Análisis – RoboCop: Rogue City
Teyon, un humilde estudio polaco con muchos años y juegos menores a sus espaldas, lleva varios años ganando fama por adaptar películas de culto de los años 80/90 a videojuegos, siendo bastante famoso su videojuego de Rambo lanzado en 2014, el cual tuvo unas críticas bastante duras, inundando tops y vídeos sobre los peores videojuegos de ese año.
Pero Teyon, lejos de hundirse, siguieron apostando por estas licencias y en 2019 nos trajeron un Terminator: Resistance que sin ser un juego que marque época, sorprendió a mucha gente por lo bien que supo adaptar la licencia Terminator a videojuego, y con ello empezó a ganar confianza en quienes buscaban este tipo de propuestas. Ahora y con este antecedente, Teyon vuelve a apostar por otra licencia cinematográfica de los años 80/90, siendo el famoso RoboCop el elegido.
RoboCop es una saga de películas lanzada entre finales de los 80 y comienzos de los 90, cuenta con 3 películas y un Remake lanzado en 2014, aunque para los fans más fieles solamente las dos primeras películas se consideran canon, al dar un cambio demasiado radical en su tercera entrega, buscando nuevos públicos. Y es precisamente aquí donde entra en escena el videojuego, ya que su trama ocurre tras RoboCop 2, y aspira a convertirse en esa RoboCop 3 soñada por los fans.
Robot Revolution.
En lo jugable, RoboCop: Rogue City es un shooter de desarrollo principalmente lineal, de los que solíamos encontrar en abundancia en los tiempos de PS3 pero que desde hace unos años perdieron popularidad, siendo sus misiones principales bastante guiadas por zonas por lo general pasilleras o con una exploración limitada a salas o habitaciones con coleccionables y armas.
Pero esto en las misiones principales, ya que habrá veces en las que viajaremos al centro de Viejo Detroit, un barrio más amplio que podremos explorar de forma libre, pudiendo multar a vehículos y personas que no cumplen la ley, aceptar encargos secundarios y encontrar alijos secretos. Una exploración que en algunas cosas puede recordar al videojuego Deus Ex: Human Revolution, un videojuego que curiosamente también tuvo algunas comparativas e incluso referencias directas a RoboCop, cerrando así un círculo de inspiración.
En cuanto al gunplay, este juego se diferenciará del resto de shooters en su movilidad, ya que al ser protagonizado por RoboCop y no un humano normal, no podremos agacharnos, cubrirnos y en general el movimiento será lento, pero se compensará con un pulso prácticamente perfecto al apuntar y una armadura de metal que hará que podamos recibir bastantes disparos antes de caer, haciendo que los combates sean un cara a cara de disparos, lanzar objetos o dar puñetazos sin necesidad de cubrirnos, salvo que nos encontremos con una gran oleada de enemigos en zonas más amplias, generalmente en las fases finales del juego.
La salud se recargará cuando dejemos pulsado el botón Círculo usando unas cargas que podremos recoger por el escenario, existiendo solamente curación automática de 1 a 20 de salud, aumentable a 75 desbloqueando una habilidad.
El juego no se limitará solamente a pegar tiros, ya que habrá partes de la trama donde habrá que investigar o resolver pequeños puzles, nada excesivamente complicado y facilitado con la visión robot que permite analizar pruebas y objetos interactuables.
Además, habrá diálogos y conversaciones donde poder seleccionar respuesta, que de primeras no parece afectar demasiado al desarrollo de la trama, más allá de alguna cooperación de otros personajes, pero si pueden afectar para el final del juego.
Y en general, realizar acciones de policía normal, resolver casos, multar a gente, encontrar drogas, bolsos robados, pruebas delictivas. Todo esto pensado para, al terminar una misión, ser recompensado con puntos de experiencia y una valoración al llegar a la comisaría.
Y es que el juego cuenta con unos leves elementos RPG, donde nuestras acciones serán recompensadas con puntos de experiencia, tanto misiones principales como las actividades secundarias ya mencionadas. Por cada mil puntos recibiremos un punto de habilidad, que también conseguiremos encontrando un tipo de coleccionables limitado, los disquetes de habilidad de OCP.
