Guitar Hero Live vs Rock Band 4
Duelo de solos, mejores punteos, mayor show en el escenario y solo un ganador. Afinamos cuerdas
Rock virtual dividido como jamás antes habíamos escuchado, Metallica contra Nirvana, ACDC contra Iron Maiden, Muse contra Artic Monkeys, Rolling Stones contra Los Beatles, Codlplay contra U2… Y Rock Band 4 contra Guitar Hero Live, dando caña en todos los segmentos del rock y hasta el pop guitarrero. El año 2015 quedará marcado como el regreso de las grandes sagas musicales a los escenarios, con todo el potencial de la nueva generación de consolas rehaciendo ideas, retomando conceptos y cambiando por completo cómo nos enfrentábamos a estas mecánicas tan arcades como divertidas y satisfactorias. Hacía varios años que no sabíamos nada de RB y de GH, se estancaron y decidieron descansar. Y ahora, que ha llegado un buen momento para el retorno, resulta que las dos sagas se atreven con una guerra de solos que hará a muchos tener que decidirse este octubre. ¿Lo nuevo de Activision o lo nuevo de Harmonix? Una vez probados a fondo, te contamos, apartado a apartado, qué vas a encontrar en cada juego para entre todos decidir quién toca mejor y merece más aplausos.
Tanto Guitar Hero como Rock Band tuvieron que frenar en seco su cascada de entregas por un claro agotamiento de la fórmula, una repetitividad que se afilaba aún más con la salida al mercado de más y más títulos, algunos basados directamente en grupos míticos como Rock Band Beatles o Guitar Hero Aerosmith. No se sabía hacia dónde ir, simplemente se optó por ampliar y ampliar los tracklists y añadir cuatro pijadas, algo como lo que ocurrió con otros pilares del género musical como DJ Hero o SingStar. Sin embargo, gracias a los cambios de concepción de los videojuegos -con más conexiones sociales, ampliaciones por micropago frecuentes, compatibilidad con segundas pantallas en un smartphone, etc- hoy era perfectamente posible un regreso de ambas sagas por todo lo alto y cargadas de innovación. El exitazo de un juego como Rocksmith también ha ayudado mucho, y hasta miran de lleno la idea de Ubisoft en determinados puntos. Desde luego, frescura y nuevas propuestas hay por todas partes:
Empezando por Guitar Hero Live, las totalmente nuevas guitarras y el cambio absoluto del gameplay tradicional de 5 botones de colores crea una experiencia totalmente inédita que desafiará hasta a los más viciados. Ahora las guitarras cuentan en el mástil con 3 notas blancas y 3 notas negras en filas superior e inferior que permiten todavía más combinaciones que antaño y que al mismo tiempo hacen más accesible o masiva la experiencia ya que eliminan el uso del dedo meñique, algo que curiosamente da paso a un mayor realismo y sensación de tocar las notas exactas que suenan. Este nuevo Guitar Hero se respira totalmente innovador y adelantado, también en todo lo que tiene que ver con contadores de combo, uso del Hero Power o formas de interpretar cada melodía y acorde. Incorpora también soporte para micrófono y plantilla de reconocimiento de voz para evaluación vocal en tiempo real, al parecer muy cuidado que puede dejar atrás incluso a los -siempre por encima en esto- SingStar. Y sobre todo eso está su nueva concepción hiperrealista donde importan muchas cosas que antes no, que hablamos luego.
