Análisis FIFA 17
Es queja habitual la falta innovación que suele haber en esto de las franquicias con entregas anuales. Pocas novedades que se limitan a pulir una base más o menos estable y que repercuten en una mejoría pequeña que rara vez justifica de verdad su compra; dejando de lado claro el asunto de licencias, actualizaciones de equipos y demás. FIFA 17 supone todo lo contrario a lo descrito; más bien el cambio radical que se ve en pocas ocasiones y que es capaz de revolucionar todas las reglas preestablecidas para acabar creando un juego todavía mejor. Más mérito tiene aún esto cuando se está en una posición hegemónica, sí, esa en la que está FIFA situado desde hace muchos, muchos años.
Aquí hablo justamente de riesgo, de poner en peligro una ventaja considerable por ofrecer al aficionado algo distinto. La saga FIFA lleva ya con éste dos cambios de motor en la generación, algo que no se acostumbra tampoco a ver en la industria del videojuego. Aquí se ha pasado del Ignite Engine (el que iba a ser el pilar de todos los juegos deportivos de EA) al Frostbite, ese motor de DICE tan polivalente como potente que ya ha dado o está dando forma a franquicias míticas como Star War Battlefront, Mass Effect, Dragon Age, Need for Speed y, por supuesto, Battlefield. Pero no solo de gráficos y físicas va esto de FIFA 17, porque EA SPORTS se ha atrevido además a romper moldes con uno de los modos de juego que lo cambia todo para este año: El Camino.
Muchos dirán que no es tanta novedad, que 2K Sports ya lo lleva haciendo varios años con NBA 2K; y realmente tengan razón. Pero eso no quita para que El Camino se note fresco y sobre todo necesario desde el primer momento de probarlo. ¿Cómo hemos podido vivir tantas entregas de FIFA sin un modo como este? Para el que no sepa de qué va el tema, FIFA 17 propone encarnar el papel de Alex Hunter, un futbolista ficticio cuya meta es llegar a convertirse en una de las grandes estrellas del panorama futbolístico. Para ello, el juego te lleva a vivir tus primeras andanzas como alevín, a hacer las pruebas para ingresar en cualquiera de los equipo de la Premier League y finalmente a desarrollar tu carrera como desees. Todo ello desde un punto de vista cinematográfico total logrando, gracias al Frostbite, una cantidad aceptable de localizaciones como la casa del chico, el campo de entrenamiento, el despacho del manager o los interiores de los estadios para contextualizar totalmente todo lo que pueda envolver a una estrella emergente.
Lo grandioso de todo esto es que al que le apasione el fútbol vivirá todo lo que le suceda a Alex Hunter con emocionante deseo y empatía. El hecho de que te llame el equipo de tus sueños para jugar en él, te cruces con tu ídolo en el interior de un estadio o veas tu camiseta colgada esperándote en el vestuario son situaciones que a cualquiera que ame del deporte rey no le pasarán inadvertidas. Además, la historia personal que subyace a la evolución de la carrera de Alex Hunter, pese a no ser nada del otro mundo, atrapa y genera más y más interés, sobre todo por ese choque de egos constante y ese toque tan británico que de alguna manera recuerda en ocasiones a The Damned United (2009). Y es que no solo FIFA 17 se beneficia de tecnología de otros estudios de EA para construir todo el juego, sino que toma también prestada la experiencia en crear historias de Bioware para poder llevar a cabo algo tan bueno como El Camino.
La historia personal que subyace a la evolución de la carrera de Alex Hunter, pese a no ser nada del otro mundo, atrapa y genera más y más interés, sobre todo por ese choque de egos constante y ese toque tan británico que de alguna manera recuerda en ocasiones a The Damned United (2009).
A nivel interactivo, este modo de juego alterna situaciones de entrenamiento (como las de los juegos de habilidad) donde se podrá ganar experiencia cuál RPG, con partidos en los que uno puede decidir si controlar solo al jugador o al equipo entero. Entre medias, esa alianza con Bioware queda patente por la capacidad que tiene el usuario para decidir si quiere que su futbolista sea un Cristiano Ronaldo de la vida, alguien tan humilde como Andrés Iniesta o un deportista que no se quiere mojar en absoluto en sus declaraciones. Estas respuestas marcarán la actitud de Alex Hunter ante cualquier conversación y también influirán en la relación con el manager del equipo tanto o más como el rendimiento que tengamos en el entrenamiento. Sin embargo, la historia no cambiará se conteste lo que se conteste. Eso sí, EA SPORTS ha preparado hasta una especie de base de operaciones donde veremos cómo suben los seguidores de Alex Hunter en Twitter, cuáles son las tendencias de nuestra historia y qué dice la gente sobre nosotros.
