Artículos y reportajes Por Manuel Gimeno 20 diciembre, 2012

Impresiones Anarchy Reigns

Probamos Anarchy Reigns en su fase final de desarrollo y os contamos nuestras sensaciones

Suele ocurrir con relativa frecuencia en cualquier aspecto laboral competitivo que, tras haber realizado una empresa de calidad con alto impacto en el sector correspondiente, muy pronto los encargos acuden en abundancia a la mesa de trabajo, por no hablar de las miles de ocurrencias que puedan surgir a partir de una idea ejecutada de manera brillante. Se establece pues una seña de identidad cimentada en una determinada manera de proceder, y expandir esa estructura de éxito se antoja algo capital para seguir innovando en la materia.

El claro ejemplo de esta vicisitud de trabajo podría ser perfectamente Platinum Games y sus exitosas andanzas en la actual generación. Triunfos varios se han forjado en sus estudios durante estos años, y una seña de identidad se ha establecido a través de unas propuestas jugables que destacan por su elevado grado de adicción asociada a un dinamismo y una acción trepidante, ya que la lucha más directa constituye el eje principal sobre el que gira todo el entramado creativo de dicha desarrolladora.

De esta manera, Anarchy Reigns se establece como una extensión de ese recorrido que aún no ha llegado a su fin, y que propone un estilo similar esta vez enfocado a una vertiente claramente online, con una estructura en el apartado multijugador que favorece todo tipo de situaciones competitivas y cooperativas, como hemos podido comprobar gracias a una versión bastante avanzada de un juego que tiene planeada su aparición el próximo día 11 de enero de 2013.

Dos historias cruzadas

Conflictos internacionales convertidos en cruentas disputas bélicas originan la transformación de un mundo asolado por la catástrofe, la muerte y el infortunio. Las armas biológicas de alto componente tóxico han hecho estragos en la sociedad, pero además marcan el futuro de unos niños nonatos que se abrirán a la vida con serias disfunciones genéticas, teniendo que recurrir a la nanotecnología para rellenar unas carencias que han convertido a la sociedad en un conjunto de seres harto grotescos.

Este escenario post-apocalíptico se sitúa como telón de fondo pues de una historia que se abrirá camino a través de dos recorridos a elegir. Un sórdido bar de tenues luces y clientes inquietantes de la devastada ciudad de Altambra será la primera toma de contacto con el guión de una aventura que, en ese preciso momento, nos dará a escoger entre dos protagonistas para ser desentrañada y disfrutada de acuerdo a las características jugables y argumentales de ambos personajes.

Pocas presentaciones sin embargo merecerá uno de estos dos actores, pues Jack (fiero protagonista al que tuvimos la oportunidad de conocer en MadWorld) se sitúa como opción a seguir a través de la denominada senda negra, mientras que Leo será la alternativa si se escoge la senda blanca. Ambos recorridos establecen un mismo patrón en común relativo a los escenarios y la forma de proceder a través de ellos, pero en cambio tanto los enemigos principales a los que nos enfrentaremos como la historia que nos mostrarán, varían radicalmente.

Así pues, al salir del bar a los mandos del personaje escogido, se abrirá ante nosotros un escenario amplio con el que interactuar cuando abordemos cada una de las fases propuestas por el juego. En dicha zona iremos recorriendo el mapa derrotando a los extraños enemigos que nos atacarán, aumentando su peligrosidad conforme vayamos incrementando el número de cadáveres en nuestro haber. Sin embargo, la importancia de este planteamiento radica en las diferentes misiones esparcidas por todo este espacio, pues es la manera interactiva con la que Platinum Games presenta el listado de misiones típico en un hack & slash de estas características.

