Soldier of Fortune: Payback

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Vuelve la sangrienta franquicia de FPS que tanto dió que hablar a través de sus precuelas. Ahora, asalta la next-gen en un intento por conquistar a los gamers. Esto es "la venganza".
Por Stewie 2 abril, 2008

Retorno sangriento

La saga «Soldier of fortune» asaltó los PC por primera vez hace ya ocho años, y resultó convertirse en una seria opción para los amantes del FPS, manteniendo una valiosa identidad propia basada en la ambientación bélica impreganada de cierta crueldad visual.

La calidad general de las dos primeras entregas obtuvo la admiración y aceptación de miles de jugadores y de los medios especializados. Y, aunque la segunda entrega, titulada «Double Helix», significó un ligero descenso en el caché del nombre de la saga, los adeptos aún se mantenian espectantes a nuevas entregas.

«Double Helix» vió la luz hace ya seis años, y lo hizo, al igual que el original, de la mano de la desarrolladora «Raven» y «Activision» como telón de fondo. Debido al espacio de tiempo que transcurrió sin nuevo material, era sabido que «Raven» abandonaba el barco, para poco después conocer que «Cauldron» sería la encargada de reanudar el camino de «Soldier of fortune».

A través de las primeras capturas, «Soldier of fortune: Payback» obtuvo muy buenos resultados y entró por los ojos a la mayoría, generandose así un primerizo hype que no tardó en menguar con el paso de los meses. En parte por la falta de ambiciones de sus responsables y en parte por lo poco que se iba mejorando su aspecto.

Finalmente, el título se presenta en el catálogo de PS3 a un precio reducido (40 euros), y viene a acompañar a la avalancha de FPS que suponen un buen porcentaje de la oferta next-gen, y que tan difícil estan poniendo el hecho de que un trabajo destaque significativamente.

A través del análisis comprobaremos si éste «Payback» es un firme candidato a lucir en los estantes de los gamers del género.

La puesta en escena nos propone interpretar el papel de un sangriento mercenario americano llamado Gavin Mason, que tendrá como objetivo cumplir las misiones más retorcidamente duras para evitar el éxito de los planes de los malotes más peligrosos del globo. Recorriendo escenarios desérticos de oriente medio o selvas africanas, entre otros.

Pero no pensemos que veremos a un soldadito condescendiente o a un héroe al uso. Como ya es costumbre en la saga, Mason será un tipo frio que no dudará en accionar el gatillo frente a la sien de cualquier enemigo. Esta, y muchas características más del juego, lo convierten en un material no indicado para jugadores menores de 18 años.

Cuando comenzamos a surcar a través de los primeros escenarios del juego, nos vamos dando cuenta de que muchas de las texturas y efectos de luz se han llevado a cabo con buen hacer y que podemos presenciar bastantes detalles que nos provocan sentirnos jugar a una PS3. Sobretodo en las zonas selváticas, las cuales poseen ciertos buenos atributos.

Pero existen serios problemas, altibajos en el trabajo del entorno que menguan, a cada paso que damos, nuestras experiencias visuales.

Para empezar, la gran mayoría de enclaves del juego carecen de un nivel de detallismo óptimo y acorde con lo que podríamos esperar de un buen shooter. Tanto es así, que la sensación de vacío en los escenarios puede llegar a provocar en el jugador un desinterés muy acentuado, dado que el aura que emanan es irreal, jamás se consigue una buena profundidad ni una realista ubicación de los elementos. Por el contrario, casi siempre tendremos la sensación de vagar por territorios muy limitados, lineales, toscos y de una irregular calidad.

Además, sólo podremos interactuar con un número muy reducido de elementos, los cuales lucen unas físicas que reaccionan a nuestros disparos con atroces comportamientos. Como los efectos del agua, cuyos atributos se podrían poner a trabajar, con un poco de esfuerzo, en unos 32 bits. O las bochornosas explosiones, tanto de nuestras propias granadas, como casi de cualquier otra cosa.

Siguiendo en ésta linea, el modelado y detallismo de los enemigos nos ofrece un nivel y un numero realmente discreto y falto de inspiración, que está mas cerca de la antigua generación de lo que se percibe en un principio. Y, por si ésto fuera poco, se mueven con una brusquedad que se aleja mucho de lo que se supone que deben de ser buenas, fluidas y variadas animaciones.

