Análisis Drawn to Death

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Garabatos multijugador bizarros con la firma de David Jaffe
Por Antonio López 7 abril, 2017

Descubrir lo nuevo de un creativo como David Jaffe siempre es positivo. El creador de propuestas tan emblemáticas para la familia PlayStation como God of War o Twisted Metal aterriza ahora en PSN con un título centrado exclusivamente en su vertiente mutijugador, marcado de forma clara por un apartado artístico de lo más original, aunque también rodeado por una serie de aspectos que no resultan igual de positivos en la valoración final. Drawn to Death está disponible de forma gratuita para los usuarios con suscripción a PlayStation Plus, lo que sumado al escaso interés que despierta la Colección de Juegos Instantánea en abril, puede hacer que se convierta en un gran éxito en lo referente al número de jugadores, aunque habrá que ver si consigue aguantar el tirón durante mucho tiempo.

De la mente de un adolescente bastante trastornado surgen una serie de personajes imposibles que se enfrentan unos a otros en las páginas de un cuaderno que tiene más vida que muchos de los multijugadores que pueblan PSN y otras plataformas de juego online. La personalidad que desprende la obra de Jaffe es incuestionable, aunque puede que la euforia inicial se desvanezca pasadas unas horas. También hacen acto de presencia unos micropagos que van a traer cola y que llegan a desequilibrar el juego, aunque de esta cuestión y de muchas otras más hablaré durante los próximos párrafos de este análisis.

Multijugador perverso para hasta cuatro usuarios

Como decía, Drawn to Death nos lleva hasta el cuaderno de un estudiante de instituto perversamente creativo. Toda su furia aparece reflejada en los diseños de los diferentes personajes que tenemos a nuestra disposición, todos ellos bastante llamativos, así como en las propias armas y escenarios en los que vamos a patearnos el culo contra otros jugadores. Puede que el aspecto más destacable que he descubierto en el título de Jaffe sea su apartado artístico, como ya he dejado caer antes, aunque también entiendo a la perfección que no todo el mundo encuentre este universo de garabatos, violencia y punk gamberro tan atractivo. Ya en su anuncio hubo reacciones de todo tipo y ahora, con el juego ya disponible en PSN, los puntos de vista enfrentados en relación a su estética van a chocar más que nunca.

Dejando todo este aspecto artístico y gráfico para más adelante, Drawn to Death responde, en términos jugables, a lo que se puede esperar de un shooter multijugador en tercera persona. Tenemos un total de seis personajes entre los que elegir, todos ellos con sus habilidades y características únicas. De nuevo, lo más interesante de estos «héroes» bizarros lo encontramos en su propio diseño, con ideas tan locas como la de un tiburón hembra con habilidades ninja o un ser indescriptible que lleva en la cabeza un conejo de peluche gigante y va armado con una motosierra. Todo de lo más normal, las típicas cosas que tiene un adolescente en la quijotera. Si este adolescente estuviera ingresado en un hospital psiquiátrico, claro. Bromas a un lado, cada uno de estos personajes puede cargar con hasta tres armas, aunque también debemos seleccionar tres extra para poder encontrarlas luego desparramadas por el escenario.

Drawn to Death también hace alarde de un arsenal imposible, deliciosa y macabramente diseño, capaz de utilizar una pelota de balón prisionero como arma o de convertirnos durante unos momentos en la mano todopoderosa del adolescente que aniquila a sus creaciones como si de un dios se tratase. Todo en esta producción responde a ideas de lo más inverosímiles y puede que ese sea su principal atractivo: lograr alejarse de los patrones establecidos en un género que está tan saturado que parece imposible innovar en algún aspecto, cuando todavía se pueden idear cosas nuevas a nivel artístico.

Donde el título de David Jaffe no arriesga tanto en su oferta de modos de juego, con opciones que todos conocemos a estas alturas, incluso alguien como yo, que no siento un especial cariño por los títulos multijugador en línea. Drawn to Death permite que hasta cuatro jugadores se destrocen entre sí, con algunos modos que permiten enfrentamientos individuales o de 1vs1. Duelo básico (en el que ganamos un punto por matar, perdemos uno por morir y conseguimos la victoria por sumar cinco) o Camorra (dos únicos jugadores, luchando por ser el mejor de siete rondas) son algunos ejemplos de lo que aguarda en esta propuesta. El título prescinde de presentar una campaña u opciones de juego offline, más allá de un tutorial que deja claros los conceptos básicos de la obra.

