Análisis – Aggelos
Arcade, divertido y simple, estas son las tres cosas que caracterizan a Aggelos, una propuesta que resulta algo sencilla y que logra encajar perfectamente con el estilo de muchos jugadores, sobre todo con aquellos que solo quieren un título de plataformas para pasar el rato.
Tenemos que reconocer que Aggelos, durante los primeros minutos de juego, nos ha hecho recodar a la saga Wonder Boy. Si bien Storybird Games, el estudio que desarrollo este título, no ha dicho nada sobre cuáles han sido sus inspiraciones, uno logra darse cuenta que han tomado como base los juegos lanzados bajo el nombre de Wonder Boy, y no nos parece nada malo, pues el título demuestra que tiene bases muy sólidas y, particularmente, es algo que nos ha encantado desde el principio de la aventura.
Hablemos de la historia que nos presenta
Aggelos plantea desde un principio una jugabilidad extremadamente simple, pues solo se pueden hacer tres cosas: moverse de lado a lado y de arriba a abajo, saltar y golpear a los enemigos con una espada. Al poco tiempo de que comience la aventura se empieza a revelar la trama, la cual habla de cómo nuestro protagonista rescata a la princesa del reino. Sin embargo, no todo termina allí, ya que una vez rescatada, se termina revelando un complot para abrir una brecha entre nuestro planeta y el mundo de la oscuridad.
Antes de llegar hasta esa situación –no te preocupes, no hemos hecho ningún spoiler–, ya nos habremos encontrado con un juego que está dispuesto a «copiar» la mayoría de las cosas que se vieron en Wonder Boy, algo que no nos molestó en lo absoluto, pues Aggelos se trata más de un juego único que de una copia calcada de la saga Wonder Boy. Eso sí, desde ya te aclaramos que este título cuenta con muchísima más acción que alguno de los tantos juegos lanzados dentro de la saga mencionada anteriormente.
Una mecánica conocida, pero muy funcional
Para evitar los planes malignos de los enemigos que se hacen presente en Aggelos, deberemos conseguir dominar las cuatro fuerzas elementales: agua, tierra, aire y fuego. A medida que encontremos anillos en los diferentes templos podemos empezar a dominarlas, pues estos anillos nos otorgarán distintas habilidades que aumentarán nuestro poder de ataque. Algunas de estas habilidades son muy útiles para poder avanzar en la partida, aunque otras terminan sirviendo mucho más para derrotar enemigos que para pasar niveles.
De igual forma, no solo se necesitan anillos para poder aumentar de nivel, y es que el protagonista tiene la capacidad de mejorar sus habilidades de varias formas:
- Derrotando enemigos para poder subir de nivel.
- Derrotando enemigos y consiguiendo dinero para poder comprar elementos y mejorar el arma y la armadura.
- Obteniendo pergaminos para aprender nuevos movimientos. Estos pergaminos se obtienen superando los distintos tipos de niveles que posee el juego.
Cuando llevemos algunas horas de haber iniciado la partida, con todas las posibilidades anteriormente descritas desde –casi– el principio de la aventura, el personaje que controlamos pasará de ser un simple caballero que golpea con una pequeña espada, a un guerreo más que experimentado que tiene la capacidad de dominar todo tipo de combinaciones y poderes.
Por otro lado, los desarrolladores se han dado el lujo de crear una especie de portal que permite eliminar enemigos de una forma más simple y nos ha encantado, pues pocas veces hemos visto un poder de este estilo en un juego de plataformas.
¿Largo y balanceado?
No esperes un juego largo, pues es un título que puede pasarse completamente en menos de 8 horas, si vuestra habilidad está a la altura de la aventura, claro está. Lo bueno es que el juego en general está bastante balanceado, pues los enemigos tienen cierta Inteligencia Artificial que está a la altura de lo esperado, es decir, dispararán cuando sea necesario y atacarán cuando menos lo esperemos.
Todos estos pequeños detalles hacen que se note un avance más que notable comparándolo con otro juego del mismo estilo. Enemigos inteligentes, diseño de niveles repetitivos –pero divertidos– y un sistema de progresión que roza el género RPG, todo esto le suma un punto a un juego que estuvo en desarrollo por bastante tiempo y que ha logrado salir al mercado con muy pocos fallos y para nada molestos, vale aclararlo.
A nivel gráfico y sonoro… Nada del otro mundo
En lo que al sonido respecta se nota cierto avance, pero tampoco esperemos algo por encima de lo normal. El juego respeta sus raíces y no trata de impresionar en este aspecto. Por otra parte, gráficamente tampoco es un juego en el que destaque, pues la realidad es que mucho más no se podría haber hecho en un título de este estilo.