Resistance: Fall of man.
PlayStation 3 nació en Europa un 23 de Marzo de 2007, y nos trajo bajo el brazo un buen número de títulos en su desembarco, ante la atenta mirada de los medios especializados y las esperanzas o deseperanzas de los miles y miles de usuarios, que permanecían inquietos debido a los aparatosos retrasos que había protagonizado Sony, en su fecha final del lanzamiento de la máquina en el viejo continente.
La deseada tercera versión de la serie más famosa de videoconsolas jamás creada necesitaba un punto de apoyo, un título de entre títulos que representára un icono de lanzamiento y que a la vez mostrára de que era capaz en sus primeros pasos. Es aquí donde comenzamos a hablar de «Insomniac», y como no, de su «Resistance: Fall of man».
Es bien cierto que otros títulos estuvieron presentes y que no carecieron de calidad. Pero éste refrescante FPS fué el que ocupó el cargo de manera inmediata, y por méritos propios.
El pistoletazo de Insomniac en PS3, ya era un hecho. No estuvo nada mal para empezar.
Un poco de historia
Nos encontramos en Julio de 1951, donde jamás ha existido el exterminio nazi y la humanidad no ha conocido la segunda guerra mundial, sino que por el contrario, un extraño virus ha infectado un enorme porcentaje de la población, y Europa queda sometida al control de unas criaturas llamadas Quimeras, las cuales albergan el propósito de controlar el planeta y manipular bajo su tutela a todos los seres de la faz de la tierra.
Rusia es el primer país infectado. Los primerizos hechos que allí se dan, son confundidos por las demás superpotencias por experimentos del ejército en base a nuevo armamento biológico, y el país queda aislado durante diez largos y angustiosos años.
Las fuerzas que allí se congregan de seres posedores del misterioso virus, acrecentado por los años transcurridos sin sospecha externa alguna, son capaces de conquistar el viejo continente en tan sólo una semana, a través de un ataque brutal e inesperado que nadie es capaz de preveer.
Gran Bretaña es entonces foco de la resistencia humana a la invasión de las Quimeras, y allí se concentran todas las esperanzas de liberación por parte de la humanidad. Los EE.UU envían un ejército para el apoyo en Europa, pero un sorpresivo ataque del extraño enemigo genera una matanza bestial, de la que sólo un hombre sobrevive.
El sargento Nathan Hale es nuestro protagonista, el cuál se une a los británicos con la esperanza de que su presencia sea determinante en el proceso.
Nadie conoce a ciencia cierta las razones que le llevan a ser totalmente inmune a los efectos nocivos del virus que está destruyendo la civilización allá por donde pasa. Pero el caso es que seguimos vivitos y coleando, y que no pararemos hasta poner una buena solución a lo que se nos plantea, colaborando con las fuerzas aliadas y dando forma a la heróica resistencia final de Europa.
Como ya deja entreveer la temática inical del título de «Insomniac», en «Resistance» nos encontraremos con escenarios totalmente surrealistas, que entremezclarán detalles concretos de la época inglesa de 1951, con elementos muy futuristas de la mano del cruel enemigo.
Así, antiguas arquitecturas, obsoletos vehículos, desfasados uniformes de ejército o armas no muy adelantadas, compartirán cartel con los futurístas recursos enemigos, que coparán la pantalla con una extraña y original mezcla de estilos, tan bien recreada y detallada que será capaz de sumergírnos en lo más adentrado de la situación. No todos los días se puede contemplar una Manchester destrozada por extravagantes aparatos metálicos, o Bristol poblada de infernales mutaciones.
Tanto las impresionantes infraestructuras Quimera (gigantescas bases, siniestros túneles, enclaves de control, vehículos aéreos…), como los elementos más acordes con la misma realidad terrenal inglesa, lucen de un número de detalles impresionante, con un nivel de texturas sobresaliente en algunos casos, y quizás algo más discreto en otros. Pero manteniendo una calidad conjunta muy digna y que en ningún momento nos decepciona.
Todo ello optimizado a la perfección, ya que el juego corre en una tasa de frames tan estable como la que más, mantiene un popping enormemente discreto y la sensación de contundencia gráfica es merecedora de mención en todo momento. Incluso en el genial fragor de las batallas, en las que nos asalta la sensación de estar involucrados en la acción, con partículas de polvo bien recreadas, destrozos de elementos de todo tipo o explosiones correctamente emuladas.
Los efectos de luz o las técnicas gráficas quizás no impresionen del todo, pero cumplen su cometido, y siempre nos abarca una sensación de estar jugando a un título desarrollado con dedicación y esmero.