Pero todo esto, hasta El Camino, bebe obviamente de la jugabilidad que ofrece FIFA 17 ahora de la mano del motor Frostbite. Ignite Engine no logró durante las últimas entregas evidenciar el cambio de generación y el salto que debería haber dado la franquicia, pero eso cambia por completo con esta herramienta. La incidencia más evidente del uso del Frostbite viene dada por las físicas y las colisiones, dos aspectos fundamentales en cualquier juego de fútbol y que en esta entrega se muestran con un realismo nunca visto hasta el momento. Esta mejora se nota simplemente en el ligero contacto que puede tener cada futbolista con el rival, en la manera en la que le cae y controla la pelota o incluso en las carreras con balón, donde el esférico y el jugador dejan de ser uno solo para convertirse en dos agentes totalmente diferentes. Tienes la sensación en cada partido que cualquier ligero contacto va a hacer que un movimiento determinado tenga resultados diferentes para cada situación. Esto motiva al usuario a mimar el tempo a la hora de tocar la pelota, el medir bien los pases o incluso colocar el cuero de forma adecuada para ejecutar correctamente lo que se tenga en mente. FIFA 17 se convierte así en una opción que mira mucho más a la simulación que PES, pero que sorprendentemente no renuncia a la diversión a la hora de instaurar todo esto.
Sin embargo, y a pesar del cambio de motor, FIFA 17 continúa siendo FIFA en el sentido de que la base jugable no se ve alterada, y eso es bueno. Ya lo habéis podido ver en la demo, el juego es reconocible a todos luces, y eso da una muestra también del tiempo que lleva EA SPORTS trabajando en este cambio para que todo lo que podría haber salido mal, salga bien. La entrega de este año se nota menos frenética que en anteriores, premiando la pausa en el centro del campo y la creación de las jugadas de gol desde aquí. Sin embargo, y aunque parezca contradictorio, el juego acaba siendo mucho más divertido y satisfactorio por otro motivo: lo que EA SPORTS denomina como Sistema de Inteligencia Activa. No es ni más ni menos que otra de las novedades clave en este título y que afecta de lleno a la inteligencia artificial de todos los jugadores sobre el terreno de juego. Esto repercute en que se beneficie directamente la forma de atacar y crear jugadas de gol, pues la manera en la que se mueven los jugadores y crean desmarques favorece muchísimo el espectáculo, la ejecución de goles y el fútbol en general como entretenimiento. El año pasado a EA SPORTS se le fue un poco la mano con una defensa mucho más competente que la habilidad de los atacantes y, en lugar de bajar la eficiencia de los primeros, han conseguido dar más herramientas a los segundos a base de pura y dura inteligencia artificial.
Además, FIFA 17 supone un cambio en todo lo referente a la ejecución de las faltas, los saques de esquina y los penaltis. Se ha llevado a cabo un lavado de cara general de estas mecánicas, provocando en todas ellas que el usuario pueda ser mucho más táctico y estratégico si así lo desea. De esta manera, los saques de esquina o los tiros libres indirectos se ejecutan ahora señalando al jugador que se busca y la zona más o menos de recepción, midiendo con el centro la potencia y el efecto. Por otro lado, en los penaltis o los tiros libres directos se puede ajustar la carrera del jugador y su posición de partida para ampliar enormemente las opciones de tiro del jugador. En definitiva, los amantes de las jugadas ensayadas puedes estar de completa enhorabuena, porque por fin EA SPORTS se decide a cambiar algo estático durante muchos años por una alternativa mucho mejor.
Retomando la senda de los modos de juego, es incuestionable que FIFA ha girado últimamente alrededor de un modo en concreto: el FIFA Ultimate Team. Una de las modalidades más jugadas por todo el mundo ha vuelto a mimarse este año, ofreciendo EA SPORTS novedades de peso que generarán más interés por parte de los asiduos a esta modalidad. Hablo concretamente de los Desafíos de Creación de Plantillas y de FIFA Ultimate Team Champions. El primero permite completar retos en base a la confección de conjuntos bajo una serie de normas, ganando así interesantes premios. El segundo no es ni más ni menos que la nueva organización de campeonatos que ofrece la posibilidad de competir en torneos diarios para ganar recompensas y obtener acceso a la Jornada, donde se anima a vencer en tantos partidos como se pueda para llegar a la categoría más alta y así obtener mayores premios. Los mejores entrarán de lleno en lo que EA SPORTS ha denominado como FIFA Ultimate Team Championship Series, su apuesta por los eSports plagada de premios para los ganadores.
