La Evolución de los Videojuegos
Os contamos como ha evolucionado este mundillo desde unos cuantos años atrás hasta la actualidad.
El objetivo de los videojuegos, como medio de ocio, siempre ha sido el de entretener al usuario, desde sus inicios a nuestros días se ha mantenido esta máxima, pero tanto en el contenido como en la apariencia estos han evolucionado a pasos agigantados, avivados entre otras cosas por el rápido desarrollo de diferentes tecnologías. Tanto han evolucionado los videojuegos, que cada vez nos es más difícil relacionar los juegos pioneros con las grandes superproducciones que se lanzan hoy día. Te hacemos un repaso de los cambios tecnológicos que han precedido tal evolución, así de cómo han variado los perfiles de los jugadores, su experiencia y su madurez a los mandos para modificar tanto los objetivos, como los contenidos en un juego de hoy día.
Hablamos en primer lugar del cambio que es más reconocible, la revolución gráfica. Los juegos empezaron teniendo pocos elementos, poco detalle e incluso solo varios colores. Los conceptos en su mayoría eran como su representación gráfica, bastante simple, pero algunos con tremendo poder de diversión e ingenio. Superada esta fase se pasó al todo color y a la mejora paulatina de las animaciones y elementos en pantalla. En este punto los contenidos empezaron a dividirse por temáticas, puzle, deportivo, acción, plataformas, etc. Así pasó un amplio margen de tiempo, donde compartieron estancamiento gráfico varias generaciones de consolas, que muchos recuerdan como las más productivas en el mundo de los videojuegos, las de 8 bits y las de 16 bits. Llegado a un “límite” gráfico, se empezó una búsqueda de amplitud de diversificación en las categorías, el estilo arcade estaba muy marcado, debido entre otras cosas a la época dorada de las máquinas recreativas, que apostaban por un estilo rápido, directo, tremendamente adictivo y entretenido que hiciese que varias generaciones de jóvenes asistiesen a los salones de juegos asiduamente. Aparte de la diversión inmediata se buscó un control preciso, fácil de aprender y dominar, algo que podía declinar claramente la balanza al a hora de que los usuarios eligiesen uno u otro título. Los protagonistas de estos juegos empezaban a hacer algo más que saltar y golpear, empezaron las combinaciones de botones, empezaba a abrirse el abanico de acciones a realizar.
Aún así en líneas generales, el estilo arcade estaba muy presente en todos los títulos, nuestro objetivo siempre era ir pasando cada nivel, acabando con enemigos que solían repetirse hasta la saciedad, donde casi siempre se seguía una pauta de actuación. Los guiones eran casi inexistentes, de esta manera, solamente y eventualmente se nos daba alguna explicación al principio del título y entre fases del por qué estábamos ahí. Los personajes andaban anclados en ideales de héroes, con apariencia reconocible por todos, algo que ocurría de igual manera con el modelo de villano.
Los modos de juego también brillaban por su ausencia, normalmente disponíamos de un modo principal, donde eventualmente podíamos escoger si empezar nuestra aventura para uno o dos jugadores.
Los beat em up, los deportivos, los de velocidad, la lucha y plataformas eran los géneros que más abundaban por entonces.
Después de encandilar a varias generaciones, los videojuegos empiezan a hacerse un hueco importante en el negocio del ocio digital, las empresas lo sabían y los juegos desarrollados empezaron a crecer como la espuma. En medio de este éxito, se lanzan al mercado la generación de consolas de 32 bits, que contendría dos de los cambios claves para la evolución de los videojuegos tanto en aspecto como en contenido.
Por un lado y de la mano del cambio tecnológico obligado a nivel de hardware de cada generación, en esta empezamos a toparnos con las 3D, aunque todo era muy tosco, simple y escaso de polígonos, empezamos a tener profundidad y amplitud en los escenarios, y nuestros personajes, empezaban a parecerse a nosotros, contaban con volumen y sus movimientos eran una copia (por entonces barata) de los nuestros.
Por otro lado y no menos importante, empezó a implantarse las tarjetas de memoria para grabar nuestras partidas, si bien antes para acabar un videojuego teníamos que empezar desde el principio y terminarlo, ahora podíamos guardar nuestra posición en ellos para continuar más adelante, ¿consecuencia?, juegos más amplios, duraderos y personalizables, ya que incluso nuestros cambios en las opciones o en los juegos deportivos en los que modificábamos las alineaciones, estos cambios se mantenían, cuando volvíamos a jugar, ya no jugábamos al juego que metíamos el primer día en la consola si no el que nosotros habíamos ido modificando con el paso de las partidas.
En consecuencia los juegos de los salones recreativos aunque seguían divirtiéndonos, no nos ofrecían ni la amplitud ni la tecnología de las consolas domésticas, aparte del ahorro que suponía tener tu propia consola en casa, por esto, los salones recreativos entraron en crisis y vieron reducido el negocio notablemente, mientras que el de la consola doméstica y lanzamientos para esta aumentaban vertiginosamente.