Los modelados de los personajes mantienen un nivel algo más discreto en el bando aliado, y visiblemente mejorado con respecto al variado ejército Quimera, el cuál nos otorga una cantidad de diseños con unas animaciones bastante reales y bien trabajadas. A pesar de que quizás las texturas podrían haber llegado a significar una experiencia visual algo más real.
El armamento es, en su totalidad, fruto de la ficción. Pero ello no nos evita tildárlo de genial. Genial por su nivel de detallado, así como por la variedad y número de sus diseños. Algo imprescindible en cualquier FPS que se precie.
Por último, «Resistance: Fall of man» es un título que se puede disfrutar a un máximo resolutivo en pantalla de 720p. Algo que mejora brutalmente la experiencia.
Quizás la banda sonora de éste «Resistance: Fall of man» constituya uno de los puntos menos trabajados por Insomniac. Brillando por su ausencia en una buena proporción de la acción, y dejando paso prioritario a los efectos sonoros.
Unicamente se la puede notar tomar protagonismo durante algunos menús y en ciertas secuencias de vídeo, pero de manera harto discreta y sin ningún fundamento decisivo o apreciación destacable. Como consecuencia, probablemente jamás recordaremos ningún corte musical del juego. Bueno, quizás la interminable marcha militar que permanece inquebrantable durante las esperas en el modo on-line.
En el campo de los efectos sonoros, se nos lleva a un paso muy por encima.
Las recreaciones de los sonidos de explosiones, disparos, destrozos varios y demás, son, a todas luces, sobradamente idóneas, y en cada momento o situación del juego contribuyen a sumegírnos en el universo del «Resistance» con acertada efectividad.
Otro buen punto es el total doblaje al español de cada una de las escenas del juego. Los actores nos ofrecen un doblaje muy aceptable, aunque sin destellos realmente destacables. Aún así, en la situación en la que se encuentra la industria del videojuego hoy en día en éste aspecto, siempre es un detalle de mucho agradecer.
Para Insomniac, «Resistance: Fall of man» supone la primera experiencia en cuanto a «shoot´em up» se refiere. Y hay que decir que las cosas en éste aspecto no les han salido nada mal.
El control que podemos ejercer sobre Nathan Hale es sencillísimo, intuitivo, rápido y totalmente ligero. De forma que no sentimos muy cómodos en todo momento con el Sixaxis y nos olvidamos casi enteramente de que probamos un nuevo título. Porque el control se podría definir como el de toda la vida en cualquier FPS que se precie.
Nos agachamos, corremos, saltamos o giramos sobre nosotros mismos con facilidad. Aunque quizás los cambios de arma resulten algo aparatosos en un principio, uno acaba acostumbrándose y ejecutándolos de manera intuitiva.
La variedad de situaciones a la que nos enfrentaremos en el juego propicia una experiencia divertida. Quizás el sistema resulta bastante lineal, (avanzamos, exterminamos y continuamos por el mismo camino), en la mayoría de las ocasiones, pero más tarde nos iremos encontrando con algunas pequeñas sorpresas que variarán las rutinas que se pueden dar.
Las misiones se no irán planteando de manera que la acción nos obligue a hacer uso de técnicas francotirador, planear estrategias para avanzar, infiltrárnos de manera silenciosa o echar una mano a quién lo necesite. Esto refresca bastante al jugador, y otorga una suplementaria sensación de que no nos será posible avanzar a lo loco, porque acabaremos, casi con total seguridad, en el humillante suelo.
De éste modo, nos veremos inmersos en escenas que irán desde pilotar todo un tanque de guerra, un «merodeador» Quimera o un pequeño Jeep aliado, hasta destrozar con nuestro bazooka inmensas mutaciones enemigas o participar en batallas en plena area urbana demolida por el paso enemigo.
Como ya hemos mencionado antes, la variedad del arsenal armamentístico supone un punto muy a favor en la diversión, tánto online (con algunas armas excluídas) como offline, con un repertorio algo mayor. De manera que tendremos a nuestra disposición rifles de asalto, francotiradores, pistolas, granadas de tres tipos, extraños lanzallamas, escopetas convencionales o armamento futurísta Quimera, (como el espectacular «perforador» o el práctico «Bullseye»).
La IA enemiga resulta una de las mejores que se han podido ver jamás en un videojuego y, como es lógico, variará en dureza dependiendo del nivel de dificultad que escojamos.
Las Quimeras muestran unas actitudes que nos toman desprevenidos si nuestros enemigos habituales han formado parte de títulos FPS en anteriores plataformas. Porque en ésta ocasión podremos ver al rival movérse en flanqueo, planear estrategias conjuntas o esconderse a ras de pared frente a un ataque desde un nivel superior. Por mencionar sólo unas pocas acciones enemigas de la serie de maldades que nos esperan.
