Noticias Por Manuel Gimeno 2 julio, 2013

Según un director creativo de Ubisoft los juegos no tienen terminaciones

Así lo asegura Jason Vandenberghe, uno de los directores creativos de la distribuidora francesa

En la última edición de la revista Game Developer, Jason Vandenberghe, director creativo de Ubisoft ha arrancado a hablar de la condición de ciertos juegos con respecto a su final, dejando entrever que para él ningún juego tiene conclusión. “Los juegos son bucles, y si quieres dejar el tuyo cerrado estarás en buena compañía. Nadie ha ‘terminado’ juegos de póquer o de fútbol”, decía.

“Hay un montón de juegos que ni tan siquiera tienen terminaciones. La mayoría de los juegos de estilo arcade o los MMO no tienen finales reales. Lo Sims no tienen un final. ¿Y el póquer el ajedrez o el fútbol?”, insistía. “De hecho, una amplia mayoría de los juegos favoritos de todo el mundo se han diseñado específicamente para que nunca se terminen. Una partida de Sudoku lleva a otra, que a su vez lleva a otra”.

Seguidamente, Jason Vandenberghe siguió argumentando que una de las características de la industria es que no hace falta terminarse un juego para disfrutarlo y valorarlo. “La capacidad de que los jugadores dejen de jugar cada vez que les dé la gana es inherente a la forma. Esto no es algo malo, es algo muy bueno”, continuaba el director creativo. Además, se apoyaba en un estudio realizado en 2011 que concluía que sólo entre el 10% y el 20% de los jugadores siempre terminan un título. “Dejar el mando a un lado en algún punto antes de la última escena culminante en un videojuego no es pecado. Es una parte intrínseca de nuestra forma de arte”, aseguraba.

Nunca he terminado el primer BioShock, pero sigue siendo un juego que disfruté muchísimo. ¿Grim Fandango? Nunca lo he terminado. Pero te aseguro que lo uso como un ejemplo en las discusiones de diseño”, finalizaba. Aunque por último señalaba la obsesión que, según él, la industria del videojuego tiene con parecerse al cine o la literatura, donde no terminar este tipo de obras supone un rechazo definitivo a su contenido.