Cuando se anunció que los juegos Castlevania: Symphony of the Night y Rondo of Blood se sumarían al catálogo de la PlayStation 4 a través de una colección llamada Castlevania: Requiem, muchos aficionados de la serie (yo incluido) se mostraron expectantes ante la posibilidad que tenía Konami en sus manos de hacernos revivir dos de las más entrañables aventuras de la década de los 90.
Y más aún con este reciente auge de las remasterizaciones y remakes, que han traído de vuelta a la escena a magistrales títulos como la trilogía de Crash con Crash N’Sane Trilogy o a la impresionante obra maestra atemporal de Fumito Ueda, Shadow of the Colossus. Sobre la mesa estaba un escenario del que Konami podría haber sacado muchísimo provecho si así se lo hubiese propuesto con esta nueva colección de Castlevania.
Lamentablemente, novedad es la palabra que se encuentra más lejos de definir esta incursión de la saga del Clan Belmont a la consola de octava generación de Sony, puesto que desde que se inicia el juego (no pude decir meter el disco porque tampoco fue lanzado en físico) se deja de manifiesto la dejadez y el desdén con el que la compañía japonesa ha hecho llegar estas dos joyas de antaño, muy queridas por una amplia base de jugadores, a la PlayStation 4.
Bajo ese contexto, entremos en materia y pasemos a desglosar todas las características, aciertos y desatinos de Castlevania Requiem: Symphony of the Night & Rondo of Blood:
Un port sin ninguna novedad de peso
En muy resumidas cuentas, Castlevania Requiem: Symphony of the Night & Rondo of Blood nos ofrece un port de las versiones de estos dos juegos que están incluidas en Castlevania: The Dracula X Chronicles, un título que fue lanzado en el año 2007 para PSP y contó con un remake en 2.5D de Rondo of Blood como principal novedad, además de cierto contenido que se introdujo a Symphony of the Night.
Dicho esto, de las pocas novedades que se han introducido al juego podemos destacar que ambos juegos se pueden jugar ahora a una resolución de 1920×1080, con la opción del 4K para los usuarios de PS4 Pro. Además de esto, el juego cuenta con unas escasas opciones en el apartado visual como el ajuste de la pantalla, que te permite seleccionar entre las opciones normal y completa.
Sin embargo, los juegos no se pueden jugar en pantalla completa, puesto que en ambas modalidades guardan la relación de aspecto, siendo la principal diferencia el ancho de los marcos alrededor de la pantalla de juego.
Aunado a esto, esta opción es acompañada por otras que te permiten activar scanlines, modificar el entrelazado y suavizar la imagen. Del mismo modo, cabe destacar que a estas opciones solo se puede ingresar en el menú principal de la colección, lo que significa que después de haber entrado a uno de los dos juegos no podrás modificar ninguna de estas opciones.
Además, Konami se ha quedado corto al desaprovechar la oportunidad de incluir las voces en inglés de la versión original de PlayStation a esta colección, pues cabe recordar que para The Dracula X Chronicles, Symphony of the Night fue doblado nuevamente, factor que si bien le añadió un poco más de coherencia y sentido a los diálogos, no permite revivir del todo la experiencia de juego por la ausencia de los icónicos diálogos de la versión lanzada en 1997.
Dejando de lado (finalmente) los aspectos negativos, se debe destacar como acierto el esfuerzo realizado en la inclusión de los trofeos, ya que esta es una característica destinada a motivar a los jugadores a descubrir los secretos que esconde cada uno de estos dos juegos, y en ese sentido cumple de muy buena manera su objetivo, ofreciendo buenas razones para recorrerse cada rincón del castillo en Symphony of the Night, sin mencionar las referencias que se hacen en los nombres de los trofeos.
Por último, otro punto positivo a destacar es que Konami le sacó provecho a las posibilidades que ofrece el Dualshock 4, haciendo que el juego pudiese reproducir algunos efectos de sonido a través de su altavoz y respondiera con su vibración a ciertas situaciones de juego.
Castlevania: Rondo of Blood
No estaría «descubriendo el agua tibia» si digo que Rondo of Blood es un título excepcional que sigue la línea de acción y plataformas que sembró el primer Castlevania de NES en 1986, pues es una joya que todo aficionado de los videojuegos debería siquiera probar. En cuanto a la versión incluida en este Castlevania Requiem, se trata de una prácticamente idéntica a esa que fue lanzada en 1993 para PC Engine, ya que esta fue la que se incluyó como juego desbloqueable en The Dracula X Chronicles para PSP.
Más allá de eso, jugar Rondo of Blood en esta nueva colección es una nueva oportunidad de intentar olvidar ese trago amargo que tuvimos que pasar los aficionados de occidente con Castlevania: Vampire’s Kiss (Dracula X en América) de Super Nintendo, una adaptación excesivamente recortada y frustrante de Castlevania: Rondo of Blood de PC Engine, que si bien podía disfrutarse en ciertos aspectos, se quedó demasiado lejos de su contraparte japonesa y, lamentablemente, fue la vía por la que muchos conocimos a Richter Belmont.
Volviendo al juego, Rondo of Blood cuenta con un apartado gráfico y unas cinemáticas que fueron una verdadera delicia durante su época, acompañado de una banda sonora memorable que ameniza de forma perfecta cada uno de los momentos del juego, además de presentar a un Richter Belmont más audaz y poderoso que Simon (exceptuando Super Castlevania IV) y Trevor Belmont, protagonistas de los anteriores juegos.
Castlevania: Symphony of the Night
Symphony of the Night es uno de los mejores títulos que se lanzaron para la mítica PlayStation, el cual añadió un toque más rolero y de exploración a la saga, convirtiéndose en una de las bases del tan conocido género Metroidvania que tanto ha sido explotado tras su popularización.
Con respecto a su par de PlayStation, esta versión de PS4 extraída de The Dracula X Chronicles de PSP (que no es la de SEGA Saturn), tiene como principal novedad la posibilidad de utilizar a María Renard como personaje jugable, además de incluir a esos dos familiares que no fueron incluidos en las versiones PAL de este juego, una nueva batalla, entre otras novedades mínimas.
Mención especial a la impresionante banda sonora de este juego, compuesta por la compositora Michiro Yamane, la cual fácilmente puede ser considerada como una de las mejores 10 en toda la historia de los videojuegos, por la muy buena utilización de estilos y timbres musicales, bajo un criterio de orquestación perfectamente adaptado a la serie, brindándole así ese toque único a las partituras de Castlevania.
En conclusión, Symphony of the Night y Rondo of Blood son dos títulos que por más que se jueguen una y otra vez, siempre tienen emociones nuevas que brindarle al jugador, siendo Castlevania Requiem no más que una simple oportunidad de rejugar estos clásicos en tu actual consola de octava generación o de conocerlos para aquellos jugadores más nóveles que no hayan disfrutado de estas inolvidables experiencias.