Análisis – Hitman 3
El veterano Agente 47 ya está acariciando su retiro, pero antes de dejar definitivamente su trabajo de tiempo completo y dedicarse a quién sabe qué, IO Interactive ha puesto en nuestras manos la última entrega de su nueva trilogía: Hitman 3.
Este juego, por más que añadió algunos nuevos elementos, se siente como una especie de resumen que nos muestra por qué esta serie ha logrado ser tan exitosa en los últimos años, manteniéndose fiel a todo lo que le hizo triunfar desde su debut.
El título pule, mejora y complementa muchísimas cosas de los dos anteriores desde el aspecto jugable, mezclándolo con unos niveles muy bien diseñados y una alta carga narrativa que hace que realmente nos interesemos por la trama y sus eventos, más allá de su simpleza.
¿Es Hitman 3 el mejor juego de la trilogía? Te lo contamos en el análisis.
The Last Dance.
Toda persona brillante en su profesión idóneamente debe tener un cierre de carrera magistral, y este ha sido el enfoque de los desarrolladores, darnos una última experiencia que expanda al máximo los límites de la fórmula clásica de la serie, sin salirse de sus cauces.
Para ello, el juego nos traslada a espectaculares locaciones como Dubai y Dartmoor, haciéndonos sentir en una película de Hollywood por la inmensa creatividad y el nivel de detalle que le pusieron a cada rincón de los escenarios, lo cual nos garantiza un grado de inmersión altísimo en cada una de las misiones.
Los niveles, por lo general, esconden mucho más de lo que dejan ver a simple vista y llevan al límite cada elemento característico de las ciudades para darle un sentido dentro de la historia y de la exploración, unos desde un punto de vista más ‘novedoso’ dentro de la saga y otros manteniendo clara la fórmula y estándares de la misma.
Por ejemplo, en la ciudad de Berlín se vive una de las experiencias más interesantes de la saga, insertándonos directamente en una discoteca con muchísimas personas con la misión de escabullirnos, pasar desapercibidos y escapar, en lugar de tener que buscar algo o a alguien.
Las locaciones, tanto exteriores como interiores cuentan con un nivel gráfico más que aceptable, al que le cayó muy bien la llegada de la nueva generación de consolas y corresponde a lo que IO Interactive nos tiene acostumbrados con su serie más célebre.
Por otro lado, hay otras ciudades, como Mendoza y Chongqing, que sí nos presentan la experiencia sandbox tradicional del Agente 47, así que los jugadores veteranos de la franquicia pueden estar tranquilos, ya que podrán disfrutar por última vez del asesino del código de barras haciendo sus tareas favoritas.
Tomando todo esto en cuenta, podemos decir con un alto grado de certeza que estamos ante el mejor diseño de niveles de toda la última trilogía e invitamos a todos los jugadores a explorar y disfrutar del componente de rejugabilidad que tiene cada una de las locaciones para descubrir todos sus secretos y sacarle el máximo provecho a la experiencia.
Eso sí, la forma de presentar algunas misiones y objetivos se hace un poco repetitiva si tuviste la oportunidad de jugar a los títulos anteriores de la saga, por lo que en algunos aspectos el juego puede dejar de sorprender y hacerte pensar, ¿tengo que hacer esto otra vez? antes de que te lo hayan dicho.
Y es que claro, es muy complicado para los desarrolladores no recaer en ciertos conceptos cuando se lanza una trilogía basada en el mismo personaje y mecánicas de sigilo; y aunque esto no es del todo malo, ya nos deja ver por qué es acertada la decisión de IO Interactive de darle unas buenas vacaciones al Agente 47 y enfocarse ahora en Project 007.
Historia simple, pero bien presentada.
La historia no es el aspecto principal de los juegos de Hitman ni mucho menos, pero se le debe reconocer a los desarrolladores que en esta entrega se enfocaron un poco más en el punto de vista argumental.
Los niveles, por lo general, comienzan con una cinemática que nos va poniendo en situación sobre todo lo que tendrá que hacer el Agente 47 en su próxima misión, además de deslumbrarnos con los gráficos de cada locación, algo que nos hace sentir aún más que estamos dentro de una película.
Sin embargo, tampoco podemos decir que tenemos entre manos una historia sorprendente con impresionantes giros y situaciones inesperadas, sino que sigue esa misma línea de cierta previsibilidad que ha tenido la saga desde sus orígenes para que el jugador se enfoque más en el gameplay y en todas las libertades que tiene en los niveles.
En aras de no hacer muchos destripes, simplemente nos atenemos a comentar que se le da una conclusión más que decente a la trilogía.
Fórmula exitosa, poca innovación.
Más allá de que en algunos momentos tendremos que hacer de detective con el Agente 47 y encontrar pistas para resolver un crimen, el juego se mantiene bastante fiel a las mecánicas principales de la saga, incluso en esos niveles que se atreven a tener una estructura diferente en cuanto a su diseño.
El apartado jugable no tiene una notoria evolución si lo comparamos con Hitman 2, por lo que todo el esfuerzo hecho en deslumbrar con los niveles, no se corresponde con un crecimiento del gameplay ni la adición de nuevos elementos que nos pudieran sorprender en este plano.
Desde este punto, Hitman 3 se siente como una simple continuación de los juegos anteriores, sin muchos riesgos, cuando los desarrolladores pudieron ser un poco menos conservadores en este aspecto.
Sin embargo, todo ese ‘conservadurismo’ dentro del gameplay le permitió a los desarrolladores pulir muchísimas cosas del juego para mejorar su fórmula. La IA de los NPC está muchísimo mejor trabajada y las situaciones incoherentes son menores en comparación a los títulos anteriores.
En los juegos de sigilo es muy complicado que no surjan momentos extraños que alejen de la realidad al juego, pues es una mecánica que se vale mucho de la ficción y la ‘conveniencia’ de los eventos que surgen en el entorno para funcionar con efectividad.
No obstante, en este caso IO Interactive ha hecho sentir mucho más fluidas y naturales estas secuencias, con un comportamiento mejorado y también modelos en 3D más realistas para los NPC, haciendo que cada uno de ellos tenga la importancia que debe tener en su momento.
Eso sí, los detalles de la nueva cámara y los atajos permanentes sí que se tienen que agradecer, más allá de los sutiles que estas adiciones puedan ser.
Conclusiones.
IO Interactive ha cerrado la trilogía de Hitman con broche de oro. Un título que nos presenta con un empaque mejorado todos los aciertos que engrandecieron a la saga desde el primer momento, apelando por el perfeccionamiento de la fórmula por encima de la innovación.
Sin duda, este es un título que los aficionados más veteranos del Agente 47 disfrutarán a alta escala, más allá de que se le pueda echar en falta alguna novedad jugable que marcara una evolución en este aspecto.
No obstante, el maravilloso diseño de niveles y las mejoras generales que mencionamos anteriormente, nos hace estar frente al mejor juego de la última trilogía de Hitman, justo en su baile de despedida.