Con estos puntos de habilidad podremos desbloquear mejoras, por lo general pasivas que aumentan el daño, la defensa, otorgan éxito en conversaciones, distancia al analizar o hasta un bonus de experiencia, pero con mejoras destacables al desbloquear 2, 6 y 10 puntos de habilidad de cada rama, incentivando mucho a explorar todo y hacer todas las misiones secundarias posibles para obtener la mayor cantidad de mejoras posibles y convertirnos en una máquina perfecta de matar.
Por último, habrá una placa, e incluso varias si exploramos los escenarios, ya que podremos encontrar en unos contenedores especiales estas placas acompañadas de sus chips.
Las placas servirán para mejorar nuestra arma principal, encajándolas de forma que conecten entre sí el recorrido eléctrico, pero sin conectar con los puntos rojos que nos penalicen, desbloqueando mejoras acordes al % que indique cada chip, además de mejoras más fuertes si logramos conectarlos con los puntos amarillos, pudiendo hacer que nuestra arma dispare balas explosivas, no necesite recargar, pueda atravesar blindaje e incluso que sea más destructiva a nivel visual.
Adaptando con amor y respeto a RoboCop.
Cuando se adapta una película o el universo de dicha película, una parte fundamental es hacerlo con pasión y cariño por lo que se adapta, eso puede marcar la diferencia y romper esa maldición que perseguía a los videojuegos basados en películas, donde eran pocos los que lograban hacerles justicia u ofrecer un producto de calidad. En este caso se puede palpar ese amor por RoboCop en todo momento, tanto en su ambientación, en la recreación de sus personajes y en su trama principal, se nota que quienes trabajaron en el juego son fans o han estudiado perfectamente que hace especial al agente Alex Murphy.
E incluso parte de las mecánicas del juego están sacadas de la película, como el poder disparar a enemigos con balas rebotadas en zonas del escenario como placas metálicas.
El juego cuenta con una historia original diferente a las películas, que continua donde termina la segunda película.
Todo transcurre en una Vieja Detroit de comienzos de los 90 sumida en una gran crisis y decadencia por culpa del Nuke, la droga que destrozó los barrios más pobres en RoboCop 2. Robocop es enviado a una misión de rescate de rehenes en los estudios de TV del Canal 9, cuando durante el caso en un momento clave del rescate sufre alucinaciones donde se mezclan sus recuerdos humanos del pasado con la actualidad, creando una lucha interior entre Alex Murphy, la persona que era antes de morir, y Robocop, la parte robótica que requiere del cerebro del propio Murphy para sus funciones, poniendo en peligro tanto a la misión como a los rehenes.
Es entonces cuando empieza un proceso de estudio psicológico para localizar la raíz de los problemas, todo ello mientras sigue resolviendo casos mientras lucha contra estos problemas que alteran su sistema, hasta que se encuentra con un curioso enemigo que parece ser el causante de esos problemas, creando una crisis mayor en plenas elecciones a la alcaldía de la ciudad, donde uno de los candidatos propone cambiar a la policía por robots de última generación, afectando directamente tanto a Murphy como a sus compañeros de comisaría, además de recuperar el proyecto Delta City de reconvertir Detroit en una nueva ciudad destruyendo los barrios mas desfavorecidos, continuando esta trama abierta de la 1ª película.
En general, una trama que a los fans de RoboCop seguro que les encantará por su intención de recuperar y cerrar esas tramas abiertas que dejaron las dos primeras películas, renegando de la 3ª y ofreciendo una alternativa argumental más convincente, fiel y violenta. Y a quienes seamos nuevos y no estemos familiarizados, nos dará la posibilidad de conocer a uno de esos referentes cinematográficos de los años 80 sin impedir que disfrutemos de él e incluso incitarnos a ver las películas, porque más vale tarde que nunca.
Detroit a ritmo de Heavy Metal
A nivel sonoro nos encontramos con un doblaje únicamente en inglés, sin opción de castellano. Por suerte pese a ello contaremos con la voz de Peter Weller, el actor que interpretó a RoboCop en las primeras películas, volviendo al papel más de 30 años después y volviendo a dejar clara la idea de que esta es la RoboCop 3 que merecemos.
Aunque en general para el resto de personajes será un doblaje normal, a veces algo simple, a veces algo forzado, que no destacará demasiado más que por el factor nostálgico de su protagonista. El sonido de las armas y explosiones sonará de forma correcta, a veces algo alto, para transmitir mejor la acción y tiroteos como las películas de la época.
