Análisis – Atelier Lulua: The Scion of Arland

Sergio Alarcón · 30 agosto, 2019
Ponemos a examen al sucesor espiritual de la trilogía Arland en su salto a la nueva generación.

La animación japonesa y el género de culto por excelencia vuelven a darse la mano en este regreso a la trilogía Arland. Atelier Lulua: The Scion of Arland es un título independiente a la saga, si bien es cierto que disfrutaremos más de la experiencia habiendo jugado la trilogía original, encontrándonos copiosas referencias a localizaciones y algún que otro retorno de personajes ya conocidos de la misma.

¿Qué tal ha aterrizado esta saga en la nueva generación de consolas? Dentro análisis.

De vuelta al taller

Esta cuarta entrega de la saga nos pone en la piel de Lulua, hija de la célebre alquimista Rorona, a quien acompañaremos en su viaje por hacerse un nombre en el mundillo de la alquimia. Esta odisea cobra sentido cuando, en una de nuestras salidas a por ingredientes, nos toparemos con un libro que tan solo Lulua es capaz de leer, y que tendremos que descifrar poco a poco a lo largo del juego, siendo esta una mecánica clave del mismo.

Vamos al grano, a los minerales, a las plantas,… En Atelier Lulua vamos a ir a de excursión a por materiales una y otra vez, algo que no cambia el modo de progresar ya visto en anteriores entregas, la alquimia.

Este aspecto ya lo hemos visto en anteriores juegos de la saga, aunque aquí encontraremos un sistema de creación que castiga menos al jugador.

Recoger materiales será el pan de cada día, ya sea en el suelo o rompiendo objetos.

Hay quién podría pecar de considerarlo más simple cuando realmente el juego desea ofrecer una experiencia más agradable a nuevos adeptos al género mientras que propone nuevas formas de complejidad a los más veteranos, combinando la síntesis -que sigue subordinada a las características de los ingredientes usados en el proceso- con procesos para potenciar y dar habilidades.

El menú de alquimia está simplificado y tiene guías visuales que nos facilitarán las cosas.

Este sistema tarda en arrancar y puede que no enganche a todos los jugadores. La sencillez de la alquimia al comienzo contrasta con la dificultad de algunos combates conforme avanzamos en la aventura, que nos pedirán no solo combatir adecuadamente, sino también progresar con la alquimia.

Es de lo que trata el juego, y no perdona si te aventuras sin haber hecho los deberes.

Podemos transportarnos a las localizaciones visitadas desde un menú disponible en todo momento.

Trabajando en equipo

A lo largo de la aventura nos cruzaremos con enemigos que serán visibles en todo momento, con los que entablaremos un sistema de combate  por turnos, con las clásicas opciones de ataques y habilidades. El equipo lo formarán cinco combatientes, aunque comenzaremos la aventura con tan solo dos, divididos en atacantes y de apoyo. El equilibrio entre aquellos mejor armados y las alquimistas será la clave del éxito en las peleas contra jefes.

El equipo lo formarán 5 personajes, divididos entre atacantes y de apoyo.

El combate es todo lo rápido o lento que nosotros queramos. Todos hemos vivido en esta clase de títulos tediosas batallas contra enemigos claramente inferiores a nosotros, pero en Atelier Lulua podemos pulsar X todo lo rápido que sepamos y el juego responderá al instante, sin esas animaciones que en otros juegos del género no podemos omitir.

 

 

A pesar de todas estas nuevas opciones, Atelier sigue siendo un título más centrado en contarnos la historia y cómo la viven nuestros personajes que en el combate, con honrosas excepciones en algunos jefes, que destacan por su diseño y espectacularidad.

 

El juego nos presenta ciclos día/noche y sucesos meteorológicos.

Bello pero anticuado

Técnicamente Atelier Lulua es un título bastante justo, pero que cumple. El juego brilla en el diseño de sus personajes y escenarios, pero no tanto en lo puramente técnico, encontrando texturas muy irregulares a lo largo de estos. Podemos ver cómo entre dos objetos contiguos se aprecian grandes diferencias de calidad.

 

En la imagen se puede apreciar la diferencia de trabajo entre diferentes texturas.

Anteriores juegos de la saga ya eran austeros en lo técnico para su época, y éste no progresa tanto como se espera de un salto de generación. Ni siquiera sabiendo que es un lanzamiento múltiple junto con Nintendo Switch podemos perdonar que prácticamente estemos jugando en PS3.

La banda sonora sigue siendo el punto fuerte en esta sección, con melodías acordes desde el caldero de alquimia hasta las más épicas batallas, pasando por la plaza de Arklys y las cómicas situaciones de la animación japonesa.

El humor típico de la animación japonesa está presente a lo largo de toda la aventura.

Como ya hemos comentado, el juego es accesible para los jugadores novatos en el género y es un título independiente de la saga, lo cuál sería algo genial si no fuese porque el juego viene doblado al japonés y con textos en inglés, algo que entorpecerá la experiencia de juego incluso con un nivel medio-alto de inglés, llegando a jugar con el traductor abierto para saber qué son algunos de los ingredientes. Desgraciadamente en el Workbook no venían temas de alquimia…

Este análisis ha sido realizado por Juanjo Vicién

 

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