Hemos tardado, pero aquí tenéis nuestro análisis del quinto y último título de la saga Devil May Cry dirigida por Hidetaki Itsuno.
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Devil May Cry 5 es una epopeya al género de Hack and Slash. Con tramos que suponen una verdadera oda a la saga y al género y con otros momentos que parecen una secuencia de mecánicas sin naturalidad, en las que repetimos constantemente unos botones buscando un patrón.
He de confesar, que nunca he sido un virtuoso en la materia de Hack and Slash. La capacidad de ejecutar combos en apariencia inverosímiles con una facilidad y fluidez pasmosas no está dentro de mis atributos como jugador.
Sin embargo, esto no me impide disfrutar al máximo de este título. Devil May Cry 5 se deja llevar por una dificultad sencilla, en la que vamos intercalando entre la formación de combos automática, manteniendo pulsado el botón R3, con la manera manual y más compleja a la hora de realizar el conjunto de movimientos más espectacular que nos lleve a la nota más alta, y al rock dubstep más estrambótico.
VOLVEMOS A DEVIL MAY CRY
Una década esperando un juego final que finiquite la obra comenzada por Hideki Kamiya y Shinji Mikami allá por el año 2001. Con una fórmula exitosa, la saga Devil May Cry estuvo en nuestras consolas hasta el 2008, año en que se lanzó Devil May Cry 4. El cual tuvo una recepción tímida por la crítica. En una historia envuelta entre los acontecimientos del segundo y el tercer título.
Devil May Cry 5, explora y explota los recursos que le hicieron valedor como uno de los hack and slash más importantes de la historia de los videojuegos. Los combates frenéticos, la histeria a la hora de pulsar botones, las cinemáticas y el ambiente siempre cercano al éxtasis, no desaparecen en esta quinta entrega; es más, hay más y mejor.
Un Nero que ha perdido su brazo, o más bien, le han robado su extremidad demoníaca, se encuentra en la situación de tener que utilizar un brazo mecánico llamado Devil Breaker, creado por la curiosa Nico, este brazo le permite utilizar una gran variedad de habilidades.
Desde potenciar las armas, hasta eliminar enemigos de un solo golpe (hola one punch man), el Devil Breaker es sin duda lo que hace más especial la experiencia de combate con Nero.
Sin embargo, debido a que no podemos elegir que brazo utilizar en cada momento, y sólo podremos cambiar de brazo perdiéndolo, ya sea mediante un desgaste o detonándolo nosotros mismos, el combate de Nero, puede llegar a volverse monótono, siendo muy parecido al gameplay que hemos encontrado en las anteriores ediciones de Devil May Cry.
Y es que Nero, debido a los límites comentados del Devil Breaker, llega a ser la experiencia de combate más estándar y simple en comparación a los otros dos personajes jugables de Devil May Cry 5.
V por otra parte, es el estilo de combate que me ha resultado sorprendentemente fresco e intuitivo a pesar de su sencillez. Utilizando a los demonios esbirros Shadow, Griffon y Nightmare, tendremos la posibilidad de atacar en la distancia.
Shadow es una pantera que atacará a los enemigos que furiosos combos a melé, Griffon, un pájaro demonio disparará a los enemigos, les lanzará magias y también les podrá embestir entre otro múltiple set de habilidades con las que cuentan nuestros esbirros, además de su peculiar carácter.
Y, por último, Nightmare, nuestro Hulk particular. Una vez tengamos llena la barra de Devil Trigger, V podrá invocar a este titán durante unos segundos para combatir a nuestros enemigos, además, invocar a Nightmare supone recuperar la salud de nuestros otros dos demonios en caso de que los hayamos perdido.
LA JUGABILIDAD ES FRENÉTICA E INTUITIVA
Si es cierto que en algunos momentos en el que estamos rodeados de enemigos, nos puede entrar un poco la ansiedad al machacar botones sin poder castigar letalmente a los enemigos, pero es el juego de ir esquivando y evitando golpes y a la vez realizar los combos donde encuentro el gameplay de V muy divertido.
