Análisis – Genesis Alpha One
Radiation Blue nos invita a vivir una epopeya galáctica de la mano de Genesis Alpha One. El estudio independiente alemán da el salto al desarrollo de videojuegos tras haber distribuido títulos como RiME o Hitman Blood Money en su país.
Para el lanzamiento de su primer videojuego se han aliado con Team 17, la distribuidora que nos trajo la aventura alienígena, diseñada por Tim Börrefors, Planet Alpha. Gracias a la colaboración de la distribuidora británica, aterriza en nuestros sistemas PlayStation 4 esta ambiciosa aventura espacial con textos en castellano.
Genesis Alpha One mezcla distintos géneros, como shooter en primera persona, construcción de bases y supervivencia, para crear una apuesta con identidad propia. Asumimos el papel de un pionero interestelar, cuya única misión consiste en encontrar un nuevo hogar para la humanidad.
¿Consigue Genesis Alpha One sobrevivir a su largo viaje entre las estrellas? ¡Sube a bordo y prepárate a descubrirlo!
La última esperanza de la especie
Genesis Alpha One nos traslada hasta el año 2147. Nos presentan una Tierra que ha sido arrasada por las guerras, regímenes corruptos y capitalismo salvaje a partes iguales. La sobreexplotación de los recursos y la contaminación han dejado al planeta totalmente inhabitable. Las sociedades colapsan y la especie humana afronta la extinción.
Los gobiernos que aún se mantienen solo tienen una única opción para asegurar la supervivencia: apoyar a las 4 mayores corporaciones del mundo para poner en marcha el programa Génesis.
Como jugadores, asumimos el papel de uno de los intrépidos capitanes que se presentan voluntarios para comandar uno de los cruceros espaciales. Solo tenemos una única meta: encontrar un planeta habitable en la galaxia Alpha One.
Antes de comenzar el juego, tendremos que elegir una corporación. Al principio solo habrá desbloqueadas un par de ellas e iremos desbloqueando nuevas a medida que hagamos nuevos descubrimientos.
Lo mismo ocurre con la selección de la tripulación inicial y los artefactos, teniendo que conformarnos con los más básicos durante la primera partida.
Dependiendo de la corporación elegida, comenzaremos el viaje por Alpha One con distintos módulos, recursos, tripulantes y artefactos. Nuestros parámetros iniciales a nivel de gestión de la nave se verán influidos en función de si hemos elegido una corporación especializada en minería, clonación, ingeniería o seguridad.
Dicho lo anterior, lo mejor para saber qué nos aguarda en el espacio profundo y descubrir las mecánicas de juego es optar por la corporación “Tutorial”, la cual cuenta con unas estadísticas equilibradas y nos guiará durante los primeros minutos con tareas concretas.
Conocer el funcionamiento de nuestra nave interestelar y gestionar sus recursos son elementos claves si queremos tener éxito en la misión.
Capitán en el puente
Una vez nos nombren capitán (podemos elegir el sexo), lo primero que nos encontraremos será la pantalla de creación de módulos. Si hemos elegido una corporación distinta a tutorial, nuestra nave solo estará compuesta por el puente de mando, y la IA nos indicará los módulos esenciales para albergar vida a bordo.
Desde este momento, nuestra IA de abordo, I.D.A, ya nos indica que el puente, invernadero, alojamiento y rayo tractor son obligatorios para la supervivencia. Concretamente, la destrucción del puente o el invernadero pueden acarrear el fin de la partida sin remedio.
La construcción de módulos para la nave requiere de materiales (hierro principalmente) y energía para sustentar su actividad. Debemos expandir las dimensiones de la nave para albergar materiales, refinarlos, alojar a los tripulantes y continuar explorando la galaxia.
Hay muchas tareas distintas a realizar en la nave, sobre todo, cuando aumentemos sus dimensiones y cuente con distintos niveles conectados por ascensores, pudiendo llegar a crear toda una fortaleza espacial. Por suerte, somos el capitán y no tenemos que encargarnos en persona de todo.
Cada actividad en la nave puede ser asignada a un miembro de la tripulación, y cuando tengamos a muchos miembros a bordo, podemos encargar una tarea hasta a tres de ellos y agilizar los tiempos.
¿Cómo conseguimos más tripulantes? Pues construyendo un laboratorio de clonación, de esta forma se consigue un espécimen adulto al instante y listo para trabajar. A medida que exploremos planetas y encontremos nuevas formas de vida, podremos jugar a ser Dios y crear nuevas especies híbridas que sean más fuertes e inteligentes.
Por supuesto, un buen capitán debe tener siempre en cuenta el equilibrio y si tenemos más tripulantes que alojamientos, estos caerán enfermos y morirán. De la misma forma, una biosfera solo puede sustentar a un número finito de individuos.
En Genesis Alpha One, la libertad del jugador prima sobre todas las cosas. Nosotros elegimos hacia dónde viajar, qué hacer, cuándo hacerlo y cómo construir la nave. El juego no se divide en misiones ni nos da ningún otro objetivo más allá de encontrar un planeta habitable. Una dinámica de juego que recuerda a los Mount & Blade de TaleWorlds Entertainment.
