Análisis F1 2017

Un año más, los amantes del mayor espectáculo del mundo reciben con los brazos abiertos el videojuego oficial del Campeonato Mundial de Fórmula 1. Codemasters se encarga, como viene siendo habitual desde hace tiempo, de desarrollar un título con bastante contenido, aunque puede que no lo suficientemente novedoso como para contentar a los que busquen una experiencia mucho más completa que la ofrecida con la entrega anterior. Como buena franquicia anual mantiene un buen nivel de jugabilidad y ofrece algunos añadidos con respecto a F1 2016, aunque no arriesga en ningún aspecto y se mantiene tan fiel a los principios de la franquicia como cabría esperar.

Los cambios habituales en la reglamentación del campeonato marcan la diferencia en esta entrega, con una jugabilidad más pulida que sigue buscando ofrecer la mejor experiencia a los usuarios aficionados al motor y a la alta velocidad. Codemasters lanzó hace poco un título tan notable como DiRT 4, que conseguía con éxito unir jugabilidad hardcore con arcade para intentar llegar a todo tipo de públicos. F1 2017 va por otro camino, uno tan loable como es el de intentar ser el mejor producto posible de una marca tan potente como la de Fórmula 1, aunque también apuesta por esa unión de estilos de juego que lo hacen atractivo para expertos y novatos. Al igual que sucede con los juegos de cualquier otro deporte que llegan a las tiendas cada año, Codemasters sigue retocando elementos de su criatura para intentar ofrecer un título más completo que justifique un nuevo desembolso. Algo que, más o menos, han conseguido.

Monoplazas clásicos y una campaña más completa

Al igual que sucedía en la anterior entrega de la marca, F1 2017 ofrece un extenso modo carrera que añade algunas cuestiones nuevas, elementos que nos llevan a gestionar diferentes aspectos de la trayectoria profesional de nuestro piloto más allá de la simple conducción. Así, la relación con nuestro agente o la novedosa sala de Ingeniería en la que podemos invertir en I+D gracias a los puntos ganados en las carreras ayudan a la hora de otorgarle mayor profundidad a la campaña, que no obstante está lejos de ser tan intensa como la de otros juegos deportivos. Sí resulta satisfactorio ver a nuestro álter ego virtual (ya sea hombre o mujer, una de las novedades de esta edición) subir posiciones en la tabla clasificatoria, así como satisface descubrir que nuestros esfuerzos al volante tienen su recompensa dentro del título.

Uno de los extras más interesantes de este modo carrera reside en la posibilidad de conducir coches clásicos de F1, algo que sin duda disfrutarán mucho más lo que conocen la historia de la competición. Vehículos míticos como el McLaren MP4/4 de Alain Prost y Ayrton Senna o el Williams FW14B de Nigel Mansell y Riccardo Patrese se suman a una colección de viejas glorias en la que también destacan el Ferrari 412 T2 de Jean Alesi o el más reciente Renault R26 que ayudó a Fernando Alonso a conseguir su segundo Mundial. Todo ello sin olvidarnos de la presencia obligatoria de todos los pilotos, escuderías y circuitos oficiales de la temporada que nos ocupa. Codemasters añade, para darle más empaque al conjunto, cuatro trazados alternativos en UK, Bahréin, EEUU y Japón que no hacen más que sumar elementos a la propuesta.

Más allá de los habituales modos de juego, F1 2017 apuesta por ofrecer una jugabilidad ya conocida, una que los habituales de la franquicia tienen más que dominada. Como decía hace varios párrafos, Codemasters es consciente de que tanto usuarios expertos como no iniciados en el género de la conducción tienen interés en esta marca, por lo que intenta contentar a todos ellos ofreciendo diferentes grados de profundidad jugable, todos ellos bastante bien implementados. Mientras que su vertiente arcade es accesible y fácil de asimilar, es en su apartado más cercano a la simulación donde el estudio inglés sabe demostrar su potencial. La cantidad de parámetros ajustables es considerable y aunque el resultado no sea de simulación absoluta, los más exigentes estarán satisfechos con el resultado final.

Toquetear hasta el último rincón del motor de nuestro bólido resulta tan interesante como otros ajustes que hacen más duro al rival (aunque la IA hace cosas muy extrañas de vez en cuando) o que determinan parámetros de todo tipo relacionados con los neumáticos que utilizamos. Casi todo lo que a Codemasters se le ha pasado por la cabeza se puede editar de alguna forma, siempre pensando en el mejor control posible tanto para aquellos que utilizan DualShock 4 como para los más exigentes, que preferirán hacer uso de uno de los volantes compatibles con el título. En mi caso pude probar ambas formas de control y, aunque con el volante se consigue una mayor sensación de realismo, la comodidad que reporta el mando de PS4 para quienes no tenemos una zona habilitada para juegos de conducción y simulación es innegable.

Dejando claro que en su vertiente jugable cumple de manera notable, F1 2017 se queda a medio gas en lo técnico, con un apartado audiovisual que casi no presenta novedades con respecto a la entrega del año anterior. La injustificada presencia de errores como el tearing hacen que el título desluzca, aunque imagino que el problema se verá solucionado con alguna actualización futura. Codemasters juega bien sus cartas con los cambios dinámicos del tiempo, así como consigue una buena sensación de velocidad, pero aún no logra presentar el título más pulido de la marca. F1 2017 llega completamente localizado al español, algo ya habitual en la franquicia desde hace tiempo.

F1 2017 es un título trabajado que demuestra una vez más el poderío de Codemasters a la hora de plantear títulos de conducción que sepan dejar satisfechos a jugadores expertos y novatos por igual. No obstante, aunque presenta algunas novedades con respecto a la edición de 2016, se mantiene esa sensación de producto que puede llegar a ser mucho más y no lo consigue. Al renovado modo carrera conviene sumar los clásicos Contrarreloj y Gran Premio, además de un multijugador que permite hasta 20 usuarios de forma simultánea por carrera (y que no inventa nada). Gustará a los incondicionales de la marca, mientras que Codemasters sigue dejando su sello en un apartado jugable estupendo que puede dar mejores resultados en entregas posteriores si va acompañado de un renovado apartado gráfico.