Además, lo débil que es el personaje, hace que sólo podamos asestar el último golpe, y os digo que la cinemática de acabar con varios enemigos de forma secuencial, es espectacular, sin duda una forma muy fresca de cambiar un poco la línea continuista de Devil May Cry sin dejar por ello de ser fiel a las sensaciones clásicas.
El que sin duda es el personaje más espectacular y que más recoge la absoluta experiencia de Devil May Cry 5, es Dante. Nuestro querido protagonista con su ruleta de modos de combate, 4 modos que podremos escoger de forma intuitiva y rápida con las flechas del mando.
Además, con los gatillos del joystick iremos intercambiando diferentes sets de armas de corta, larga distancia, pistolas, espadas, una verdadera algarabía de herramientas al alcance de Dante para ofrecernos una experiencia brutal y completa.
La historia de Devil May Cry 5, empieza desde el comienzo de un contrato para cazar a un demonio por parte de Dante en su oficina. V contrata sus servicios para acabar con Urizen, un malvado demonio todopoderoso que ha infectado la tierra con sus raíces.
A partir de ahí, continúa una epopeya impresionante en calidad narrativa, con sorpresas y momentos emocionantes para nuestros personajes y los jugadores.
UN APARTADO GRÁFICO ESPECTACULAR
Le acompaña un espectacular motor gráfico. Sin apenas caídas de frames, una fluidez y unos detalles en sus texturas, paisajes. La fotografía es sin duda una maravilla. Hay poco más que se pueda decir acerca del apartado gráfico de Devil May Cry 5. Impresiona la fluidez del combate cuando nos encontramos con tantos elementos en pantalla, enemigos disparando, luces brillantes saliendo de todas partes, nosotros utilizando habilidades. Una verdadera locura gráfica.
Donde Devil May Cry 5 empieza a caer un poco en su nivel, es en el aspecto de la progresión de nuestros personajes. Me parece genial que se mantengan las gemas rojas que recojamos con nuestro personaje a los otros; sin embargo, esto hace que no podamos llegar a centrarnos con un personaje directamente, teniendo que perder tiempo en saber qué habilidades compramos y para quién. Un sistema de progresión excesivamente, en mi opinión, enfocado en el new game +, cuando ya podremos saber a qué jefes nos vamos a enfrentar, que habilidades necesitamos y cómo podremos combatirles.
Sin embargo, no lleva a ser un elemento excesivamente negativo, ya que hay habilidades que cuando empiezas a jugar y no tienes mucha experiencia en el título, no vas a saber utilizar, por lo que la primera vez que superas el reto de Devil May Cry 5, te sientes preparado para utilizar nuevos y diferentes combos.
En ese sentido, el juego se disfruta aún mucho más durante su New Game + en las nuevas dificultades y mayor maestría en la ejecución de combos que la primera vez.
También contaremos con misiones secretas, pequeños desafíos que no cuentan para la historia, pero sí que pueden ayudarnos a farmear gemas rojas y conseguir trofeos. Para acceder a estas misiones, deberemos encontrar unos glifos en lugares escondidos en el escenario. Una vez encontremos una, aunque no lleguemos a superarla, podremos repetirla desde el menú principal.
EL SERVICIO MULTIJUGADOR PARECE HECHO POR HACER
El aspecto multijugador de Devil May Cry 5 se centra una experiencia de cameo, en la que coexistiremos en el mismo universo con otro jugador que se encuentra en otra misión, pero cerca de nosotros, es cierto que coincidiremos en algunos momentos, pero no llega a ser una experiencia pura de PvE.
He echado de menos la posibilidad de que haya más interacción entre jugadores durante el on-line, podría haber más misiones o la posibilidad de llamar a un amigo para ayudarnos con algunas zonas o lugares opcionales para jugar juntos.