Análisis – Blasphemous 2
The Game Kitchen nos sorprendió a todos con Blasphemous en septiembre de 2019, creando un universo repleto de historias, personajes y entornos espectaculares a partir de las tradiciones católicas de la región de Andalucía.
El peregrinaje del Penitente nos dejó con uno de los mejores metroidvanias de los últimos años, mejorando mucho más con sus actualizaciones y DLCs posteriores.
Ahora, su secuela tiene la misión de emular y superar una historia única e irrepetible, de esas que ya no se ven mucho en una industria plagada de juegos AAA similares que precisamente no tienen lo que le sobra a Blasphemous: su propia identidad.
Sin más que añadir, analizamos la segunda venida del Penitente, sus mejoras con respecto al original y todo lo que nos tiene por ofrecer esta maravillosa obra.
La penitencia continúa, cargada de aflicción.
Tras haber cumplido su misión y derrotar al hijo del Milagro en su primera aventura, el Penitente es reclamado nuevamente y sale de la tumba en la que Deogracias y Crisanta le dieron su último adiós.
Armado de su propia penitencia y aflicción, el Penitente sale a su odisea en un nuevo pero familiar mundo, en el que el Milagro intenta nuevamente plasmar toda su magnificencia.
Al centro de la Ciudad del Santo Nombre, que hará las veces de Albero en este juego, se encuentra alzado un misterioso templo que sobre sus cielos contempla un corazón latiente.
El Penitente, armado ahora con otras armas pero con la misma convicción de siempre, saldrá altivo y sin prisas a desvelar todos los misterios que le han hecho despertar y si aún queda en pie algún vestigio de su tierra conocida.
Un gameplay mucho más ágil y dinámico.
Desde el primer segundo que el jugador controla al Penitente siente que algo ha cambiado con respecto al primer juego. Los movimientos del protagonista son mucho más fluidos y rápidos.
Esta vez, el Penitente ya no será ese personaje algo tosco que conocimos en el pasado. Su capacidad de movimiento y salto ha mejorado considerablemente a favor de un gameplay con un ritmo de juego más rápido.
Tomar el control del Penitente se siente mucho mejor ahora en líneas generales, pero donde más se nota es en las zonas de plataformas. El personaje responde perfectamente a los comandos y te permite conectarte con más facilidad con lo que transcurre en la pantalla.
Los escenarios, que varios de ellos tienen un diseño más vertical y expandido que en el primero, se apoyan en esta mejora de movimientos para crear un gameplay de plataformas entretenido y para nada frustrante, aunque sí que tiene su dificultad.
A su vez, los movimientos del Penitente se verán aún más beneficiados con las habilidades que irás recolectando en la aventura. Como se pudo ver en tráilers previos, el Penitente tendrá la habilidad de doble salto en cierto punto de la historia, además del esquivo en el aire.
Estas dos adiciones hacen que el movimiento del personaje por los escenarios sea muchísimo más satisfactorio y, a su vez, le da dinamismo al juego conforme va avanzando para que no se sienta monótono ni repetitivo.
Las armas como parte fundamental de la jugabilidad.
El cambio más grande con respecto al primer juego es que el Penitente llevará tres armas en este segundo peregrinaje. Al principio del juego, el jugador deberá seleccionar una de las tres armas que se le exponen para comenzar:
- Ruego al Alba: Arma balanceada, con poderes de sangre y más similar a la Mea Culpa.
- Veredicto: Arma más pesada, con golpes más potentes y uso del fuego.
- Sarmiento y Centella: Par de armas rápidas con poderes eléctricos.
Cada arma varía enormemente la forma de afrontar un combate contra cualquier enemigo. Esto le da un toque de estrategia al juego que lo hace aún más dinámico. Además, dependiendo del arma que hayas escogido al principio, te serán más fáciles o más difíciles ciertos caminos.
Además, cada arma tiene su propio árbol de habilidades que se podrá ir mejorando con Puntos de Martirio. Estos puntos de Martirio son monedas que se pueden recolectar al asesinar enemigos, encontrar cofres en el mapa o cumpliendo ciertas tareas.
No obstante, el uso de armas va mucho más allá del combate, pues ahora también se usan para navegar por los escenarios y resolver ‘puzzles’ y avanzar.
Veredicto sirve para tocar campanas que, con su onda expansiva, crean plataformas en ciertas zonas para avanzar por grandes abismos. Ruego al Alba, por su parte, es capaz de destruir bloqueos al caer en picado y acceder a nuevas áreas; y Sarmiento y Centella te permite transportarte entre espejos especiales para avanzar rápidamente en el aire.
Asimismo, The Game Kitchen hace un uso magistral de estas mecánicas, además de otras propias de los escenarios, para hacer que la exploración se sienta divertida y gratificante.
Por otra parte, las mejoras del árbol de habilidades hace que sean cada vez más efectivas en combate, lo que te ayudará a hacer frente a los enemigos más fuertes y te recompensará por haber explorado y encontrado Puntos de Martirio ocultos.