Rock Band 4, totalmente contrario a cambios de periféricos y desembolsos otra vez para hacernos con nuevo equipo, apuesta por el continuismo intervenido. Es decir, por mantener el gameplay tradicional de los 5 botones de colores para que así todos los instrumentos que tuviéramos de antes nos sigan sirviendo, pero al mismo tiempo introducir cambios fuertes que eran necesarios y que nos hacen hablar de algo que se respira también innovador. Mirado de forma generalizada, es obvio que Guitar Hero Live radicaliza su apuesta por algo inédito, pero en cuanto entramos en particularidades podemos ver que Rock Band 4 también viene bien cargadito de ideas nuevas bien aplicadas que no lo hacen parecerse tanto a lo antiguo. Harmonix quiere que aprovechemos aquellas guitarras, batería y micro y sigan siendo totalmente compatibles con RB4, pero a su vez añade formas de tocarlas, nuevas combinaciones de dedos y barra de rasgueo o platillos solos, nuevas exigencias para el micro, frases musicales freestyle para que podamos marcarnos a nuestro antojo ese solo que siempre habíamos deseado, nuevos medidores de combo y potenciadores para afinar la competitividad…
Además de los cambios puros de gameplay y sensación de frescura sin aquel agotamiento de fórmula que se percibía hace unos años, era importante para ambos regresos, también, modificar por completo su planteamiento, concepción, presentación y estructura de modos y posibilidades. El online gana un peso fundamental en Rock Band 4 y Guitar Hero Live, como no podía ser de otro modo en pleno 2015, pero es que además todo se ve y se navega de otra forma, con una marcadísima puesta al día que les aporta riqueza. Los vemos por separado:
Guitar Hero Live empieza con un significativo cambio de logotipo, y simbologías, lo que deja como algo totalmente del pasado la concepción de la serie que teníamos, aquella estética cartoon de melenudos con trajes estrambóticos y animaciones imposibles, y adquiere un tono mucho más serio y formal, más realista. El realismo lo es todo para este GHLive, tanto es así que ahora lo que vemos mientras tocamos es un concierto en primera persona con imagen real, con público y compañeros de banda que se comportan de forma variable según lo bien que estemos tocando, en un impresionante resultado visual donde, de forma dinámica, nuestros éxitos o fracasos tienen consecuencias inmediatas y visibles, lo que nos traslada un poco más a sentirnos realmente dentro. Por supuesto, el despliegue de modos de juego nos deja un montón de nuevos desafíos y formas de retar a otros, pero también el interesantísimo canal Guitar Hero TV, un lugar donde ver videoclips de nuestros grupos favoritos al tiempo que tocamos sus canciones, hacer pequeñas modificaciones y donde cada día habrá nuevos temas que se emiten gratuitamente y que, si queremos guardar para siempre, podremos comprar por separado. Todo esto, tanto GHTV como Live, en una esquema por recuadros muy visual y puesto al día, como si fuera una cómoda aplicación de móvil, con una navegación muy rápida y elegancia en cada categoría y menú de configuraciones.
En el otro extremo, Rock Band 4, que vuelve a mostrarse más conservador en diseño de interfaz y esquemas, pero que realmente en cuanto se profundiza está hasta arriba de cambios, multitud de modos de juego -a priori más que Guitar Hero Live– y algunas formas de expresión visual inéditas en la saga, que hasta esta entrega era propiedad de Electronic Arts. La apuesta de éste va hacia los dibujos poligonales y caricaturescos, con gráficos muy vistosos ya que es un título solo para PlayStation 4 y Xbox One, sacando partido a los efectos de luz, texturas o animaciones muy suaves y bien llevadas según cada parte de la canción o cómo la interpretemos. Habrá modalidades clásicas para ir desbloqueando canciones, desafíos y eventos semanales, un buen puñado de opciones multijugador y conexión y calibrado fácil de las guitarras, batería y micros. Se estrena el Modo Concierto, donde iremos de gira con nuestro grupo tomando algunas decisiones, votando en plena actuación qué canciones queremos a continuación o llevando a nuestra banda hacia una vertiente mainstream o alternativa. Los menús responden más a los de un videojuego en sentido clásico, con desplegables y enumeraciones por lista por las que ir bajando para navegar y seleccionar.