Lo que se vaticinaba que debería significar una de las llaves maestras de «Payback» son los numerosos y crudos desmembramientos. Pero al experimentar con ésta característica, comprobaremos que el trato que se le ha dado continúa en la sombra de la pequeña dejadez. Así, seremos testigos de unos muy poco realistas destrozos de cuerpos humanos, animados con muy malas maneras y que ,en numerosas ocasiones, nos obsequiarán con piernas bailoteando como colas de lagartija, desapariciones de cabezas casi por arte de magia, cuerpos levitando a ras de suelo o chorros de sangre extramadamente ficticios.

Lamentablemente, y a pesar de todo lo dicho, este «Payback» se mueve con escasa fluidez. Comprobaremos con horror constantes bajadas de frames, e incluso parones en seco, que entorpecerán bastante la acción y que, pese a no suponer un auténtico calvario, empobrecen aún más la experiencia de juego.

Para acabar con las buenas noticias, si no poseemos un buen nivel de inglés la trama de éste título nos pasará casi tan desapercibida como su detallismo, porque ni siquiera podremos disfrutar de un subtitulado en castellano.

El juego está preparado para correr a 1080p, modo en el que al menos las cosas mejoran bastante y se pueden divisar completamente los buenos matices que muestra.

En definitiva, «Soldier of Fortune: Payback» enseña una patita por debajo de la puerta que provoca intuir en él virtudes que no posee y que, lamentablemente, se habrían mostrado a un buen nivel con bastante más dedicación.

Sonido

La banda sonora en éste título se muestra como un buen acompañante para el jugador, y lo cierto es que casa bastante bien con la acción. Sin llegar a destacar en ningún momento, (en parte porque los ensordecedores y continuos disparos tomarán el auténtico protagonismo), se podría decir que, visto lo visto, no se puede pedir más.

Mención especial al sonido de las armas, muy realista y que incluso llega a contribuir especialmente a introducirnos en el ambiente. Oiremos «cantar» con voz tenor a una Kalashnikov, una M60 o un buen par de G36, de una de las formas más acertadas que se han visto.

En cuanto al doblaje, está totalmente en inglés, pero el trabajo se ha llevado a cabo con unos actores que colocan su empeño para interpretar acertadamente. El resultado es una buena nota en éste aspecto.

Jugabilidad

La idea principal de éste «Payback» es la de un tipo de jugabilidad directa, en la que podremos avanzar sin perdernos ni una sola vez y por la cuál no pasaremos ni un sólo segundo preguntándonos hacia donde debemos dirigirnos.

De ésta forma tendremos a nuestra disposición un marcador que nos indicará, incluso a través de las paredes, la ubicación y distancia en metros del siguiente objetivo de cada fase.

Se consigue un buen ritmo de juego, impregnando al jugador de una buena linea de tensión durante cada misión, provocando entretenerlo en algunas ocasiones, y aburriendolo socarrónicamente en otras.

Esto ocurre porque no se han llevado a buen cauce la intenciones de «Cauldron» con respecto al tipo de juego que buscaban. El sistema no cuaja, en gran medida debido a la monotonía y poca variedad de las situaciones en las que nos encontraremos a través de las 10 misiones, la penosa IA enemiga o el fracaso de lo que se suponen como «grandes momentos».

El hecho es que nada supone un reto excitante para un jugador experimentado del género, no porque se trate de un juego fácil, si no porque lo que veremos en él se presenta como algo tan visto y carente de carisma como poco adictivo, ya que se mantiene la sensación de estar repitiendo la misma misión con diferentes entornos.

Tanto es así, que vamos a ser capaces de superar cualquier misión con cualquier tipo de arma, como ya vaticina la opción de elegir nuestro arsenal al comienzo de cada una de ellas. Esto, en un principo, puede parecer un detalle como cualquier otro, pero lo cierto es que la acción nunca nos incita a seguir una estrategia concreta, y eso se traduce en una baza más hacia el desarrollo plano y sin rasgos destacables.

Centrándonos en la IA enemiga, no dejaremos de sorprendernos de los mil y un movimientos incoherentes que desfilarán por nuestras retinas, colocando en escena a unos enemigos que no aparecerán hasta que avancemos a ciertos puntos, que corretean desprotegidos y desorientados como niños por el parque, que sólo son capaces de pillarnos por sorpresa apareciendo de la nada o que siguen patrones muy simples.

La manera que tendremos de controlar a Mason es la típica de cuaquier FPS. Con el stick izquierdo nos moveremos sin variar la dirección de la mirilla y con el derecho apuntaremos. Además podremos agacharnos, saltar, recargar, cambiar de arma o lanzar, ( de manera bastante aparatosa) granadas.

