PS Vita, ¿se comprende la consola a sí misma?
A caballo entre ser una PS4 o una portátil hipster
Cuando en el mes de marzo se anunciaron los juegos de Playstation Plus, se ejemplificó lo mejor y lo peor de una portátil fantástica: PS Vita. Por un lado nos encontramos con Killzone Mercenary y por el otro a Monster Bag. Killzone Mercenary es bonito, tiene actitud, buenas maneras y a todos los efectos es como disfrutar de un FPS de una consola grande en una pequeña. Monster Bag, por su parte, es un videojuego con una estética que recuerda mucho a esas series de animación que tanto nos gustan: Hora de Aventuras, Gunball y compañía.
Sin embargo, Killzone Mercenary peca de exceso de ambición o de no saber comprender a la propia máquina que lo acoge. Hacer un giro sobre uno mismo o controlar el entorno que rodea a nuestros mercenarios se hace excesivamente complicado a causa de los deficientes sticks de la PS Vita para esto. Un problema similar nos encontramos cuando jugamos en Remote Play con la PS4, que salvo para títulos muy concretos como Final Fantasy Type 0 HD, no se deja jugar todo lo bien que se debería (probad a jugar con Bloodborne en Remote, valientes).
Monster Bag, por el contrario, es una preciosidad de color y de buenas intenciones en lo jugable. Controlamos a una mochila-monstruo que ha de saltar de espalda en espalda hasta volver a la de su dueña. La propuesta jugable de Monster Bag destaca por su vistosismo, y es que la pantalla OLED de la PSVita no es una cosa a tomársela a broma. En ella los colores brillan que es una barbaridad, tanto, que este tipo de videojuegos lucen tan bien que ganan enteros al verse aquí; pero Monster Bag es un título con una propuesta tan atractiva como limitada, mostrando muchas flaquezas y acabando validada casi de manera exclusiva por su apartado visual.
Monster Bag comprende a la consola en lo visual, y también Killzone Mercenary. Ambos son dos acercamientos a lo que puede ofrecer la portátil de Sony desde dos frentes totalmente distintos. Killzone Mercenary es rico en lo jugable pero sus opciones son durillas de ejecutar; incluso frustrantes a veces por una ambición desmedida en el control para el sistema que soporta. Monster Bag se hace un tanto soso hacia el final a nivel jugable con, al contrario que el Killzone portátil, demasiada poca ambición en este aspecto; y PSVita tiene que ser capaz de ofrecer más de lo que ofrece un móvil a nivel jugable, a lo que se acerca el juego de Iguana Bee.
Tras jugar a los dos uno se queda con la sensación de que habría sido fantástico que ese aspecto visual hipster, precioso y que tan bien le queda a la PS Vita, el de Monster Bag, hubiese tenido la ambición en lo jugable de Killzone Mercenary, pero limitándose a lo que una PSVita hace bien y conociendo lo que hace mal.
En estos títulos se aprecia esa falta de entendimiento de lo que es la PS Vita: ¿una gran máquina capaz de compararse a la Playstation 4 o una máquina a la que llevar videojuegos tipo móvil? Lo malo de la PS Vita es no haber tenido una producción suficiente para que las desarrolladoras hayan sido capaces, o hayan querido, comprender bien la máquina que tienen entre manos. Por supuesto, hay videojuego que sí han sabido comprender a la Playstation Vita, entre los que destaca Gravity Rush.
El título de SCE Japan Studio es precioso, pero no por su calidad gráfica sino por su acabado artístico, que sabe brillar con toda su luz en la pantalla de la portátil de Sony (como hace Monster Bag) y a la vez es ambicioso en lo jugable (como Killzone Mercenary) pero sabiendo donde parar, conociendo hasta dónde puede llegar la máquina.
Pero Gravity Rush no es el único título que sabe destacar en PS Vita como ella se merece. Muchos indie como Hotline Miami o ports de PS2 como Persona 4 The Golden lucen y se disfrutan aquí mejor que en ningún otro sitio. Pero claro ¿se investiga todo lo que se debería en la explotación de la máquina? Se crea un feo precedente con el port de Final Fantasy Type 0 HD, que en lugar de salir en el medio que se le entendía natural -PS Vita-, ha salido para Playstation 4. Personalmente, yo me lo jugué de manera casi íntegra en PS Vita. Por venir de PSP, no existen esos problemas que presenta Killzone Mercenary por llegar con ideas de PS4 o PS3, pero es que el segundo stick favorece al título, permitiendo corregir y controlar una cámara de otro modo loca.
El problema de que Final Fantasy Type 0 HD haya aparecido en PS4 no es que vaya contra la lógica natural de las consolas, atendiendo solo a cuántas máquinas se han despachado, sino que se pierde esa investigación que necesita Playstation Vita acerca de sus limitaciones y sus virtudes. Playstation Vita tendría que ser la continuación, tras PSP, de títulos tan chulos a nivel artístico como aquellos Patapon, pero potenciados por más opciones y mejores controles; pero claro, si no se trabaja con ella, si se sigue sin prestarle la atención debida, la consola acabará pasando a la historia como una máquina que no sabe si es un teléfono portátil vitaminado o una PlayStation 4 capada; una pena, porque PS Vita tendría que ser ya la PS Vita que tiene que ser.