Se empezó a trabajar también en la IA de los enemigos, estos ya no actuaban mecánicamente, si no que disponían de su propia inteligencia, influyendo en su comportamiento varios factores. Fruto de este avance empezó a implantarse en los juegos los diferentes modos de dificultad para un mismo modo de juego, donde dependiendo de este nos toparíamos con una IA de nuestros enemigos más alta o una escasez de recursos a nuestro alcance a lo largo del juego, entre otros hándicaps. También empezaron a ramificarse el modo principal de juego, enriqueciendo el producto final, siempre pensando en el aumento de posibilidades y duración.
Los guiones empezaron a reforzarse, la historia nos interesaba más, así como la personalidad de los principales personajes. Con mecánicas que funcionaban bien entre los usuarios, así como los personajes y las historias contadas, empezó a hacerse común la creación de sagas de éxito, donde en cada entrega se le daba una vuelta de tuerca más, a nuestro protagonista y a su historia, rociado todo con un aspecto gráfico mejorado, más posibilidades a nivel de movimiento, mejora de la IA y otra serie de retoques.
Los controles empezaron a madurar, lo que empezó con una cruz direccional, y dos botones, que luego crecería hasta cuatro, esta vez creció hasta ocho botones, a los que después se sumaron los stick analógicos e incluso la vibración para multiplicar las sensaciones del jugador. El control había madurado, ahora con las 3D, necesitábamos mover la cámara, a nuestro personaje y realizar la multitud de movimientos con los que se le dotaba.
Ayudado por el formato de almacenamiento más amplio, empezaron a multiplicarse los juegos de aventura de acción, especialmente los survival horror, que nos hacían vivir una película de terror en tercera persona, también fue la época de los plataformas, que explotaron los vistosos entornos en los que se desarrollaban y que a priori podrían ser mejor explotados por este tipo de títulos. También vivimos una revolución en los juegos de rol, estos que siempre contaron con un gran guión, personalidad de personajes y desarrollo de las diferentes características de estos, encontraron en el nuevo entorno gráfico, el formato de guardado los aliados perfectos para ofrecer un producto muy completo, que hizo a los usuarios vivir emocionantes aventuras con lugares y personajes que nunca habrían imaginado.
Los juegos de velocidad empezaron a mostrar unos modelos muy realistas de los vehículos, así como de su comportamiento en la vida real. En los deportivos, empezó a implantarse la personalización debido a la opción de guardado, así como por poder modificar muchos de los rasgos físicos de los futbolistas, empezaban a nacer los editores.
Todo estos cambios, llevaron hacia una nueva tendencia hacia representar la realidad, impulsado por las herramientas de creación gráfica, así como la captura de movimiento que se iba usando de manera paulatina, las posibilidades de representar a las personas y el entorno que nos rodea con fidelidad eran grandes, por esto, la realidad se empezó a salpicar todo el contenido de los videojuegos, en contra un poco del aspecto de dibujos animados que siempre habían tenido los videojuegos, empezaban a madurar y a mostrarse con un aspecto mucho más creíble.
Empezaron a diversificarse y multiplicarse los modos ofrecidos por cada uno de los títulos, ya no contábamos con un modo principal solamente, si no que se buscaba otra manera de jugar, normalmente buscando otras formas de diversión, creándose el concepto de “mini juegos” los que resultaban dar a probar con los personajes del juego principal que ya conocíamos en otra mecánica, expuesto de manera simple y corta, pero divertida, enriqueciendo la variedad y aumentando la longevidad el producto final.
En la siguiente generación, la segunda para la consola de Sony, el formato de almacenamiento ganó en espacio, dejando así de lado las entregas en varios discos de un mismo juego que si se había dado en la anterior generación. Por supuesto volvió a ganarse en gráficos, las 3D se perfeccionaron, captura de movimiento, suavizado, cantidad de polígonos en pantalla, etc.
Las tarjetas de memoria crecieron en capacidad, para poder almacenar archivos de guardado algo más amplios y la posibilidad de almacenar mayor número de partidas. Los mandos se mantuvieron prácticamente idénticos que la anterior generación, solo mejorando el peso y la ergonomía de los mismos.
En general, los contenidos se mantuvieron en la mayoría de los casos acorde con la generación anterior, se ampliaron algunos horizontes y se centró en mejorar de aspecto y guión, el modelo que ya triunfaba anteriormente entre los jugadores.
Pero si algo aportó esta generación fue sin duda la introducción de Internet en la consola. Se abría una nueva puerta de posibilidades, aparte de usar nuestra consola como navegador de Internet, se empezaba a implementar los servidores dedicados al juego online, que nos daba la posibilidad de jugar con gente de todo el mundo a través de la red.
En la siguiente generación, la actual, este aporte pasó a ser la primera opción jugable para muchos y una importante arma para que las compañías consigan ganar la guerra de consolas. Con la nueva generación llegaron los mandos inalámbricos, ya no tendríamos que preocuparnos de que se nos enredara el cable, o no llegase a donde estuviéramos.
