Análisis Duke Nukem 3D Megaton Edition (PS Vita)
Hace diecinueve años 3D Realms nos sorprendió con un gran juego que a día de hoy aparece de nuevo en la consola portátil de Sony. Es exactamente el mismo, no ha cambiado nada, es un port desde la versión que pudimos machacar y recorrer incontables veces en nuestros PC’s que todavía contaban con procesadores Intel 486. Quizás por eso a este Duke Nukem se le noten las arrugas, ha envejecido mal y ahora parece un juego muy viejo tras vivir un boom de shooters en primera persona durante la anterior generación de consolas que han hecho evolucionar el género de manera notable, no solo de forma gráfica y audible, sino que las mecánicas de juego también han mejorado hacia un control más satisfactorio al apuntar.
Los más nostálgicos podrán rememorar las peripecias de nuestro deslenguado amigo Duke mientras vuelve a enfrentarse a los alienígenas invasores que tantos dolores de cabeza le han dado, sin olvidarse de las chicas a las que puede piropear y acosar con sus dotes poco galantes. Los que nunca lo hubiesen probado antes y además no hayan visto propuestas de la época tales como el pionero WolfenStein[ original o los dos primeros Doom, a los que vino a mejorar de forma notable la propuesta de 3D Realms y después superada por el genial Rise of the Triad, se encontrarán con un motor gráfico tosco que hizo furor en los años noventa y que compitió de tú a tú con un juego de la talla de Quake, pero quedará en sus retinas como una aberración al compararlo con los motores actuales como el Frosbite.
El lanzamiento original de Duke Nukem 3D tuvo lugar en 1996 y la trama sucedía en un futuro cercano donde los alienígenas intentaban invadir nuestro bello planeta encontrándose con la férrea oposición de la peor versión de un macho ibérico que se pueda llegar a imaginar. En su momento la actitud machista del personaje le trajo no pocas críticas precisamente, pero el videojuego fue todo un éxito, a pesar de que su motor gráfico Build en realidad no llegaba a mostrar unos gráficos 3D reales sino que se quedaba más bien en 2,5D, ya que los mapas seguían siendo en dos dimensiones y los elementos que podíamos ver en pantalla estaban realizados con sprites y no con polígonos.
La versión que nos llega a PS Vita es lo más completa posible al incluir la expansión del original, que amplió en un acto más los tres que trae el juego, además de otras tres expansiones que fueron desarrolladas bajo “licencia” por otros estudios. Atomic Edition es el nombre que se le dio a la expansión desarrollada por 3D Realms mientras que Sunstorm Interactive nos trajo otras dos, Duke Caribbean: Life’s a beach y Duke it out in D.C; mientras que Simply Silly Software y WizardWorks desarrollaron la última de ellas que forma parte de esta recopilación, Duke: Nuclear Winter. En Duke Caribbean podemos aprovechar que Duke está de vacaciones para combatir la amenaza alien en un ambiente soleado y playero, en Duke it out in D.C. debemos liberar al presidente Bill Clinton que ha sido secuestrado por los alienígenas mientras recorremos algunos de los lugares más reconocibles de Washington como la Casa Blanca, el museo Smithsonian o la sede central del FBI. Durante Duke: Nuclear Winter debemos evitar que el control que los aliens tienen sobre Papa Noel acabe en desastre mientras recorremos niveles con nieve hasta en los tobillos.
El sentido del humor de sus desarrolladores, que podemos ver plasmado tanto en los enemigos que vamos encontrando a lo largo de la gran cantidad de niveles que tiene el juego, así como las expresiones y situaciones que nos rodean, lo convirtieron en una propuesta diferente frente a sus competidores de los años noventa, que afrontaban todo desde un punto de vista más formal y nada irreverente, todo lo contrario que podemos esperar del bueno Duke. Sin duda una de las señas de identidad más reconocibles en todos los juegos de la saga.
La gran cantidad de recovecos ocultos, el considerable tamaño de sus mapas y los muchos secretos que se esconden en zonas ocultas lo convierten en un juego en el que perderse si eres capaz de soportar su caduco aspecto gráfico. Esa característica hace que los niveles no sean lineales y tengamos que explorar bastante para encontrar llaves que nos permitan acceder a otras dependencias, así como afrontar sencillos puzzles en los que debemos encontrar la combinación de botones para poder abrir el acceso a puertas o a otras zonas mediante incluso demoliciones controladas de edificios.
El manejo del personaje puede resultar un poco brusco al apuntar, aunque no sufre ralentizaciones y nos permite vaciar cargadores de nuestras muy diferentes armas con mucha facilidad. Esa variedad pasa por nuestra pistola, una escopeta, una ametralladora de múltiples cañones, lanzacohetes, granadas de explosión remota… Los efectos de luces y un rápido movimiento de la cámara al girar con nuestro personaje pueden resultar un poco molestos a medida que jugamos. Una fidedigna adaptación de lo que en su momento fue pero llega muy tarde para aportar nada nuevo. Al menos nos ha llegado de forma gratuita para los que disfrutamos de una membresía activa a PlayStation Plus en este mes de enero.