Análisis – Ratchet and Clank: Una dimensión aparte
Al igual que Nintendo con Mario, PlayStation siempre ha podido «fardar» de tener una o varias mascotas por cada generación de consolas. En PlayStation 1, Crash Bandicoot fue el rey indiscutible gracias a sus tres aventuras principales y sus diversos spin offs, pero en PlayStation 2 perdió su trono frente a dos icónicas parejas de personajes: Jak and Daxter y Ratchet and Clank.
Aunque Jax y su compañero se quedaron estancados en la generación de PS2 y PSP, el lombax y el robot volvieron por todo lo alto en PlayStation 4 gracias al reboot de la saga en 2016, que asentó una nueva aventura y un fórmula jugable más acorde con los tiempos presentes para ofrecer una de las mejores aventuras de la anterior generación de consolas.
Ahora, la pareja vuelve a la carga con una secuela exclusiva para PlayStation 5, con la que Insomniac Games busca enseñar todas las virtudes de la nueva consola de Sony distorsionando las mismísimas dimensiones a su paso.
¿Es Ratchet and Clank: Una dimensión aparte uno de los grandes abanderados de PlayStation 5? Dentro análisis.
Recorriendo las dimensiones
Este título se sitúa varios años después de Ratchet and Clank (2016), con los planetas en paz gracias a las hazañas de los dos héroes, a los que se les ha preparado un homenaje con una pequeña sorpresa. Como de costumbre, el Dr. Nefarius se entromete para acabar robando el Dimensionador, un aparato que permite abrir brechas entre las diferentes dimensiones del espacio-tiempo y que Clank había creado para que Ratchet pudiera buscar a su raza. Al romperse éste, las dimensiones comienzan a resquebrajarse y los dos compañeros se separan, conociendo a Rivet en el proceso, una lombax que lucha contar el Emperador Nefarius en su propio mundo.
Con esta premisa el juego nos presenta una serie de planetas (hasta nueve de ellos) que recorrer con Rivet y Ratchet cumpliendo una serie de objetivos mientras los exploramos, de manera muy similar a la que vimos en el reboot de la saga. Gracias a un excelente diseño artístico por parte de Insomniac, cada planeta se siente completamente distinto a los demás, tanto a nivel estético como jugable, ya que conforme avanzamos en al aventura nuestros protagonistas adquieren una serie de habilidades pasivas con las que poder acceder a zonas antes bloqueadas o fuera de nuestro alcance.
Gracias a los diferentes coleccionables del juego, como los guitones de oro, robots espía o piezas de traje, volver a visitar los planetas para completarlos al 100% una vez tengamos el equipamiento adecuado se hace ameno y divertido.
Ya en la presentación y en los tráilers del juego se hizo mucho énfasis en la importancia del disco SSD de la PlayStation 5 como virtud fundamental para esta secuela, y prácticamente todo el juego gira en torno a la premisa de la inexistencia de las pantallas de carga. «Estirar» de una brecha interdimensional para acceder a una zona opcional sin notar ninguna transición o recorrer planetas enormes con las botas deslizantes sin pantallas de carga o tirones de ningún tipo son algunas de las maravillas que ofrece Ratchet and Clank: Una dimensión aparte.
Por consiguiente, pese a partir de la misma base jugable que su precuela, la exploración de sus mundos resulta mucho más dinámica y placentera, ya que la capacidad de PlayStation 5 permite recorrer planetas mucho más grandes y poblados tanto por tierra, «mar» y aire según la situación.
El tono de humor del juego sigue siendo igual de brillante que en los anteriores títulos de la saga, con un doblaje al castellano excelente y unas «versiones alternativas» de los principales compañeros de Ratchet, como el bueno del Capitán Quark, que seguro que sacan más de una sonrisa.
Unos lombax de armas tomar
En todo Ratchet and Clank que se precie, exploración, humor y balas por doquier deben ir de la mano, y esta secuela no se queda atrás en este sentido. Como viene siendo habitual en la saga, el diseño de las armas aúna eficiencia y locura a partes iguales, dando lugar a maravillas como la Tuneladradora, con misiles en forma de perritos teledirigidos, o el Señor Champi, con el que el alma de la fiesta se encargará de todo el «papeleo».
