Análisis Dead Synchronicity: Tomorrow comes Today

75
Una aventura gráfica de corte clásico salpimentada con una historia cruda y postapocalíptica
Por Antonio López 21 octubre, 2016

Tras su notable paso por compatibles, Dead Synchronicity: Tomorrow comes Today aterrizó en PS4 con ganas de ofrecer a los jugadores interesados una propuesta de corte clásico, inspirada directamente en las aventuras gráficas más conocidas del denominado género point and click, aunque dejando de lado todas las bromas de propuestas como The Secret of Monkey Island para contarnos una historia tan desgarradora como poco esperanzadora, en un mundo postapocalíptico en el que pocos tienen posibilidades de sobrevivir.

El estudio Fictiorama se atreve con un juego que trata sus temas de forma adulta, en el que destaca especialmente un guión maduro en el que no faltan los momentos más pesimistas, perfectamente encajados en el universo que han creado para la ocasión. Como suele suceder con las adaptaciones de aventuras gráficas de jugabilidad clásica a consolas, se pierde ese encanto que aporta el teclado y el ratón en PC, aunque los españoles han sabido mantener el espíritu del juego original para alegría de todos aquellos que busquen un buen puñado de puzles que resolver.

Dead Synchronicity: Tomorrow comes Today nos lleva hasta un extraño futuro en el que nuestro protagonista, Michael, despierta sin ningún tipo de recuerdo de su pasado. Durante los primeros minutos de su aventura descubrimos la cruda realidad a la que nos enfrentamos: el mundo está al límite del colapso por culpa de La Gran Ola, una brecha que apareció en el cielo hace tiempo y no para de producir desastres naturales. Por otro lado conocemos a los disueltos, enfermos de esta nueva época con poderes cognitivos que se dirigen sin remedio a una muerte horrible, sin posibilidad de salvación.

Aunque es bien cierto que el recurso de la amnesia lo hemos visto con anterioridad como excusa narrativa para presentar a un protagonista, lo cierto es que Fictiorama consigue su objetivo con buena letra, por lo que no deja de ser un detalle más de las producción. El principal atractivo de Dead Synchronicity: Tomorrow comes Today lo encontramos en una historia que, a poco que nos dejemos llevar, nos mantendrá ocupados y atrapados hasta su conclusión. El título, desarrollado por un equipo compuesto por cuatro personas, resulta bastante lógico en lo que respecta a la resolución de los puzles, por lo que no resulta muy complicado terminarlo en cinco o seis horas.

Esto no significa que Dead Synchronicity sea un título sencillo, ya que en alguna que otra ocasión tendremos que calentarnos la cabeza para resolver algún acertijo que se nos escapa. Lo interesante del título de Fictiorama es que, a diferencia de otras propuestas del género, no hay resoluciones absurdas y sin sentido, por lo que es cuestión de utilizar un poco la quijotera para conseguir buenos resultados. Por lo demás, el planteamiento jugable del título nos recuerda a todas las aventuras gráficas que disfrutamos en los 80 y principios de los 90, con un desplazamiento sencillo a través del escenario y una serie de objetos que encontramos hasta darles una utilidad.

Como toda aventura gráfica que se precie, su control resulta mucho más cómodo y familiar con teclado y ratón, aunque en Dead Synchronicity se descubre al poco tiempo de juego que Fictiorama ha realizado una buena adaptación de los controles a través del DualShock 4. Además de poder utilizar el stick para desplazar el cursor por la imagen, tenemos ocasión de sacar provecho del touchpad para desarrollar la misma tarea, algo que resulta de lo más cómodo, especialmente para aquellos con la suficiente destreza como saber utilizarlo. Con todo, el gran acierto del título sigue siendo su historia, tan desgarradora como repleta de sorpresas, donde encontramos momentos tan inesperados como las visiones del protagonista.

Unas visiones que tienen un peso importante en el título tanto para su desarrollo narrativo como para su vertiente jugable, aunque esta cuestión es mejor que la descubráis por vosotros mismos. Como sucede con las aventuras gráficas de este tipo, debemos vivir una gran cantidad de conversaciones, algunas de ellas alargadas hasta la extenuación, por lo que conviene advertir del ritmo pausado de la obra, que deja de lado cualquier tipo de espectacularidad propia de Hollywood para recordarnos que nos encontramos ante un título desarrollado en Europa, mucho más íntimo y centrado en pocos personajes.

Junto con su trama, el otro punto más destacado de Dead Synchronicity: Tomorrow comes Today lo encontramos en su apartado artístico. Los diseños, tanto de personajes como de escenarios, encajan a la perfección con el tono de la obra, aunque es cierto que visitamos muy pocos escenarios y no existe apenas animación en la propuesta. Somos conscientes de las limitaciones de la obra, pero puede que algunos jugadores se queden sorprendidos al comprobar que los personajes son casi inexpresivos y que, más allá de su trabajado apartado artístico, el título apuesta por la sencillez en su presentación formal.

También llama mucho la atención el gran nivel que presenta Dead Synchronicity en su doblaje al inglés. Las voces tristes y deprimidas que interpretan los responsables de la localización al inglés del título encajan de maravilla con los personajes que conocemos a lo largo de la aventura. No obstante, nos choca que un título desarrollado en España prescinda de voces en nuestro idioma para su puesta de largo en territorio nacional. Es cierto que los subtítulos en español nos acompañan durante toda la trama, dejando bastante claro que el guión se escribió primero en nuestra lengua, pero sorprende la decisión del estudio a la hora de prescindir de audio en español. La música, del grupo Kovalski, funciona bien como complemento a la narración, aunque en ocasiones nos ha sacado un poco de situación.

Dead Synchronicity: Tomorrow comes Today, en resumidas cuentas, nos retrotrae a la mejor época de las aventuras gráficas point and click con el extra añadido de una trama devastadora y repleta de momento duros, algo que encaja perfectamente en el mundo postapocalíptico creado por los chicos de Fictiorama Studios. A pesar del notable nivel artístico de la propuesta, sorprende el poco trabajo realizado en animaciones o transiciones algo más dinámicas, aunque la resolución lógica de puzles hace que nos olvidemos de este detalle. Lo que no termina de cuadrarnos es la ausencia de doblaje español en un título que ha sido desarrollado en España, por mucho que los subtítulos estén a la altura de la historia que se nos cuenta. Sea como fuere, un ejemplo más de que la aventura gráfica sigue viva y tiene cabida en plataformas como PS4.

75
Jugabilidad: 8
Gráficos: 7
Sonido: 7
Satisfacción: 8

Análisis

Fictiorama sorprende a través de una historia postapocalíptica sin contemplaciones, en la que no hay mucho lugar para la esperanza. La lógica resolución de sus puzles y el buen apartado artístico hacen que otros factores más negativos pasen desapercibidos y los amantes de las aventuras gráficas point and click descubran que es posible disfrutar del género en consolas de sobremesa.