Las novedades en el resto de modos son algo más escasas, y diría que hasta insuficientes. En Carrera, ese modo en el que puedes controlar casi todo lo que sucede dentro de un club de fútbol como manager, se han añadido cinco objetivos para cumplir desde la dirección, a saber: éxitos nacionales, éxitos continentales, difusión de la marca, finanzas y desarrollo juvenil. Además se ha revisado el sistema económico para valorar en cada momento el dinero que entra y sale en base a los jugadores contratados. Clubes Pro, por su parte, supone la creación de un futbolista y la posibilidad de jugar con él en partidos de hasta 22 jugadores. La novedad este año pasa por la progresión del jugador, que cambia ligeramente con respecto a anteriores entregas. Temporadas, como es lógico, no sufre ningún tipo de cambio y se postula de nuevo como la opción rápida para jugar a un online que no ha generado ningún problema durante el transcurso de esta crítica.
Y si en la jugabilidad se han notado cambios sustanciales gracias al Frostbite, el apartado visual todavía más de la mano del motor de DICE. FIFA 17 da un potente salto hacia delante con un aspecto realista en la mayor parte de sus futbolistas, tanto en las caras como en los modelados de cada cuerpo. Tal vez lo de los rostros sea una de las asignaturas pendientes de la franquicia, pero que este año se empieza a solucionar eficientemente con el uso de esta herramienta gráfica. Por otro lado, es absolutamente genial cómo se desenvuelven las animaciones en las camisetas, no habiendo visto algo así nunca en ningún juego deportivo.
Pero si hay algo que sorprende es la ambientación, los estadios más específicamente. FIFA 17 logra contextualizar la emoción del fútbol a las mil maravillas justo porque todo lo que rodea al partido luce de escándalo. La iluminación de los focos en particular tiene una naturalidad que no recuerdo en ningún otro título de deportes, y que afecta positivamente tanto a las sombras como al aspecto general del terreno de juego. Qué decir pues de la recreación casi perfecta de los 51 estadios reales de los 79 disponibles, con el diseño de la parte exterior de los mismos e incluso la integración de cánticos típicos de algunos equipos. Lo que pasa dentro del terreno de juego también se exhibe a un alto nivel, como los cambios meteorológicos o las diferentes horas del día a las que se juegue un partido, donde la luz de nuevo se deja notar para bien. EA SPORTS tampoco escatima en animaciones de todo tipo que te meten de lleno en cada encuentro, como la señalización del árbitro de la distancia de la barrera con el aerosol evanescente, las cámaras de televisión que siguen el balón o los recogepelotas que están atentos para que el ritmo de juego no se corte cuando el esférico sale por la línea de cal.
En el tema acústico las cosas no pintan tan bien, aunque tampoco mal. La banda sonora no brilla especialmente y no parece ser uno de esos FIFA a los que asocies una canción determinada. Manolo Lama, Paco González y Antonio Ruiz vuelven de nuevo con la misma cháchara de siempre, pero con las frases extras de rigor para notar que estamos en una entrega diferente. En el modo El Camino no se han doblado las voces y solo contamos con subtítulos, un hecho que no considero erróneo sobre todo porque se refuerza así la historia anclada en un contexto puramente británico.
[RELACIONADO=DICE como centro de todo]Electronic Arts ha apostado muy fuerte en esta generación por usar el histórico motor de DICE que va ya por su cuarta evolución con este Frostbite 3. Ignite Engine pasa a un tercer plano con la entrada de este motor en los juegos de deportes, y casi todos sus juegos usan ya una herramienta que ha dado muy buenos resultados a la compañía.[/RELACIONADO]Y hablando de contextualización, claro, si en PES las licencias son un problema, aquí todo lo contrario. Además de esa enorme cantidad de estadios reales entre los que se encuentran Stamford Bridge, el Santiago Bernabéu, Allianz Arena o Mestalla, por ejemplo, FIFA 17 tiene en exclusiva la Liga Española, la Premier League, la Bundesliga y la MLS, con la novedad de la Liga Japonesa y manteniendo el volumen habitual de otras competiciones. El acuerdo con la Premier League, que viene ya del año pasado, genera además que los entrenadores estén totalmente recreados, siendo muy curioso e impresionante el papel relevante (al menos visualmente) que de repente tienen Guardiola o Mourinho.
La pregunta de todos los años comenzaba con el análisis de PES 2017, ¿cuál es la mejor opción para este año? Con la crítica de FIFA 17 ya tenemos respuesta, y es que el juego de EA SPORTS se ha decidido por fin a implementar un modo historia que era necesario y a revisar toda una base jugable que lleva años funcionando bien. La duda principal con esta entrega era saber si la inclusión del Frostbite iba a salir bien ya en el primer año, y sin lugar a dudas es el mayor logro que el estudio ha podido conseguir. El Sistema de Inteligencia Activa es la sorpresa agradable de un juego que va a dejar muy buenos momentos a todos los usuarios, beneficiando por fin al espectáculo, al fútbol y, en definitiva, al gol.