El combate ‘simple’ del primer juego se ha diversificado y ahora le da varias opciones al jugador para diferentes situaciones.
Sin embargo, a veces hay tanta disparidad entre habilidades que algunas de ellas se vuelven ‘inútiles’ al ser débiles frente a otras; por lo que los ataques y armas podrían estar un poco más balanceados entre sí.
Una historia con personajes originales y carismáticos.
Sin ahondar más en spoilers, porque es lo justo y necesario, queda decir que la historia de Blasphemous 2 es uno de sus apartados más altos. La forma en la que el título va ‘in crescendo‘ en cuanto a su argumento hace que, junto a su gameplay, se vuelva una experiencia cada vez más interesante.
Los compases finales del peregrinaje son simplemente espectaculares y le dan una resolución excelente al desarrollo de la historia, con combates épicos y un desenlace acorde a la aventura vivida.
Creánme que quisiera hablar muchísimo más de la historia del juego, pues su lore y acontecimientos son de lo mejor que se ha creado para un metroidvania, pero ya habrá más tiempo para esos debates.
Siguiendo con los personajes, de más está decir que son tan interesantes como peculiares. Durante tu andar por las diferentes zonas del mapa te encontrarás con NPCs que te asignarán misiones para conocer aún más su historia y recompensarte con objetos de utilidad para la aventura.
Además, cada uno de ellos desprende un cierto aire de misterio y misticismo que cautiva y hace aún más rico al universo del juego; lo que te motiva a completar todas las misiones secundarias que te puedas encontrar.
Las misiones secundarias de Blasphemous 2 son una cátedra de cómo hacer que estas se sientan orgánicas e interesantes al mismo tiempo. Tienen la justa carga argumentativa como para generar interés y también te da recompensas jugables que invitan a completarlas.
Cada objeto que te encuentras en el mapa tiene una función y eso te motiva a visitar a los NPCs esporádicamente para ver si alguno cala con sus peticiones. Por otro lado, estadisticas como el fervor, vitalidad y matraces biliares se mejoran también a través de personajes.
El escultor y su retablo de favores.
Pero no puedo seguir hablando de personajes sin hablar del Escultor. Este escultor es uno de los primeros personajes que encontramos en el juego y será clave en la aventura porque nos presenta un nuevo elemento: El retablo de favores.
El escultor, como su nombre lo indica, se encarga de esculpir estatuas que podremos introducir al retablo de favores para aumentar las habilidades del Penitente. El protagonista se puede equipar un total de ocho estatuas, que representan a personajes importantes de la historia del juego.
Las estatuas también tienen sinergias entre sí que potencian aún más los atributos del Penitente, así que vale la pena ir probando todas ellas para encontrar las mejores combinaciones.
Dependiendo de tu estrategia, puedes decidir si aumentar tu daño de rayo, fuego o de los ataques de sangre. También se puede aumentar la movilidad, velocidad del esquive y muchas otras más variantes para personalizar la experiencia.
Este es un componente jugable totalmente nuevo que amplía muchísimo más el gameplay del juego con respecto al primero, dándonos una excusa más para explorar y recorrer todo el mapa sin que se nos haga cansino.
Cuentas de Rosario, Cantos y Versos.
Además de las cuentas de Rosario, que sirven para subir la resistencia o el daño de los elementos; el Penitente también cuenta con dos tipos de Rezos.
Los Cantos y Versos son otros dos tipos de habilidades que puede ejecutar el Penitente en combate o por el mapa. Los Versos se ejecutan al pulsar círculo lanzando distintos tipos de proyectiles; y con círculo y cruceta hacia abajo se ejecutan los cantos que también son otros tipos de ataques.
Sin embargo, en los Cantos se encuentra una habilidad que te permite transportarte inmediatamente a la Ciudad del Santo Nombre utilizando solo un poco de fervor. Esto agiliza la exploración del mapa y te permite evitar muertes y la pérdida de Lágrimas de Enmienda.
Las Lágrimas de Enmienda tienen la misma función del primer juego, comprar objetos a los diferentes tenderos que te encuentres en el mapa.
Estos tres tipos de ‘perks’, más el árbol de habilidades de cada arma y la mejora de vitalidad, fervor y matraces biliares hace que explorar el mapa sea muy valioso; pues te permite mejorar al Penitente en alguno de estos apartados.
Con esto, Blasphemous 2 cumple con una de las máximas de los metroidvania; que la exploración se sienta orgánica, valiosa y satisfactoria.
Diseño de niveles ideal para el backtracking.
Otra cosa que cumple Blasphemous 2 con creces es en su diseño de niveles. El backtracking es clave dentro de su fórmula jugable porque cada zona tiene sus áreas inexplorables (en principio) que nos hacen volver cada cierto tiempo después de haber conseguido una nueva arma u obtenido una habilidad para poder hacerlo.
