Análisis Absolver
Los juegos de acción y rol occidentales siguen ya unos esquemas bastante bien definidos. From Software ha tenido en gran parte la culpa de esto, pero ni mucho menos se trata de unos esquemas malos. Sin embargo, se echaba en falta algo como lo que hoy presentamos. En lugar de estar constantemente centrados en conseguir armas, no tenemos ninguno que nos invite a jugar los combates con nuestros puños. Esto es lo que nos ofrece Absolver, un ARPG que se centra en usar las artes marciales como arma principal.
La historia de Absolver es… escasa, siendo muy generoso. Eres una joven promesa que debe superar las pruebas para convertirse en Absolver. Fin. Si hay un mayor trasfondo argumental, sintiéndolo mucho no he sido capaz de verlo, entenderlo o valorarlo. A partir de aquí, el juego se desarrolla como lo haría cualquier juego del género actual.
No hay gran cosa que contar
La idea es que nos moveremos por una serie de zonas, derrotando a todos los jefes que se encuentran en cada una de ellas (algunos bastante ocultos) para poder seguir avanzando a las últimas zonas de Absolver. Podemos completarlas en cualquier orden que queramos: todo el mapeado está abierto desde el principio. Por supuesto, hay zonas algo más complicadas que otras, aunque en general esto depende más del número de enemigos que haya en cada zona.
Esto es un problema, porque aunque por la estética aprendes a diferenciar a los enemigos más fuertes, por mucha habilidad que tengas, cuando te estén golpeando cuatro enemigos a la vez no tienes mucho que hacer. Y eso por mucho que domines cualquiera de los tres innecesarios estilos de combate diferentes iniciales.
Al comenzar el juego tenemos un pobre editor de personajes que pocas opciones ofrece. Después pasamos a seleccionar nuestro estilo. Tenemos uno centrado en la fuerza, que tiene como habilidad especial poder hacer guardias perfectas, es decir, bloquear en el último momento y atacar rápido (no confundir con contraatacar). Otra clase más equilibrada, lo que permite es hacer otro tipo de guardia perfecta, que hace que no nos tambaleemos al recibir el golpe. La tercera clase se centra en la velocidad y permite esquivar más rápido.
Como sabrá cualquiera que haya jugado a algún título de este tipo esta división es total y absolutamente absurda. ¿Para esquivar con gracilidad tengo que escoger una clase, y para hacer un parry que ni siquiera permite contraataques tengo que escoger otra? Eso son habilidades básicas. Más adelante iremos desbloqueando otros estilos de combate y habilidades, además de nuevos golpes. También conseguiremos la habilidad de «invocar» armas, aunque esto no es que vaya a poner las cosas más fáciles o difíciles. Si eres torpe, eres torpe.
El sistema con el que aprendemos nuevos golpes es mortalmente aburrido. Cuando veas que un rival tiene ataques que tú no tienes, debes bloquear sus golpes para ir «aprendiendo» ese movimiento. Obviamente, esto tiene un problema inmenso y es que se tarda un montón de tiempo en aprender nuevos golpes. La pena es lo interesante que es en sí mismo el sistema de combos, permitiendo editar los ataques para crear mortales cadenas de hasta doce ataques diferentes en serie. Cosa que por cierto, tampoco es que se aplique demasiado bien en el PvP.
El juego es un título online, en cualquier momento otro jugador puede pasar al lado nuestro y ojo, no sabremos si es hostil o no hasta que decida atacarnos o ayudarnos. No esperéis espectros rojos ni nada por el estilo, hasta que no te lleves el guantazo, es un gato de Schrödinger. Pero a lo que iba es a lo que sucede en la arena PVP diseñada para exclusivamente los combates jugador contra jugador. Resulta curioso que tras dos días a la venta, te encuentres con que la mayoría de gente usa los mismos combos o, directamente, se limita a repetir el mismo ataque de forma constante, porque no permite recuperación alguna. Te aturden lo justo para no poder recuperarte salvo que el rival se quede sin energía o haya coincidido que bloquees el primero. Vamos, que el PVP «está roto».
Técnicamente, por partes. Gráficamente el juego no es ningún portento ni falta que le hace, realmente. Es del montón, no es feo, no es llamativo, es la clase de título que no destaca pero no desagrada, con líneas suaves y simples pero que no resultan «feas». Ahora bien, las animaciones a la hora de luchar están muy bien, muy fluido todo incluso si vamos encadenando esos doce ataques, bastante creíble. El apartado sonoro es terrible, simple y llanamente. En momentos aleatorios empieza a sonar como si de unos auriculares estropeados se tratara, con ruido blanco que puede tardar un buen rato en irse. Las congelaciones no son precisamente infrecuentes, por no mencionar que en la arena PVP muchas veces, si se va el oponente tras el combate, el juego se bloquea y no te deja salir.
Absolver, ahora mismo, es un juego mediocre con mucho potencial. El sistema de combate es interesante, no así el sistema con el que aprendes nuevos golpes. Recorrer el mapa es una tortura incomparable al de otros títulos del estilo. La edición de personaje es básicamente inexistente, el sistema de equipo es brutalmente simple, el PVP requiere bastante ajuste para evitar que la gente repita constantemente el mismo ataque. Hace falta una actualización para solucionar un montón de cosas y podría ser un juego pasable, pero desde luego, tal cual está, no le auguro mucho futuro.