Estas armas suben de nivel conforme las usemos, transformándose al alcanzar el nivel máximo. La Señora Zurkon será la encargada de vendernos estas preciosidades a cambio de unos cuantos guitones, además de comprar diversas mejoras para las mismas usando el raritanio encontrado.
Tanto Ratchet como Rivet están mejor preparados para la acción en esta secuela, con nuevas habilidades como el «deslizamiento fantasma«, con el que poder atravesar los ataques enemigos gracias a la ganancia de unos cuantos frames de invulnerabilidad, o la capacidad de utilizar las brechas interdimensionales para posicionarnos en medio de un combate.
De esta manera, intercambiar las diferentes armas durante una refriega a la vez que usamos el entorno a nuestro favor convierte cada enfrentamiento en un fluido baile de balas y guitones muy placentero, con un sinfín de posibilidades estratégicas.
Como añadido jugable tenemos el Coliseo, un lugar en el que poner a prueba nuestra habilidad gracias a las tres Copas disponibles, divididas a su vez en cinco combates con características específicas para obligarnos a variar el uso de nuestro armamento.
Al terminar el título (lo que lleva unas 11 a 14 horas dependiendo de si buscáis completarlo al 100%) el título ofrece la posibilidad de empezar una Nueva Partida + en el Modo Desafío, en el que obtendremos un multiplicador de guitones si cumplimos una serie de objetivos, como no ser golpeados o encadenar una serie de bajas. En este modo tenemos la versión Omega de las armas, la cual podemos subir hasta el nivel 10 para facilitar más este desafío.
El verdadero poder de los lombax
Como he comentado, Ratchet and Clank: Una dimensión aparte busca ofrecer todas las virtudes que la PlayStation 5 puede ofrecer, haciendo hincapié en la tecnología más novedosa de la consola.
Por ello, los tiempos de carga son inexistentes, ya sea cargando un mundo por completo o saliendo y entrando al menú de inicio. Es cosa de segundos el retomar la partida en cualquier punto y viajar de planeta en planeta, de manera que la inmersión en el juego sea total y no se corte el trepidante ritmo de la aventura en ningún momento.
Los 60 frames por segundo son estables en todo momento. Si bien en la última actualización de Ratchet and Clank (2016) pudimos comprobar qué tal le sentaba a la pareja moverse con esta tasa de frames, aquí se exprime esta ventaja al máximo, sin bajones ni tirones por muchas partículas que se generen en pantalla, otorgando al gameplay una fluidez que le sienta como un guante a un título de estas características.
El feedback con el mando es espectacular. Cada cambio de terreno sobre el que Ratchet y Rivet andan, cada salto y cada golpe se sienten a la perfección entre las manos. Los gatillos ofrecen distintas resistencias según el arma a utilizar, teniendo la mayoría de ellas un disparo principal y uno secundario en función de cuánto pulsemos el gatillo de disparo, respondiendo a la perfección en todo momento.
El título ofrece la posibilidad de configurar tanto el apartado gráfico como el comportamiento del mando, de manera que podemos elegir entre los 4K y 30 FPS y los 1080p 60 FPS con y sin trazado de rayos, a la vez que podemos suavizar las funciones del DualSense a nuestro gusto para equilibrar las sensaciones en las manos y el gasto de batería.
El apartado artístico es sin duda uno de los puntos más fuertes de esta secuela. El diseño de los escenarios es muy original, ofreciendo una estructura de niveles muy bien cuidada, de manera que sea imposible perderse pero siempre haya puntos opcionales que explorar. Los enemigos pecan de repetitivos en varios puntos del juego y en las dificultades más altas ofrecen un desafío de bastante calibre, sobre todo en los primeros compases del juego.
Tanto la banda sonora como los efectos de sonido cumplen su función con creces. Cada arma tiene sus propias animaciones y las refriegas se vuelven una verdadera orquesta de luces y sonido, la cual es muy recomendable disfrutarla con cascos para una mayor sensación de inmersión.
En definitiva, Ratchet and Clank: Una dimensión aparte es la secuela perfecta para el reboot de la saga, que sirve tanto para devolver la gloria a su peculiar pareja de protagonistas como para convertirse en uno de los títulos más divertidos de PlayStation 5. Insomniac Games ha conseguido cogerle el punto a la consola para exprimir al máximo sus capacidades y vuelve a asombrar a la industria con una nueva obra de arte.
Este análisis ha sido realizado en una PlayStation 5 gracias a una copia de prensa facilitada por Precision España.