Análisis – Ghost of Tsushima: Director´s Cut – PlayStation 5

El año pasado Sucker Punch Productions nos deleitó con una de las mejores aventuras de acción del catálogo de PlayStation 4. La odisea de Jin Sakai exprimió al máximo el potencial de la anterior generación aprovechando los frutos de años de experiencia con el hardware para conseguir recrear una isla de Tsushima todavía presente en los jugadores y jugadoras.

Con la llegada de PlayStation 5, el juego fue parcheado para ofrecer la posibilidad de jugar a 60 fps de cara a aprovechar las nuevas oportunidades técnicas que ofrece la consola, dando una segunda oportunidad al público para volver a recorrer sus bosques y praderas.

Ahora, Sucker Punch busca crear la edición definitiva de Ghost of Tsushima, no solamente a nivel técnico sino también ampliando la experiencia con una nueva aventura adicional que busca cerrar el arco de redención del Fantasma. ¿Merece la pena esta Director´s Cut frente a la aventura original? Dentro análisis.

Cazando águilas en Iki

Sin duda el principal incentivo para adquirir esta nueva versión de Ghost of Tsushima es el DLC jugable que la acompaña. Éste se centra en el pasado del protagonista, Jin Sakai, quien viaja a la Isla de Iki (cercana a la gran isla de Tsushima) al comprobar que una tribu de mongoles, la Tribu del Águila, está masacrando a sus ciudadanos y amenazando con traer la muerte a Tsushima en cualquier momento.

A su llegada Jin descubre que los métodos del Águila, la comandante de esta misteriosa tribu, son un tanto peculiares, y no tarda en darse cuenta de que deberá enfrentarse a sus demonios interiores si quiere tanto salvar la isla de las garras de los mongoles como salvarse a sí mismo.

La misión que desbloquea el viaje a la isla de Iki y el comienzo del DLC está disponible al desbloquear la segunda zona jugable de la aventura original, por lo que no podemos acceder desde el principio, ya que el nivel de dificultad del DLC es elevado y necesitamos estar mínimamente preparados/as para afrontarlo.

La dinámica jugable es similar a la vista en la isla de Tsushima. Podemos decidir si queremos realizar directamente las misiones del arco principal del DLC o perdernos por la isla para descubrir todos sus secretos. Aparte de la nueva historia que se nos ofrece en Iki, tenemos a nuestra disposición 7 misiones secundarias, dos relatos míticos y varias historias no escritas que amplían la experiencia de juego.

Estos añadidos no se contentan con ampliar la vida útil de Ghost of Tsushima, sino que ofrecen pequeños cambios de jugabilidad que añaden un toque de variedad a las mecánicas que aprendimos en la aventura original.

Por poner un ejemplo, una de las armaduras que desbloqueamos en Iki nos impide realizar bloqueos y desvíos normales, obligándonos a realizarlos de manera perfecta, pero premiándonos con nuevos golpes de combate si dominamos esta técnica. De esta manera nos obliga a cambiar el planteamiento de los enfrentamientos para convertirlos en una experiencia realmente satisfactoria para los y las fans del combate más exigente.

Se han añadido varios enemigos nuevos dentro de las filas mongolas, siendo los más representativos los chamanes, quienes con sus cánticos extasiarán al resto de enemigos reduciendo el daño que reciben y aumentando sus fortalezas.

Pero sin duda mis favoritos son los elementos de exploración repartidos por el mapa. Siguen presentes algunos ya vistos como los balnearios en los que reposar y aumentar nuestra salud máxima, pero son las novedades las que me han enamorado en la isla de Iki.

Los santuarios de zorro han sido sustituidos por santuarios de diversos animales, en los que debemos tocar una melodía con la flauta a través de un sencillo minijuego para devolverles la paz y rememorar momentos con la madre de Jin. Asimismo podemos acceder a flashbacks del tiempo en el que pasaron juntos padre e hijo en la isla de Iki, aprendiendo más del pasado del protagonista.

