Cyberpunk 2077 es probablemente uno de los títulos más esperados de los últimos tiempos, tanto por su premisa futurista como por la genialidad a la hora de crear mundos abiertos de calidad que demostraron sus creadores, CD Projekt RED con la saga The Witcher, en concreto con su excelente tercera entrega.
Tras un lanzamiento lleno de retrasos y polémicas, el título llega al mercado en una versión para PlayStation 4 y Xbox One compatible con la nueva generación de consolas, debiendo esperar algo más de tiempo para disfrutar de todas las mejoras prometidas tanto para PlayStation 5 como para Xbox Series X.
¿Es Cyberpunk 2077 el gran título que todo el mundo espera? Dentro análisis.
Nota: Este análisis ha sido realizado en una PlayStation 5, y en él me limitaré a señalar los diferentes aspectos del título sin entrar en polémicas y problemas externos al gameplay disfrutable en esta plataforma.
Un futuro no muy esperanzador
Cyberpunk 2077, como su nombre indica, está ambientado en un futuro distópico, en el que la tecnología es el principal motor de una humanidad «deshumanizada» debido a la capacidad de modificar sus cuerpos con implantes cibernéticos para suplir defectos o aumentar sus capacidades.
Las grandes corporaciones dominan el mundo tras una Gran Guerra tecnológica, por lo que la brecha que separa a los ricos de los pobres es más grande que nunca.
El máximo exponente de este «nuevo mundo» es Night City, una gran metrópolis que ofrece la oportunidad de llegar a lo más alto si se tiene lo suficiente para intentarlo.
En esta aventura encarnamos a V, personaje al que podemos modificar a nuestro antojo gracias a un completo editor que nos da libre albedrío para escoger tanto nuestro aspecto como nuestros atributos iniciales, así como nuestro pasado, lo que definirá parte de nuestra personalidad y de las conexiones personales con las que empecemos la aventura.
V es una suerte de mercenario (en mi caso, masculino) que se gana la vida cumpliendo encargos de poca monta por los bajos fondos de Night City con el propósito de llegar a lo más alto algún día.
Esta rutina cambia el día en el que acepta un encargo de un fixer un tanto especial y todo a su alrededor da un giro radical debido a la adquisición de un misterioso chip neuronal.
La historia principal de Cyberpunk 2077 es extensa (os costará unas 20-30 horas completarla) y está cargada de distintos arcos argumentales llenos de giros de guión y de personajes memorables, cuyos pasados y presentes se van entrelazando en una narrativa entretenida.
Tal y como ocurría en The Witcher 3, esta narrativa se ve muy potenciada por el sinfín de encargos secundarios y misiones opcionales que los distintos NPCs nos irán ofreciendo conforme avancemos en la aventura.
Se nota el intento de equilibrar las distintas misiones, siendo muchas de ellas muy épicas y entretenidas mientras que otras son meros encargos estándar que llegan a repetirse en cuerpo y forma.
Estas misiones son una excusa perfecta para recorrer el mundo que Cyberpunk 2077 nos ofrece. Night City es una inmensa urbe en la que la primera palabra que se nos viene a la cabeza al pasear pos sus calles es contraste.
Esto es debido a que pese a los grandes avances tecnológicos que la humanidad es capaz de disfrutar, la sociedad sufre una desigualdad a escalas exponenciales, situación perfectamente plasmada. Los ricos y poderosos dominan los barrios mientras que las clases bajas luchan por sobrevivir entre anarquía y violencia.
La historia del mundo en el que se asienta Cyberpunk 2077 no sólo la encontramos en las misiones y encargos principales, sino que cada NPC, cada folleto o cartel de la calle o cada pincho de información que encontremos nos va a contar un pedacito de narrativa, y es una auténtica maravilla perderse entre relatos, informativos, poemas o conversaciones para conocer más acerca de todo cuanto nos rodea.
Las calles están repletas de delitos y brutalidad policial, y muchos de los encargos que aceptamos nos llevan a lugares «poco recomendables» en los que la violencia es la principal solución a los problemas.
Estos contrastes se ven potenciados gracias a la diversidad metereológica presente en Night City, creando un constante cambio según su ciclo día/noche, pareciendo una ciudad completamente distinta cuando la luna sale y los neones brillan con la máxima intensidad o cuando llueve mientras amanece.
La ciudad está repleta de puntos de interés tales como tiendas de armas, comestibles, matasanos (especialistas en cyberware con el que mejorar nuestro cuerpo) o puntos de viaje rápido, además de lugares icónicos que frecuentaremos en más de una ocasión, como el Bar Afterlife.