Si en algo hay que elogiar a este juego es en el elenco de armas que podremos utilizar, todas ellas reales y repartidas en seis grupos, como son rifles de asalto, subfusiles, escopetas, rifles de precisión, machine guns o pistolas. Todas ellas con comportamientos bien diferenciados y que componen un arsenal a la altura de lo mejor.

El modo campaña no es muy largo y si no nos entretenemos mucho lo podremos terminar en unas ocho horas. Lamentablemente, la sensación que nos queda no es la de desear una duración mucho mayor.

Cuando todo haya terminado podremos probar con el modo multijugador, y lo cierto es que la cosa no mejora en absoluto, ya que nos encontraremos con una oferta muy poco atractiva, con unos escasos dos modos de juego, un número de partidas, en ocasiones, ridículo, (dos o tres, en PSN) y un servicio que deja bastante que desear, primero por su falta de alicientes y segundo por la total escasez de opciones.

En definitiva, «Soldier of fortune: Payback» quiere hacer llegar a los jugadores un sistema de juego que no cuaja en la práctica y que se haya muy lejos de representar un atractivo eficaz y significativo. Pese a poder hacer pasar algunos breves ratos entretenidos aniquilando a todo ser móvil, no deja de antojarse como algo simplón y carente de dinamismo.

«Entre tú y yo»

Tenía bastantes buenas espectativas puestas en ésta nueva entrega de la saga, y viendo algunos vídeos en la red supuse que, al menos, daba la impresión de que «Payback» iba a llevar consigo una buena ración de personalidad propia y de diversión directa.

Las decepciones aparecieron muy pronto, el juego, a pesar de que tenía una pinta bastante arreglada, se movía muy aparatosamente. Se que las comparaciones son odiosas, pero segundos antes de introducir ese Blu-ray por la ranura de mi PS3 tuve que hacerle sitio sacando el del COD4. La sensación fué algo así como aparcar un Ferrari para pilotar un Ford Fiesta.

Vale, me dije, dejando de lado las carencias técnicas, el juego lo que pretende es hacerme pasar un buen rato ofreciendome una acción directa y sin concesiones. Entonces, ¿porqué me aburro con ésta facilidad?.

Me daba cuenta, cada vez más, de la dejadez con la que se habían tratado muchos de los aspectos, no hay ritmo, no hay intensidad, no hay alicientes, no hay vida propia. Y, si éstos puntos no cumplian, empecé a formarme una opinión muy concreta del juego.

Finalmente, pese a lo corto del material, me pareció bien llegar al final y dejar el Sixaxis en su sitio habitual. Y, pese a que éste título me hizo pasar algunos pequeños tramos entretenidos, la sensación final es la del trabajo sin completar, una idea que no cuaja y no muestra una cara con la que ser agradecido como jugador.

Lo que me quedaba por pensar es si la rebaja de precio se podría perfilar como una cualidad que provocara el recomendarlo, a pesar de los escasos atributos que se muestran.

Mi respuesta a esa pregunta es que, bien podría costar algo menos.

Conclusiones

Debido a la ampliadísima oferta del género del FPS en PS3, «Soldier of fortune: Payback» se perfila como una opción muy poco recomendable, incluso valorando el reducido precio al que se nos ha hecho llegar. Porque, sencillamente, existen títulos que suponen un nivel al que ésta nueva entrega de la saga le ha sido imposible llegar a divisar lejanamente.

Junto al mencionado precio, pocos son los atractivos que podran incitar a los gamers a decantarse por éste trabajo. Si es cierto que el título conlleva algunos atisbos de buenas maneras técnicas, unas ideas en la jugabilidad que, con mucho más trabajo, pudieron llegar a funcionar, y la crueldad visual que se podría haber convertido en atracción para algunos.

Pero, pese a ello, el juego se muestra como un trabajo muy poco perfilado y carente de ideas prácticas. Como algo que comenzó queriendo ser y acabó en preocupante dejadez.

Nos quedamos con las ganas de disfrutar de un «Soldier of fortune» de nueva generación que de verdad nos incite a afiliarnos a la saga, que rememore e incluso supere con creces ese impacto que causaron sus dos precuelas y que tanto reclamamos los jugadores de PS3.

Sinceramente, el nombre de «Soldier of fortune» se merecía muchísimo más.

A favor: Su precio.

Lo peor: Su mala optimización, la carencia de traducción al castellano, la IA enemiga, pobres detalles técnicos, la mermada jugabilidad.

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Jugabilidad: 3.25
Gráficos: 4.25
Sonido: 6.75
Satisfacción: 3.75