Pero, el progreso no se siente truncado. Blasphemous 2 siempre te hace sentir que tiene más para dar, pero nunca sabe a poco el progreso que siente el jugador, ni en la historia ni en su gameplay.
Volver a las zonas ya exploradas no se siente como un retroceso; sino que motiva al jugador a resolver esas inquietudes que no se pudieron desvelar en su primera o segunda exploración.
Además, los hilos de la historia están bien conducidos, de manera que el jugador siempre tendrá idea de hacia dónde ir y no se pierde tiempo vagando perdido por el mapa. La exploración es intencionada.
El mapa también tiene una interfaz intuitiva y permite marcar cada zona interesante del mapa con diferentes iconos. En cierto punto del juego también desbloqueas una habilidad que te permite transportarte entre Prie-Dieu (hogueras) y hace que la exploración sea mucho más rápida para la recta final.
Combates contra jefes épicos.
Los jefes de Blasphemous 2 son su punto más alto. Cada batalla que el Penitente debe enfrentar contra un enemigo tiene una dosis alta de espectacularidad, dificultad y entretenimiento.
Desde el primer jefe de la aventura hasta el último, todos los jefes tienen una identidad única y un lore que te hace entender sus acciones dentro de la historia y el entorno donde yacen.
Los combates hacen uso de los escenarios para crear mecánicas exclusivas y crear condiciones variables para cada combate.
Del mismo modo, los desarrolladores aprovechan la variedad de armas para hacer que cada jefe tenga distintas estrategias para derrotarle.
Para algún jefe quizás sea mejor utilizar el arma rápida; pero otro es más débil al fuego y es mejor utilizar a Veredicto. El jugador debe explorar con distintas formas de combate para derrotar a los jefes y, lejos de ser frustrante, es algo que motiva muchísimo a seguir combatiendo.
Y sí, el juego también mantiene el alto índice de dificultad que mantenía el primero. Algunos jefes te pueden llevar hasta una hora u hora y media para derrotarlos, así que tus habilidades con los mandos también se pondrán a prueba en este juego.
En cuanto a los diseños de cada uno, estos se mantienen a la altura de lo visto en el primer juego, con referencias a la cultura andaluza en sus ropajes y en la propia intrahistoria.
Apartado musical y artístico excelso.
La plantilla sonora del título ha sido orquestada nuevamente por Carlos Viola, quien se ha lucido nuevamente en crear música con identidad y distintas sonoridades.
Apoyado en secciones de cuerdas, órganos y guitarras, la banda sonora de Blasphemous 2 nos mete de lleno en los entornos del juego; pues tiene ciertos toques de solemnidad como muchas de las zonas del mapa, catalogadas como sagradas.
Viola deja claro una vez más que para que la música tenga ese ‘toque español’ no es necesario únicamente apostar por la cadencia andaluza. El compositor utiliza una infinidad de recursos, siendo el piano uno de los destacables de ellos, para crear una plantilla sonora ideal para este juego.
Mención aparte al impresionante doblaje del videojuego, que es el primer vehículo para meternos de lleno en el folclor andaluz con su particular acento y pronunciaciones si se juega en español.
No obstante, en algunos momentos se puede echar en falta la aparición de algún tema de mayor intensidad y de melodía más reconocible; pero la música en este juego funge un lugar más secundario y de ambientación para los escenarios; nunca es protagonista.
Y ahora hablando de su apartado artístico; basta decir que Blasphemous 2 es un auténtico manantial de referencias a grandes obras del arte.
No existe ni un solo escenario dentro del juego que se sienta fuera de lugar, que aplique una paleta de colores fuera de lugar o que te saque de la experiencia.
Todo el arte visual y sonoro del juego tiene un nivel de atención al detalle minucioso que crea un universo único y mejora lo visto en el primer título.
Además, ahora han optado por cinemáticas anime de alta calidad para algunos momentos de la historia, añadiendo ese rasgo de espectacularidad necesario para subir las revoluciones.
De los mejores metroidvanias de la historia.
Como conclusión, cabe decir que Blasphemous 2 es uno de los mejores metroidvanias que se han hecho jamás. Fácilmente al nivel de referentes del género como Hollow Knight o Castlevania: Symphony of the Night.
Su fórmula jugable se ha pulido a tal punto que las aproximadas 35 horas que pasé para completarlo al 99% se sintieron como un abrir y cerrar de ojos, dando ganas de más y de la posible introducción de un modo New Game en el futuro.
La historia expande el universo visto en el primer juego de forma magistral, con personajes representativos e hilando los elementos de ambos para darle un desarrollo espléndido.
El desbalance de algunas armas, falta de claridad en algunos puzles y esporádicos bugs se ven como detalles mínimos alrededor de la gracia de las virtudes del título.
Una vez más, The Game Kitchen nos deja con una obra de altísima nota que genera muchísima expectativa para el futuro del estudio.
Sin más que decir, ¡Que el Penitente nos proteja siempre del Milagro!