Otro de los factores que pueden volcarnos hacia un lado u otro en esta competición de juegos, decantarnos por Rock Band 4 o Guitar Hero Live, viene en sus contenidos en el sentido meramente numérico de canciones incluidas, canciones regaladas, canciones a la venta… Y canciones de subgéneros del rock muy distintos como pueden ser el pop-rock teenager estadounidense frente al heavy o power metal más duros y norteuropeos, el punteo melódico británico o el rockabilly de los 50. En ambos juegos hay cabida para todas estas variantes e incluso para tendencias electrónicas y de grupos indie experimentales. No se han detallado los precios de las canciones sueltas para descarga en uno y otro ni los planes de lanzamiento futuros, qué periodicidad de estrenos de nuevas pistas habrá o si podemos esperar más juegos completos en formato físico o ampliar éstos. En cada uno sí sabemos ya que podemos esperar:
Guitar Hero Live, con su cambio absoluto de gameplay y periféricos, se estrena con 110 canciones disponibles, a las que se sumarán muchas más y pasa desde ya incluso por estilos alejados del rock, con temazos electrónicos de productores tan conocidos como Calvin Harris o Skrillex compartiendo cartel con leyendas del metal como Judas Priest, System of a Down o Megadeth. Junto a ellos, rock de otras clases con Red Hot Chili Peppers, The Killers, Green Day o Paramore. La variedad está asegurada, en una búsqueda de captación de públicos muy diversos y una recopilación de singles a la altura del nuevo regreso por todo lo alto que pretende el juego de Activision.
Rock Band 4 cuenta con una ventaja aquí que puede ser demoledora. Su compatibilidad de periféricos y gameplay relativamente continuista ha conseguido a Harmonix hacer compatibles también las canciones en descarga de los anteriores juegos, canciones que tuviéramos ya compradas, lo que dibuja un panorama de nada menos que más de 1.500 canciones ya disponibles más las que vendrán. Éste es el punto de partida y gran beneficio de mantener los botones de colores y las claves jugables de antes, un “sacrificio” que hace a esta entrega nacer con un background existente mastodóntico y que nos permite reciclar y seguir jugando casi todo lo que teníamos. Las canciones de los discos en físico o algunas sin la licencia renovada como las de The Beatles quedan fuera de esta retrocompatibilidad, pero son una minoría. Igualmente, RB4 también es una apuesta por la variedad de géneros musicales, aunque aquí parece, de entrada, haber más concentración en el rock. En su tracklist inicial de canciones inéditas encontramos clasicazos de la guitarra eléctrica como The Pixies, Ozzy Osbourne, Jimi Hendrix, Elvis Presley o The Who junto a temas más actuales de grupos y artistas como The Black Keys o Queens of the Stone Age.
Era importante también en esta nueva etapa para ambas sagas y renacimiento de muchos de sus cimientos cómo se sienten realmente en partida, cómo percibe el jugador en sus dedos que está clavando o no las notas, cómo se interiorizan mentalmente las melodías y desafíos, cuánta satisfacción consigue hacer un súper combo larguísimo o destrozar al rival, qué emoción se logra en cada encuentro… Este apartado será central para muchos jugadores que buscan por encima de todo el realismo, la diversión, un nuevo reto porque ya dominan las mecánicas, aprender algo de música y guitarra o simplemente divertirse con la adrenalina a flor de piel sin olvidar jamás que estamos ante un videojuego… Cada producto tiene sus particularidades y beneficios, pero ambos son una apuesta más realista que antaño, eso está claro desde ya. Veamos:
Guitar Hero Live y sus nuevas notas en el mástil representadas en pantallas con púas blancas, negras o mixtas consiguen un gameplay que se siente súper preciso y muy robusto, sin fisura alguna ni lag que entorpezca la interpretación ni sensación de injusticia. Resulta muy visual clavar exactamente los tempos y, gracias a su innovadora guitarra con botones blancos y negros, es un reto hasta para el más experimentado en el formato clásico con colores. Las melodías -en dificultaes alta y extrema- están muy, muy trabajadas para que más o menos marquemos exactamente una secuencia con los dedos como la que marcaríamos en una guitarra real para tocar. También la parte de voz está hecha a conciencia canción a canción, sin dejar ni una sílaba sin trabajar y que se asemeje a lo vocal del tema. Los solos de guitarra o bajo son espectaculares y hay bastantes nuevos tipos de notas para multiplicar puntos, conseguir Hero Power, enlazar notas, buscar secuencias de rápido encadenamiento virtuoso, etc. Es algo nuevo pero es algo muy sólido y con cada canción trabajada en diseño y retos de forma individual para buscar sensaciones realistas.
