Tras su notable paso por compatibles, Dead Synchronicity: Tomorrow comes Today aterrizó en PS4 con ganas de ofrecer a los jugadores interesados una propuesta de corte clásico, inspirada directamente en las aventuras gráficas más conocidas del denominado género point and click, aunque dejando de lado todas las bromas de propuestas como The Secret of Monkey Island para contarnos una historia tan desgarradora como poco esperanzadora, en un mundo postapocalíptico en el que pocos tienen posibilidades de sobrevivir.
El estudio Fictiorama se atreve con un juego que trata sus temas de forma adulta, en el que destaca especialmente un guión maduro en el que no faltan los momentos más pesimistas, perfectamente encajados en el universo que han creado para la ocasión. Como suele suceder con las adaptaciones de aventuras gráficas de jugabilidad clásica a consolas, se pierde ese encanto que aporta el teclado y el ratón en PC, aunque los españoles han sabido mantener el espíritu del juego original para alegría de todos aquellos que busquen un buen puñado de puzles que resolver.
Dead Synchronicity: Tomorrow comes Today nos lleva hasta un extraño futuro en el que nuestro protagonista, Michael, despierta sin ningún tipo de recuerdo de su pasado. Durante los primeros minutos de su aventura descubrimos la cruda realidad a la que nos enfrentamos: el mundo está al límite del colapso por culpa de La Gran Ola, una brecha que apareció en el cielo hace tiempo y no para de producir desastres naturales. Por otro lado conocemos a los disueltos, enfermos de esta nueva época con poderes cognitivos que se dirigen sin remedio a una muerte horrible, sin posibilidad de salvación.
Esto no significa que Dead Synchronicity sea un título sencillo, ya que en alguna que otra ocasión tendremos que calentarnos la cabeza para resolver algún acertijo que se nos escapa. Lo interesante del título de Fictiorama es que, a diferencia de otras propuestas del género, no hay resoluciones absurdas y sin sentido, por lo que es cuestión de utilizar un poco la quijotera para conseguir buenos resultados. Por lo demás, el planteamiento jugable del título nos recuerda a todas las aventuras gráficas que disfrutamos en los 80 y principios de los 90, con un desplazamiento sencillo a través del escenario y una serie de objetos que encontramos hasta darles una utilidad.
Unas visiones que tienen un peso importante en el título tanto para su desarrollo narrativo como para su vertiente jugable, aunque esta cuestión es mejor que la descubráis por vosotros mismos. Como sucede con las aventuras gráficas de este tipo, debemos vivir una gran cantidad de conversaciones, algunas de ellas alargadas hasta la extenuación, por lo que conviene advertir del ritmo pausado de la obra, que deja de lado cualquier tipo de espectacularidad propia de Hollywood para recordarnos que nos encontramos ante un título desarrollado en Europa, mucho más íntimo y centrado en pocos personajes.
También llama mucho la atención el gran nivel que presenta Dead Synchronicity en su doblaje al inglés. Las voces tristes y deprimidas que interpretan los responsables de la localización al inglés del título encajan de maravilla con los personajes que conocemos a lo largo de la aventura. No obstante, nos choca que un título desarrollado en España prescinda de voces en nuestro idioma para su puesta de largo en territorio nacional. Es cierto que los subtítulos en español nos acompañan durante toda la trama, dejando bastante claro que el guión se escribió primero en nuestra lengua, pero sorprende la decisión del estudio a la hora de prescindir de audio en español. La música, del grupo Kovalski, funciona bien como complemento a la narración, aunque en ocasiones nos ha sacado un poco de situación.