ambientación épica y varios momentos argumentales especialmente brillantes, giros inesperados incluidos
– Apartado sonoro con una BSO de muchísima calidad y unos efectos de sonido detallados y muy variados. La capacidad de almacenamiento del Blu-ray Disc tiene mucho que ver en que esto sea así
– Los Desafíos del Olimpo y Arenas de combate incluidos. Consiguen añadir un poco más de rejugabilidad al título
En contra
– Resulta menos variado que God of War II
– La voz de Kratos en su versión española no nos acaba de convencer. Tampoco la interpretación de ciertos actores de doblaje se encuentra a la altura de las circunstancias
– No tener 18 años para poder disfrutarlo
– Supone el punto y final a una de las leyendas más prolíficas que ha dado lugar PlayStation. Vamos a echar mucho de menos nuevas historias de Kratos.