Drawn to Death se puede descargar de forma gratuita con una suscripción a PlayStation Plus, al menos durante este mes de abril. Los jugadores que no están suscriptos a este servicio deben pagar 19,99 euros por él, aunque sin una membresía a dicho servicio extra no pueden acceder a las opciones online del juego, que son básicamente todas. Títulos como Rocket League arrasaron tras su inclusión en la Colección de Juegos Instantánea y después vendieron bien, aunque habrá que ver si esta aventura de trazos gruesos y violentos consigue repetir la jugada porque, como digo, puede cansar después de varias partidas por la saturación que produce su particular estética que, aunque me haya gustado, no deja de ser demasiado «especial».

Tan especial como son sus micropagos, el elemento más negativo del conjunto, uno capaz de desequilibrar la balanza y hacer que algunos jugadores tengan ventaja sobre otros. Esta forma de negocio está muy extendida hoy en día y sabemos perfectamente lo que puede suponer para una propuesta que tienen en la competencia entre usuarios su principal característica jugable. Junto a los clásicas disfraces especiales y otros extras cosméticos que no hacen nada más que dar variedad al conjunto, existen elementos que se pueden comprar y que, por ejemplo, desbloquean todas las armas del juego, lo que genera un inevitable desequilibrio entre jugadores. El título, por cierto, está repleto de elementos desbloqueables (como las Llaves Sangrientas o las mencionadas armas) que implican un buen montón de horas para ser conseguidos en su totalidad.

Volviendo al aspecto jugable, Drawn to Death presenta además diferentes opciones a la hora de afrontar una partida, que puede ser clasificatoria o amistosa (esta última opción no recompensa al jugador con PE y tampoco le aporta experiencia al personaje). Hay un total de siete mapas a nuestra disposición, todos ellos con un diseño notable, que posibilita que las partidas se sucedan de forma divertida, con una duración que ronda entre los 8 y los 12 minutos por encuentro. Con todo, puede que la saturada interfaz o la confusión que genera el propio apartado artístico de la obra, de como resultado un conjunto algo irregular, que no termina de adaptar bien la velocidad de los movimientos de nuestros personajes a las posibilidades reales del título.

Drawn to Death, como ya he destacado hasta la extenuación, hace gala de un apartado artístico original y diferente. La mente enferma de Jaffe y de sus colegas diseñadores da como resultado un mundo repleto de trazos diabólicos y enfermizos que se conjugan a la perfección con el tono gamberro y punk que desea transmitir el juego. También como he destacado antes, el arte del título no resultará agradable para todos los jugadores, por lo que para muchos puede ser su principal escollo en lugar de su gran acierto. Por lo demás, este multijugador se mueve a unos notables 60 fotogramas por segundo, por lo que resulta incluso mejor pulido de lo que cabría esperar.

Drawn to Death llega con voces en inglés y textos en español, algo que ayuda a seguir todas las bromas, paridas y burradas que sueltan sus personajes con bastante mala leche y cierta gracia políticamente incorrecta. La banda sonora acompaña con temas punkarras y rockeros que funciona como sintonía ideal a toda esta locura, lo que no hace más que incentivar esa cuestión inevitable del título: o lo amas o lo odias. Lo nuevo de David Jaffe cuenta con muchos factores interesantes en su haber, como su arte o su gratuitad gracias a PlayStation Plus, pero no ofrece una gran progresión ni una excesiva profundidad jugable, por lo que puede tener difícil repetir el éxito de propuestas que han seguido un modelo similar. Sea como fuere, estamos ante un shooter diferente y que, si las cosas se hacen bien, puede durar mucho tiempo. Cuando se amplíen sus contenidos y se perfile su comunidad de jugadores, sabremos si Jaffe ha acertado o no con esta extravagante apuesta.

74
Jugabilidad: 7.25
Gráficos: 7.75
Sonido: 7.5
Satisfacción: 7.25

Análisis

Lo nuevo de David Jaffe hace gala de un apartado artístico tan bizarro como original. Aunque Drawn to Death no sea el shooter multijugador más profundo del catálogo de PS4, poder jugarlo gratis gracias a PlayStation Plus lo hace más accesible. Corre el riesgo de morir si no es capaz de crear una comunidad de jugadores habituales a su alrededor, pero al menos intenta crear algo diferente y salirse del tiesto al que nos tienen acostumbrados los shooters online del momento.