Como guinda final, el juego ofrece un modo multijugador «offline» de hasta cuatro jugadores a pantalla dividida y añade la genial posibilidad de superar el modo «Campaña» de manera cooperativa con un amigo.
A parte del modo «online», el cuál pasamos a analizar en el siguiente apartado.
Muy posiblemente, el aspecto online de «Resistance: Fall of man» suponga el mayor de los atractivos hacia su compra. En él podremos comprobar como se mueve la cantidad récord de 40 jugadores en línea y disfrutaremos de sus numerosos modos de juego, los cuáles nos proponen retos como «Todos contra todos», «Batalla en equipo», «Fundición», «Eliminación», «Asalto» o «Captura la bandera».
El sistema engloba desde hace meses a jugadores de todo el mundo, añade una lista de amigos exclusiva del juego, tiene opciones de mensajes privados y clanes, ofrece la posibilidad de compra de mapas a través de la Store, nos otorga muchas facilidades para la búsqueda de partidas o reuniones con amigos, mantiene un servicio de uso del «Headset» perfecto e implementa un acceso directo a la lista de amigos del XMB, entre otras posibilidades más.
En «Resistance: Fall of man», comenzaremos, como es lógico, por el rango más inferior de todos e iremos incrementándolo a medida que vayamos sumando experiencia en combate. Esto también conlleva que dispongamos de un abanico de posibilidades de nuestro personaje mayor, con objetos dispares que se verán desbloqueados con los ascensos, y que podremos añadir en nuestro menú de soldado online.
También existen una serie de retos que tendremos que superar si queremos ser respetados por la comunidad online. Las medallas nos proponen un desafío, en algunos casos, sugerentemente difícil, de manera que no cualquiera puede poseer, por ejemplo, una en la que nos acredite como asesino de 20 o más enemigos sin acabar con nuestra vida ni una sola vez.
El número y la variedad de mapas disponibles en el modo resulta más que suficiente. Disfutarémos de terrenos realmente grandes, detallados, con elementos muy entretenidos para el combate y calidad gráfica a la altura del modo offline. Ya que algunos de ellos están totalmente extraídos de la aventura en «campaña».
La experiencia online en batalla del juego se pude alejar un tánto de otros FPS en línea más destinados a un avance meditado o a una acción pausada. «Resistance» supone una puesta en escena a ritmo frenético en red, y los combates cara a cara resultan muy directos, siendo adecuado referírse a él como «tipo Arcade» en éste sentido. Algo que no se tilda como positivo o negativo, si no que se especifica por sí sólo.
Aunque el hecho de pertenecer al rango Quimera o al humano en combate es bastante decisivo. Mientras la raza mutante es capaz de soportar los ataques con mayor resistencia o utilizar su modo «Furia», (el cuál nos permite ver a través de las paredes las áreas caloríferas enemigas, soportar aún más duramente las balas o correr, a cambio de una disminución de la barra de vida al sobrecalentárnos), las fuerzas humanas sólo disponen de un radar efectivo con condicionantes varios, mayor velocidad y una granada equipada en cada regeneración total. Por lo que en ocasiones las cosas pueden resultar desniveladas en favor de las Quimeras. Aunque en éste tema las opiniones son variadas.
Sin duda, «Insomniac» ha trabajado mucho en éste apartado, y ha conseguido así enganchar a miles y miles de jugadores de todo el mundo ofreciendo un sistema en línea al que podemos tildar sin tapujos como excepcional.
Es bien cierto que el catálogo de PS3 añadirá shooters que superarán claramente en calidad general a éste primer gran título. Pero no lo es menos que el juego significa siempre una compra acertada para todo aquel que disfrute con un buen exponente del género, una puesta en escena original, una jugabilidad muy interesante y, sobretodo, un modo online que hace sonrojar de verguenza a un buen puñado de FPS establecidos.
Además, con el modo campaña en sus distintas dificultades, los modos cooperativos y multijugador «offline», y el ya mencionado juego en red, «RFOM» puede convertírse en un título que te mantendrá pegado al Sixaxis durante semanas y semanas.
Definitivamente, una opción muy a tener en cuenta para aquellos que adquieran una PS3 y decidan comenzar sus andanzas por la nueva generación de Sony.
Lo mejor: Sin duda, su apartado online es el punto más fuerte, convirtiendose en referente del género por derecho propio y siendo el único capaz de ofrecer divertidas partidas de hasta 40 jugadores.
Lo peor: La falta de calidad en su banda sonora y los altibajos gráficos en cuanto a modelados y texturas se refiere.