También se han añadido nuevos duelos con la espada gracias al torneo de bokken y desafíos de arquería, en los que medir nuestra habilidad con las flechas para batir distintos records repartidos por toda la isla. Todos estos añadidos nos ofrecen nuevos Talismanes mayores y menores, que a mi juicio resultan más útiles y llamativos que la mayoría del juego original, ya que ofrecen mejoras pasivas más concretas que permiten adaptar mejor nuestro estilo de juego.

Completar la historia principal de la isla de Iki no lleva más de tres o cuatro horas, añadiendo dos o tres más si queremos completar todo su contenido al 100%. Con esto, el DLC se convierte en un acompañante perfecto para la aventura original, aunque a mi juicio se echa en falta algo más duración y contenido si se valora como una expansión al uso.

Maravilla audiovisual de nueva generación

En mi opinión, un juego realmente atrapa a quien tiene su mando en las manos cuando no importa recorrer su mundo de lado a lado sin tener que utilizar el viaje rápido para “ahorrar tiempo” o la exploración es un regalo y no una condena, y esto es lo que me ocurre con esta aventura.

Si ya en su versión original Ghost of Tsushima era una auténtica delicia para la vista y los oídos, su Director´s Cut ensalza todo lo visto y lo eleva a su máximo exponente. No es que se haya realizado ningún cambio técnico ni gráfico realmente sorprendente, sino que gracias a PlayStation 5 se han conseguido realzar todos los pequeños detalles que hacen a este juego una auténtica obra de arte siendo ahora capaz de moverse a 4K dinámicos y 60 fps estables.

Por ello, cosas tan simples como cabalgar mientras seguimos al viento gracias al sutil movimiento del dedo en nuestro mando y comprobar cómo el polvo, la lluvia o la luz del sol bañan toda la escena con prácticamente toda la isla de Iki en el horizonte se graban a fuego en la retina y en el corazón. Lo mismo ocurre con el combate, ya que aumentar la tasa de frames en un título de estas características se traduce en una mayor fluidez y espectacularidad en las escenas de acción, en las que si añadimos las virtudes del Modo Foto podemos conseguir instantáneas que harían soltar más de una lágrima a Kurosawa.

En Iki el paisaje cambia bastante con respecto a lo visto en la gran isla de Tsushima, con el mar como gran protagonista de este DLC. Así pues, pasaremos más tiempo recorriendo las playas y su ecosistema, dando lugar a preciosas cuevas y grandes acantilados que merece mucho la pena recorrer y explorar.

El DualSense se vuelve otro gran protagonista de esta historia gracias a su capacidad para transmitir sensaciones directamente a nuestras manos. Desde cabalgar hasta chocar la espada con la del enemigo, podemos sentir casi cualquier acción de Jin Sakai en su andadura por Iki, añadiendo un incentivo más para meternos en la piel del protagonista de lleno.

El apartado sonoro vuelve a realzar la obra a la perfección gracias a la tecnología de sonido 3D, la cual se disfruta mucho más si disponemos de auriculares ya que la sensación de inmersión se ve muy aumentada. Otro añadido reseñable es la adición de la sincronización de voz y movimientos labiales en su versión original (japonés), la cual encaja a la perfección con la obra.

En definitiva, Ghost of Tsushima Director´s Cut es una excusa perfecta tanto para las personas que ya han jugado a su versión original y se quedaron con ganas de más como para las que todavía no han puesto un pie en la isla de Tsushima ofreciendo un contenido variado y que aporta bastante a la aventura original. Si tenéis una PlayStation 5, todas las mejoras que ofrece el hardware no hacen más que realzar esta obra de arte tanto a nivel audiovisual como a nivel jugable, convirtiendo Ghost of Tsushima en una de las mejores aventuras de su catálogo hasta la fecha. Es hora de volver a desenvainar la espada.

Este análisis ha sido realizado en una PlayStation 5 gracias a una copia de prensa facilitada por Precision España.