Pero si hubo un aporte notable aparte de la introducción cotidiana del juego online en todos los títulos, es sin duda la llegada de la imagen en HD (alta definición), impulsada sobre todo por la nueva generación de televisiones que daban la posibilidad de conseguir dicha calidad, así como del nuevo conector de imagen de alta definición conocido como HDMI. Nuestros juegos, independientemente de su más que notable mejora gráfica se mostraban con una nitidez nunca vista, que embelesaba tanto a nuevos como a antiguos jugadores.
Como juegos más idóneos para potenciar el apartado online, como el gráfico, se pusieron a la cabeza de la generación los FPS (juegos en primera persona), que a día de hoy sigue siendo el género más numeroso y habitual de la nueva generación.
De nuevo contábamos con un aumento de capacidad en el formato, en el caso de Playstation 3 con el Blu-ray que aunque no empezó arrancando claramente en la guerra que hubo sobre el sucesor del DVD, finalmente se alzó como claro ganador, algo que beneficia y mucho a la consola de Sony. El formato además de ser mucho más duradero y resistente que el DVD, cuenta con ni más ni menos que de 25 GB en su edición más simple, para espacio de contenidos.
Con juegos tan amplios, y de tan gran tamaño, las nueva generación cuenta en su mayoría con disco duro incorporado que nos sirve tanto como para almacenar todo tipo de contenidos (música, películas, fotos) ya que de alguna manera hacen funciones de centro multimedia, también almacenan nuestras partidas guardadas e incluso la instalación de los juegos que así lo solicitan para un acceso más rápido a los datos, resultando las cargas más rápidas.
La captura de movimiento se mejora, de manera que casi es posible obtener cualquier movimiento de manera más concreta y precisa, esto junto con los novedosos engines gráficos, y nuevas texturas nos ofrecen representaciones muy realistas de todo lo que nos quieren representar, especialmente los movimientos de los personajes. Con un mundo y unos personajes tan reales, se les dota además de una personalidad muy marcada, la cual ahora se puede representar fielmente, de manera que trabajar y preparar un videojuego es un trabajo que puede ser tan costoso y costoso como en una película de cine, rápidamente la implantación masiva y grandes ventas de consolas domésticas, dispara el beneficio de los videojuegos, colocándose incluso por encima del cine. Y es que su poder es amplio, ofrecen diversión, realistas entornos visuales, grandes historias, donde el usuario siempre es el protagonista y donde habitualmente deberá de decidir el devenir de la historia, un poder con el que no cuenta el cine.
Fruto de la madurez del jugador, que normalmente al menos ha vivido las tres últimas generaciones de videoconsolas, ya ha visto casi de todo, conoce los métodos, los contenidos y tiene el control ya tomado del mando, junto con la crisis económica, hace que este exija a las compañías un producto lo más completo posible, que alargue la vida para aletargar en medida de lo posible la duración del producto que compra. Para ello las compañías, diversifican y potencian aún más los modos de juego, donde hoy día es casi de carácter obligatorio un modo troncal “offline” donde el usuario vive la aventura por su cuenta, lo que viene a ser el modo principal de siempre, y un modo “online” donde compartir la mecánica del juego con diferentes usuarios de todo el mundo a través de la red. Teniendo este último una importancia notoria en los últimos tiempos, este madura, y pasa a diversificarse en diferentes modos al igual que había pasado con el modo tradicional anteriormente, de manera que encontramos, diferentes formas de jugar con gente de todo el mundo, ya sea colaborando o compitiendo. Además de todos los diferentes modos online y offline se crean los trofeos, una medida que premia diferentes puntuaciones, acciones y meritos, una manera de incentivar que el usuario exprima lo máximo posible el título que compra y de paso entre a formar parte de un ranking mundial de jugadores.
Visto lo visto, reflexionamos sobre que debe tener un juego en el presente para ser completo y que debería tener en un futuro, sobre el juego del presente, a grandes rasgos, creo que todos estamos de acuerdo en que para empezar una buena apariencia gráfica no está de más, un control pulido, una duración y dificultad bien ajustadas, variedad de situaciones, variedad jugable, un modo online que funcione correctamente que sea lo suficientemente variado, ampliado con diferentes modalidades de juego. Sobre el videojuego del futuro hablan de diferentes sensores de movimiento más avanzados que los actuales, la descarga de contenido adicional tendrá un papel más importante e incluso se especula con que los juegos sean descargados en su totalidad a través de la red, de manera que se vayan mejorando y ampliando a través de descargas adicionales como actualmente, de este modo todo quedaría en descargas, lapidando el soporte físico, por supuesto encontraremos también mejores gráficos, personalización de casi todo, etc. Pero después de tanto cambio, creo que hay algo que deberían ser los juegos de hoy y los del mañana, divertidos, porque al fin de al cabo, solo se trata de eso, de jugar.