Rock Band 4 no se queda atrás, ni mucho menos, pero se siente más conocido. Lo nuevo de Harmonix es una apuesta tan concentrada en el realismo que llega a colocar en cada botón una nota y a dejarnos determinadas secuencias de interpretación libre, para podernos marcar unos solos que quiten el hipo y alteren totalmente la canción original, ya sean de guitarra, de bajo, de batería o a viva voz introduciendo matices. En pantalla se mantienen sobre el mástil los rectángulos de colores, que apasionaron a muchos y no gustaban tanto a otros, pero ahora parecen responder mejor y ser más limpios y precisos. También cada canción está trabajada a fondo para que la percepción del jugador y movimiento de sus dedos sea absolutamente similar al que haría en una guitarra real (en modalidades de dificultad altas). Hay nuevos potenciadores, armas para fastidiar al rival, medidores de combo o destreza general, multiplicadores… Se percibe más sofisticado en todo y un verdadero reto que tendremos que aprender a dominar solo con la práctica y muchas partidas y atención a todo lo que dispone. Es, sin duda, el Rock Band más profundo, realista y satisfactorio de todos.
Una buena parte de los consumidores de juegos musicales esperan tener a su disposición, además de las modalidades pre-configuradas y creadas por los desarrolladores y músicos de cada título, una buena mesa de trabajo libre y editores sofisticados de canciones o secuencias para personalizar más a su gusto o dar rienda libre a su creatividad e incluso composición de nuevos temas. Ambos juegos prestan atención a esto, claro, pero uno parece estar por encima del otro en ello:
Guitar Hero Live dispone de taller de trabajo para que podamos crear desafíos para otros, secuencias específicas o intervenir canciones aplicando ligeros cambios que le den otro sonido y otro reto. Sin demasiada chicha. Hay varios modos de edición, también de vídeos en Guitar Hero TV y diversas opciones de dificultad o parámetros que queremos que entren en juego. Lo nuevo de Activision tiene posibilidades, pero es conformista y no parece que vaya a ir demasiado allá en la carta blanca para el jugador y su enfoque obsesionadamente didáctico. Al menos por lo que sabemos de momento, habrá que ver el juego final y que funcionalidades en esta línea se han reservado…
Sin embargo, Rock Band 4 es el que de verdad ha apostado por esto y ya en el anuncio del nuevo juego el pasado invierno se enseñaron las posibilidades de personalización, edición de canciones para que podamos componer nuestras inspiraciones, intervención de pistas creadas con bastante libertad… Harmonix ha hecho aquí su juego más musical en sentido estricto y académico, un poco mirando a Rocksmith como decíamos al principio y queriendo que el usuario pueda de paso aprender algunas nociones sobre guitarra eléctrica. No es que sea un aburrido videojuego didáctico con todas las letras, para nada, pero sí que coquetea con algunas modalidades freestyle y de pentagrama en blanco que pueden ser interesantes y darán algo más de vidilla al multijugador online, ya que prácticamente todo parece que se puede compartir con el resto del mundo y amigos.
Con todo esto, las preguntas ahora son claras, ¿con cuál te quedas?, ¿quién gana este duelo de guitarras?, ¿qué título enloquecerá al público dando su mejor concierto?