Otro de los puntos fuertes de la narrativa de Cyberpunk 2077 son sus personajes y las interacciones con los mismos. Personajes como Jackie, Evelyn o el gran Johnny Silverhand están creados con mucho detalle y ofrecen momentos realmente inolvidables.
Como juego de rol que es, la importancia de nuestras elecciones está presente durante toda la aventura. Casi todas las conversaciones poseen multitud de elecciones de diálogo que varían según nuestro pasado y nuestras aptitudes, pudiendo obtener resultados completamente diferentes si hemos moldeado a V de una manera o de otra.
Todos esta profundidad en los detalles y este mimo en el diseño de Night City y sus personajes principales se ve «defenestrado» en cuanto intentamos profundizar un poco en las actividades a realizar y las posibles interacciones con el entorno.
Visualmente, la ciudad está llena de vida y actividad, pero si traspasamos esa capa superficial, queda un fondo insulso. Apenas podemos interaccionar con nadie más allá de los vendedores o los personajes importantes y los transeúntes poseen comportamientos erráticos y artificiales, sin apenas implicarse apenas en lo que les rodea.
Ni siquiera la policía aporta dinamismo a las calles, ya que cometer delitos sale «casi gratis» y basta con escondernos un puñado de segundos tras una pared o recorrer unos metros en coche para perder todas las estrellas de búsqueda que hemos podido acumular tras varias infracciones seguidas, cosa que en títulos como Grand Theft Auto 5 era casi un sinónimo de muerte segura.
No hay casi actividades más allá de las que nos ofrecen las misiones secundarias, por lo que apenas hay ocio o posibilidad de personalización, como talleres o gimnasios, lo que es una lástima debido al gran potencial que ofrece esta ciudad.
Por ello, conducir por según qué zonas resulta aburrido y no ofrece ningún incentivo para bajarse del coche a perderse por el entorno, de manera que en muchas ocasiones tirar de viaje rápido sale más a cuenta que realizar el trayecto completo.
Un cuerpo como arma mortal
Cyberpunk 2077 es un shooter en primera persona ambientado en un mundo salvaje y violento, por lo que ser más rápidos y letales que nuestros enemigos es fundamental para sobrevivir.
Mediante un sistema de looteo y niveles de arma similar a lo visto en títulos como Borderlands o Tom Clancy’s The Division 2, disponemos de un gran arsenal de armas clasificadas en colores según su rareza, tanto a distancia como de corto alcance. Gracias a un sistema de refuerzo y creación, podemos mejorar un arma que nos haya gustado para continuar utilizándola y no tener que cambiarla con una con mejores estadísticas, por lo que es sencillo mantener nuestro arsenal favorito a punto siempre que dispongamos de los materiales y la habilidad necesaria para ello.
A las armas podemos incorporarles distintos accesorios y modificadores para añadirles estadísticas extra, como daños elementales, balas guiadas o daño no letal en caso de querer incapacitar a nuestros enemigos en vez de acabar con ellos.
Si no queremos meternos envueltos en un tiroteo suicida, siempre podemos utilizar nuestro escáner para analizar la situación y utilizar el entorno a nuestro favor.
Gracias a este implante visual, no solo podemos informarnos sobre el armamento y las modificaciones de los enemigos, sino también utilizar el hackeo para distraer a los enemigos, apagar cámaras, cerrar puertas o accionar granadas a distancia, todo en dependencia de nuestro nivel de habilidad con esta función.
Gracias a los avances tecnológicos disponibles en 2077, V no solamente puede confiar en su destreza con el gatillo para salir del paso, sino que podemos convertir su propio cuerpo en una auténtica máquina de segar vidas.
Para ello debemos visitar a un matasanos y añadir a las distintas partes de nuestro organismo diferentes modificaciones con las que adaptar nuestro estilo de juego.
Así pues, podemos mejorar nuestro sistema inmunitario para hacernos inmunes a distintos daños elementales, nuestra piel para evitar el daño de las granadas, nuestras piernas para correr más rápido y cargar con más peso o incorporar a nuestros brazos unas bonitas garras mantis con las que descuartizar a todo aquel que ose ponerse en nuestro camino, por un módico precio, claro está.
Estas modificaciones cambian por completo la manera de abordar cada enfrentamiento, ya que en función de nuestras preferencias seremos capaces de aguantar mejor los combates directos, ser sigilosas sombras o unos maestros del hackeo.
Todo esto se ve reforzado gracias al sistema de habilidades y aptitudes, con el que podemos confeccionar a V para orientar tanto su personalidad como sus virtudes a nuestra manera de jugar.
Cada vez que completamos encargos recibimos experiencia y reputación. Con ésta última conseguiremos acceso a trabajos más complejos y aumentaremos nuestra influencia en el mundo mientras que al subir de nivel recibimos puntos de habilidad y puntos de aptitud.