Toda esta agrupación de tareas –que corresponderán a cada una de las distintas zonas a la que la historia nos vaya abocando- estarán agrupadas en dos tipos: misiones libres, que cuentan con una variedad bastante remarcable, pudiendo hacer por ejemplo labores de escolta, eliminación de cierta cantidad de enemigos, o incluso carreras contrarreloj a bordo de extrañas plataformas móviles; y misiones de la historia, que generalmente irán enfocadas a la lucha encarnizada contra poderosos enemigos que nos exigirán el despliegue completo de todos los movimientos a los que tengamos acceso.

Sin embargo, no parece un modo de juego que vaya aportar nada nuevo al género. De hecho, pese a que se establece una cierta libertad de acción con los diferentes tipos de misiones y un escenario abierto con el que interactuar, la profundidad del mismo es realmente pobre, e incluso la historia y los diálogos no transmiten la firmeza necesaria como para despertar un interés que en cambio sí se encuentra en un multijugador que se sitúa como vertiente clave de Anarchy Reigns.

[Break=Enciende la motosierra, Jack]
Enciende la motosierra, Jack

En estos quehaceres de mamporros y reyertas varias podremos comprobar como Anarchy Reigns no es exactamente un juego de acción al uso, pues además del implícito componente de hack & slash, contaremos con ciertas acciones que harán en ocasiones de este título un juego de disparos en tercera persona. Una combinación de factores que dará cierta variedad a las peleas que vayamos abordando a lo largo del juego, aunque este componente dependa en parte de los objetos que vayamos encontrando por todo el mapa.

Pero más allá de esta peculiar y ocasional opción, el despliegue de medios cuando vayamos a repartir golpes a diestro y siniestro no será demasiado extenso, o al menos no tanto como lo han sido juegos anteriormente desarrollados en el seno de Platinum Games. Y es que pocas combinaciones podremos hacer más allá del típico combo rápido machacando el botón cuadrado o la retahíla de golpes fuertes apretando triángulo, con sus clásicas variantes aéreas al saltar, eso sí. Por supuesto, también contaremos con el siempre útil sistema de bloqueo y selección de enemigos, algo fundamental para poder eludir las hordas de contendientes que quieran atacarnos.

De hecho, la parte más peculiar del sistema de combate reside en el uso de la una capacidad especial que tendrá cada personaje para ejecutar unos pocos movimientos de una potencia extremadamente inusitada, pero bajo el mismo patrón de combinaciones anteriormente comentadas. Para ello mantendremos apretado el botón R2, sacando a relucir este potencial –que por ejemplo, en el caso de Jack corresponde a su motosierra- mientras nos lo permita la barra de energía que nos limitará este poder, pudiendo rellenarla luego con la acumulación de golpes ordinarios.

Además, contaremos también con la típica potenciación cuando acumulemos una serie de golpes correctamente ejecutados, rellenando así nuestra barra de vida y energía mientras nuestra fuerza y velocidad aumentan exponencialmente, consiguiendo en esos breves instantes arrasar con todos aquellos enemigos que osen hacernos frente.

Pero no nos engañemos, la profundidad pese a estos dos puntos no es demasiado extensa, y la movilidad de la cámara dificultad en ocasiones el correcto desplazamiento en medio de sucesiones continuas de puñetazos y patadas. Aunque, eso sí, la sencillez de ejecución cobra importancia y gana enteros cuando nos disponemos a adentrarnos en la parte más atractiva y cuidada de Anarchy Reigns, y ésta no es otra que la vertiente multijugador.

Repartiendo estopa en línea

Y es que si algo podemos destacar por encima de todo en esta primera toma de contacto, es la diversión que nos aportó la faceta multijugador en la sesión online a la que pudimos asistir para contrastar las diferentes opciones que el juego pone a nuestro control cuando decidamos jugar a través de la red.

En concreto, tuvimos la oportunidad de jugar a cuatro modos de juego de los once disponibles en toda esta sección. Cada uno de ellos con la posibilidad de ejecutarlos en cualquier de los ocho mapas de la ciudad de Altambra que guardan relación homóloga con los mismos que seremos capaces de ver en el modo campaña anteriormente descrito.