¿Quiere decir que el juego carece de acción? No, en absoluto. Recurrir a las armas de asalto formará parte de nuestro día a día como capitán espacial.
Contacto establecido
Desde la comodidad de nuestra nave podemos utilizar el rayo tractor para conseguir recursos, pero, tarde o temprano, llegará el momento de descender a un planeta desconocido para encontrar minerales, plantas y biomasa necesarios para expandir nuestras operaciones.
El hangar es el módulo de la nave que alberga nuestra Cosechadora, la cual podemos utilizar siempre que queramos para organizar una expedición a los planetas del sistema solar en el que nos encontremos.
Cada planeta cuenta con un indicador de riesgo, el cual nos sirve de guía para conocer lo letal de su fauna o habitantes. A los planetas podemos bajar solos, acompañados por dos tripulantes o enviarlos por su cuenta y riesgo.
Las misiones en tierra sirven para tres cosas: extraer minerales, conseguir material genético, plantas y dar con ubicaciones de otros exploradores.
Los minerales, una vez refinados, sirven para construcción de distintos elementos; el material genético nos permitirá investigar nuevas cadenas de ADN, y las ubicaciones pueden ofrecer distintas recompensas de equipo, como armas, mejoras de traje o planos.
La expedición en tierra es un combate continuo contra las formas de vida autóctonas, cuya forma y tamaño son muy variados. Al matar a estas criaturas, podemos recolectar su biomasa (material esencial para clonar tripulantes) y muestras de ADN. Cuando obtengamos 10 muestras de ADN de una criatura de la misma especia, podremos investigarla en el laboratorio de clonación para descubrir nuevas habilidades y especies.
Al empezar la aventura, contaremos con un arsenal básico que incluye pistola láser y rifle de asalto. Como todo lo demás en Genesis Alpha One, crear balas requiere de recursos. Por suerte, la pistola cuenta con munición infinita a pesar de su poca cadencia de fuego y daño.
La exploración se complicará cuando lleguemos a planetas donde los habitantes son más parecidos a los humanos y cuentan con su propio arsenal, el cual también podremos recoger y analizar para añadirlos a nuestra armería.
Tampoco tardaremos en descubrir que nuestra nave no es un lugar 100% seguro. Con el rayo tractor, no solo conseguiremos recursos, también será la puerta de entrada de alienígenas en nuestras instalaciones.
Un polizón de otro planeta puede colarse en los conductos de ventilación, poner huevos, crear nidos y desatar toda una plaga que vaya dando caza a nuestra tripulación. Será inevitable que las criaturas aborden la nave, pero existen medidas de seguridad que acabarán con ellas.
Las criaturas que se cuelan a través del rayo tractor pueden eliminarse fácilmente colocando un par de torretas automáticas en la estancia. Sin embargo, necesitaremos de mayores medidas de seguridad para acabar con los invasores más aguerridos.
No estaremos solos en la galaxia y otras razas alienígenas surcan el espacio con sus naves y armas de asalto. Al movernos de un cuadrante a otro de la galaxia, corremos el riesgo de coincidir con una avanzada raza alienígena. Estos serán hostiles y abordarán nuestra, aniquilando todo lo que encuentren a su paso, y dando lugar a intensos tiroteos en los que nos lo jugamos todo.
Si tenemos la mala suerte de ser abordados en los primeros compases de la aventura, momento en el que contamos con poco personal y nulas medidas de seguridad, la expedición llegará a su fin.
¿Por qué decimos que se acaba la expedición? Pues porque Genesis Alpha One no dispone de la posibilidad de guardar manualmente, y todo avance se registra automáticamente, lo que implica que cometer un error se paga caro.
La muerte de nuestro personaje no es el fin de la partida, y pasamos a controlar al siguiente miembro de la tripulación en la jerarquía. La partida acaba si nos quedamos sin tripulación, momento en el que nos veremos obligados a comenzar de nuevo. Por suerte, los descubrimientos hechos durante la partida se pueden exportar a la nueva.
Homenaje a la ciencia ficción
Nos encontramos ante un juego que no solo mezcla elementos FPS, gestión de recursos y supervivencia, sino que también es un homenaje constante a la ciencia ficción de los años 80 y 90, tanto a nivel visual como sonoro.
El aire retro inunda nuestra nave con los pósters de películas que cuelgan en los alojamientos y los ordenadores con MS-DOS, el sistema operativo del futuro, según las películas de la época. También nos asaltará el déjà vu cuando tengamos que perseguir a un alien por la nave o nos encontremos huevos a punto de eclosionar.
La ambientación de ciencia ficción clásica le sienta bien, sobre todo, al tratarse de un título independiente que no cuenta con los recursos de una gran producción. Los escenarios cuentan con un acabado mucho más cuidado en comparación con los personajes, los cuales no son nada expresivos.
La falta de recursos artísticos también se hace notar en los planetas que visitamos. Estos cuentan con criaturas y fauna distintas, pero siempre repiten la misma distribución: un escenario circular, plano y cerrado.
Genesis Alpha One quiere abarcarlo todo, y cumple lo prometido con su atrevida propuesta independiente. Sin embargo, siempre nos quedará la duda de cuál habría sido su auténtico potencial si hubiese contado con un presupuesto mayor.