En cuanto a la banda sonora, encontraremos buenos temas, como el del menú principal, también una adaptación del tema original para tocar a la nostalgia, y otras melodías que acompañarán bien a la acción y encajarán tanto para un videojuego como RoboCop, como para un producto que busca emular a las películas de acción de los 90.
Además, a veces en ciertos momentos de la trama nos encontraremos con temas más duros, de puro heavy metal de los 80 tocado y escuchado por las bandas con las que tendremos que tratar por la ciudad, dando ese toque gamberro a la situación.
Una ciudad que te atrapa visualmente
Gráficamente encontraremos un gran contraste, una ciudad de Detroit recreada de forma espectacular, con una grandísima iluminación y unos reflejos en los charcos que nos harán dudar de si estamos jugando a un juego de presupuesto discreto, pero por otro lado tendremos las caras y animaciones de los personajes, no tan inspirados y salvo algunos personajes recreados de forma fiel a los personajes de las películas, en general están por debajo.
Tendremos modo rendimiento y modo gráfico para elegir si preferimos 60 fps estables, con algún bajón en zonas con muchos enemigos y explosiones, o un modo limitado a 30 fps donde el juego lucirá a mejor calidad, viéndose especialmente bien al recorrer las calles del centro.
La ciudad luce muy bien, ya sea por el día o por la noche, la iluminación, el humo, los periódicos volando, todo aprovechando muy bien el nuevo motor Unreal Engine 5, pero acompañado también de un apartado artístico que recrea esa esencia de los 90 que transmitían las películas y series de la época, visitando lugares tan nostálgicos como un videoclub de barrio o un salón arcade, que nos puede resultar familiar si vimos las películas, con muy buena recreación de los decorados, pudiendo diferenciar las películas de los estantes, o cada máquina arcade como si realmente estuviéramos allí. Además, habrá otros escenarios de todo tipo, como bloques de pisos, talleres, tienda de 24 horas, algún concierto, oficinas, fábricas… ofreciendo muy buena variedad y gran cuidado gráfico.
Otra cosa a destacar será la espectacularidad de las partes de acción, pudiendo romper algunas partes del escenario como columnas, madera, hacer saltar por los aires material de oficina con explosivos, o reventar cabezas enemigas de disparos, enriqueciendo visualmente cada tiroteo que tengamos, tanto por el nivel de detalle como por la calidad de la iluminación, siendo uno de sus puntos fuertes.
En cuanto a los personajes, caras pobres o poco inspiradas, salvo la de los personajes principales que si estarán basadas en los actores de las películas, nos dará conversaciones estáticas y se sentirá que en este aspecto no ha dado un salto generacional igual que los escenarios. Lo notaremos al caminar, al verlos en acción, al hablar y es como si tuviéramos un escenario de PS5 con personajes de PS3.
El juego que todo fan de RoboCop podría esperar
RoboCop Rogue City se presenta como un shooter que no innova ni pretende sentar unas bases, pero que si aprovecha elementos del género y la licencia de RoboCop para crear un buen videojuego de acción lineal con partes abiertas que en conjunto queda variado y satisfactorio, en especial para los fans de sus películas.
Elementos RPG, partes de investigación, y una trama que sin ser sobresaliente sí mantiene el interés en lo que está pasando, en una duración de entre 12 y 20 horas dependiendo de si vamos directos a la trama o nos desviamos a ayudar a los ciudadanos en peligro o multamos a los delincuentes que encontraremos por el centro de Detroit.
Todo esto acompañado de un apartado visual muy bueno en escenarios y ambientación y algo flojo en expresiones y diseño de personajes, una banda sonora muy acertada y acorde a cada momento.
Como inconvenientes podemos encontrar un ritmo algo irregular en la trama, a veces muy acelerada y otras más pausada, una IA simple pero que tampoco aspira a más que dispararnos al vernos, la falta de doblaje y el diseño de los personajes secundarios y su sincronización labial.
Los movimientos lentos de Robocop y sus complicaciones para cubrirse en tiroteos también pueden molestar en especial en fases finales del juego, al igual que al movernos por la ciudad se hace un tanto tedioso al no tener un sprint demasiado rápido. Para terminar, las decisiones en conversaciones pueden parecer que tienen más importancia o consecuencias de lo que realmente tienen, ya que no cambiarán demasiado.