En primer lugar, entramos a una sesión de la típica partida a muerte por equipos en la que el objetivo residía –obviamente- en conseguir más víctimas que el conjunto contrario. Dos equipos de cuatro jugadores cada uno nos enfrentamos en una encarnizada lucha que se decidiría en el momento en el que uno de los dos llegara a tener veinte bajas en su haber, o superara al otro en un margen de tiempo de diez minutos.

A continuación, jugamos una partida en un modo de juego realmente original llamado Death Ball en el que, de nuevo, dos equipos de cuatro miembros cada uno se enfrentaban en una especie de campo de balonmano donde debían luchar por la posesión de una brillante pelota verde para así poder introducirla en la portería contraria. La diversión fue realmente notable, pues es una modalidad que exige bastante trabajo en equipo, y donde los disparos a puerta contarán además con movimientos específicos. Todo un conjunto de variantes que harán de Death Ball uno de los modos estrella en el apartado multijugdor.

Más tarde, pudimos experimentar un encuentro en batalla por equipos, similar al modo de juego descrito en primera instancia, pero con la diferencia que radica en un cambio de objetivo enfocado a la caza de los líderes de puntuación de cada uno de los equipos contrarios. De nuevo, cuatro jugadores por bando se enfrentan con la intención de llegar a diez víctimas entre los cabezas de puntuación enemigos.

Finalmente, asistimos a una sesión de otro clásico en todo multijugador competitivo como lo es captura la bandera, donde los cuatro integrantes de los dos equipos se disputarán la caza y posterior entrega de una bandera enemiga que será custodiada en todo momento. De nuevo y al igual que con Death ball, será más necesario que nunca la colaboración de todo el equipo para llevar a buen puerto las distintas incursiones que vayamos realizando.

Y todo esto no fue más que un pequeño aperitivo de todo lo que supondrá un apartado que se ofrece realmente trabajado para trasladar la mejor experiencia online posible, con modos de hasta dieciséis jugadores, con otros donde se producirán enfrentamientos individuales, o donde la lucha por parejas será la conformación de equipo exigida para cada uno de los once tipos de retos dispuestos.

Además, contaremos con un plantel inicial de seis personajes que podremos ir ampliando y desbloqueando conforme vayamos avanzando en la historia, hasta poder llegar así a los dieciséis caracteres totales. Todo un conjunto equilibrado que se establece como la baza más importante de este juego, y que seguro será capaz de aportarnos horas y horas de diversión jugando con y contra nuestros amigos.

[Break=Conclusiones]
Conclusiones

Anarchy Reigns no tiene pinta de que vaya a revolucionar el género de nuevo como lo hicieron obras predecesoras en la hoja de servicios de Platinum Games. La propuesta para un jugador no acaba de convencer en exceso, ni tampoco un repertorio de movimientos que aparentan una notable carestía. Pero sin embargo, sí encontramos un potencial destacable en un multijugador con relativa personalidad intrínseca.

Porque sobretodo, esta división arroja mucho entretenimiento basado en la colaboración y competitividad que queramos mostrar hacia nuestros amigos y aquellos contra los que nos enfrentemos (o colaboremos) cuando decidamos echar un vistazo a este apartado. Un modo de juego al que deberemos de recurrir para exprimir todo lo que el título está dispuesto a ofrecernos, y donde incluso esa jugabilidad un tanto simple que antes comentábamos, alcanza su máximo potencial.

Las variantes propuestas en los distintos modos de juego son bastante acertadas, con un destacable componente de originalidad en algunos de ellos que aumentan esa sensación de diversión antes nombrada. Todo un compendio de elementos que hemos podido disfrutar en la redacción de LaPS3.com y a cuyas conclusiones finales podréis acceder próximamente conforme se acerque esa fecha de salida establecida el próximo día 11 de enero de 2013.