Cada aptitud está enfocada a mejorar una serie de características, de manera que si mejoramos nuestra constitución, nuestra salud aumentará a la vez que haremos más daño con armas pesadas y contundentes, mientras que si mejoramos la tecnología, podremos crear mejores armas o hackear con más facilidad los sistemas electrónicos.
A su vez, cada aptitud tiene varias ramas de habilidades tanto activas como pasivas que refuerzan un estilo de juego concreto. Si decidimos potenciar nuestros reflejos tendremos acceso a habilidades enfocadas a las armas de asalto, pistolas o armas blancas para fortalecer el uso de las mismas y así definir nuestra manera de combatir.
La belleza del hackeo tiene un precio
Hablar del apartado técnico de Cyberpunk 2077 es hablar de luces y sombras, ya que en cada uno de sus apartados encontramos una de cal y otra de arena continuamente.
Tanto la estructura de su mundo como su ambientación han sido recreadas con todo lujo de detalles, de manera que pasear por Night City para contemplar sus calles y comprobar de primera mano todos sus contrastes y elementos que la conforman es una auténtica maravilla.
El Modo Foto ofrece un sinfín de posibilidades para tomar instantáneas de lo más originales mientras intentamos captar la esencia que desprende esta gran ciudad.
Sus personajes principales han sido creados de la misma manera, con animaciones y modelados competentes y un sinfín de diálogos y conversaciones que desarrollan su personalidad a la perfección, ganándose rápidamente un hueco en nuestros corazones.
La tasa de framerate se mantiene estable en todo momento y los tiempos de carga son muy ligeros, de manera que el gameplay en general es bastante fluido.
Lamentablemente, la cantidad de bugs gráficos y visuales que el juego sufre actualmente dañan severamente todo lo alabado con anterioridad. Coches que desaparecen, imposibilidad para lootear a algunos enemigos (algunos de ellos clave para avanzar teniendo que cargar una partida anterior para poder avanzar una misión) o cádáveres que hablan son algunos de los muchos ejemplos que se pueden poner y que llegan a estropear en gran medida la experiencia de juego.
El apartado sonoro es uno de los puntos más fuertes del título, con un doblaje al castellano excelente (merece mucho la pena escuchar el doblaje latinoamericano) y con una banda sonora más que competente, que gana mucha fuerza en los enfrentamientos y en los viajes en vehículo gracias a la selección de pistas disponibles en las diferentes emisoras de radio que podemos disfrutar dentro del juego.
En cuanto a los efectos de sonido, cumplen su papel sin ofrecer nada reseñable, ofreciendo una buena sensación de inmersión tanto con los sonidos propios de la ciudad como durante los tiroteos.
El gunplay (o cómo se sienten las armas al ser disparadas) es satisfactorio, sintiendo adecuadamente el impacto de las balas en los enemigos y sus diferencias con los diferentes tipos de armas. Se echa de menos más interacción con el DualSense, que esperemos que sea implementada en próximos parches dedicados a la nueva generación de consolas.
Las animaciones de combate cuerpo a cuerpo son algo toscas y en varias ocasiones acaban bugueandose o sintiéndose muy artificiales, siendo algo más suaves y naturales en el combate a distancia.
En comparación con otros títulos del género, la IA es bastante floja, con comportamientos muy erráticos tanto de enemigos como de aliados, exponiéndose sin sentido a los tiroteos u obviando asesinatos a simple vista, de manera que los enfrentamientos se vuelven bastante artificiales y se pierde mucho la sensación de inmersión que el juego pretende crear con otros apartados
Además de lo mencionado, el título sufre de bugs de otra índole y de mayor gravedad, como caídas y crasheos inesperados, que de no ser por el guardado automático romperían por completo la partida, reseteo de las opciones establecidas de audio y vídeo al entrar y salir del juego u objetivos de misión inalcanzables.
En definitiva, Cyberpunk 2077 pretendía crear un mundo abierto enorme y ambicioso, y pese a ofrecer una historia principal muy entretenida y haber estructurado su universo y la narrativa intrínseca del mismo a la perfección, su aparto técnico queda mancillado por numerosos fallos y una carencia de ambientación que termina disminuyendo la calidad final del título.
Como recomendación personal, considero que merece la pena esperar a los futuros parches para el juego para así al menos poder disfrutarlo a la perfección sin ver nuestra experiencia comprometida por errores técnicos que actualmente estropean por completo la experiencia del juego.
Este análisis ha sido realizado en una PlayStation 5 gracias a una copia de prensa facilitada por Bandai Namco España.