Análisis Farming Simulator 15 (PS4)

El género de la simulación es prácticamente una exclusividad del PC, aunque afortunadamente con el paso del tiempo las consolas van recibiendo este género con mejor o peor resultado, aunque va llegando. Farming Simulator no es una saga nueva en PlayStation, ya hemos podido disfrutar de su versión de 2013 en PlayStation 3 o la del 14 para PlayStation Vita, y ahora nos llega a la plataforma PlayStation 4, llevando la simulación de la vida en una granja a la nueva generación. Nos ponemos nuestro peto vaquero, nuestra camisa de cuadros, el gorro de paja y cogemos el DualShock 4 para vivir esta aventura campestre y traeros nuestras impresiones finales.

Si algo nos va a transmitir este simulador es que la vida de un granjero no es nada fácil, lógicamente no vamos a asarnos al sol pero nos pondrá bastante en su piel. Nada más empezar tendremos las herramientas necesarias para empezar nuestro pequeño imperio agrícola con los vehículos necesarios para empezar a labrar y sembrar la tierra. Como viene siendo lógico, al principio estamos limitados a tres terrenos en el mapa Bjornholm.

Tenemos dos formas de trabajarnos esos terrenos, o bien nosotros mismos con el sudor de nuestras frentes o bien contratando trabajadores que se dedicarán a la tarea del vehículo desde donde le contratamos, esto supone la ventaja de no tener que currarnos nosotros ese trozo de terreno a cambio de unos euros, pero también la desventaja de que el trabajador no tendrá miramientos y si se tiene que cargar la cosecha que ya haya crecido en ese terreno se la cargará sin preguntarnos si quiera.

Lo más conveniente es un uso mixto de mano propia y trabajadores para, por consiguiente, calcular los tiempos entre los diferentes vehículos así pues si ya tenemos un campo listo para ser recogido podremos poner a trabajar en la recolección a uno y pasado un tiempo ponemos a labrar a otro por donde ya haya pasado la cosechadora y después con la sembradora ir donde ya está labrado. Posiblemente lo más sencillo sea hacerlo uno mismo o ir probando con este modo “automático” que simplifica mucho e incluso puede llegar a estropear la sensación del juego.

A medida que vayamos consiguiendo mas y mas dinero podremos ir comprando mas terrenos o bien más y mejor maquinaria y herramientas que nos ayuden en nuestra ardua tarea, pero Farming Simulator no se queda solo ahí. También podremos cuidar de ganado o bien dedicarnos a la empresa maderera a base de talar y vender los arboles que encontremos. Las posibilidades del simulador son amplias y podemos centrarnos en una sola actividad o en las tres a la vez.

Así mismo tenemos una cantidad más que considerable de vehículos y herramientas que podremos adquirir para nuestro trabajo. Hay que tener en cuenta que los hay de distintos tamaños; vehículos que tendrán más potencia y vehículos con menos, herramientas que necesitan cierto vehículo especifico al que acoplarse y usarse… Tenemos que tener estoy muy en cuenta para no acabar comprando maquinaria o herramientas que no podamos usar en ese momento.

De vez en cuando aparecerán en los tableros misiones que podremos completar a cambio de unos cuantos euros. Estas misiones las podremos cancelar en cualquier momento o directamente quitarlas a través del menú del juego en el que podremos cambiar entre otras cosas el ritmo de crecimiento de la cosecha o como transcurre el tiempo dentro del juego. La novedad de esta entrega es su modo multijugador en el que podremos repartirnos las tareas de la granja con los demás usuarios de la partida, haciéndolo todo mucho más sencillo y rápido siempre y cuando todos trabajéis eficientemente.

Hay muchas más opciones jugables incluidas en el juego que dejamos que las descubráis por vosotros mismos y veáis que no todo es tan sencillo como cosechar, labrar y sembrar como parece en un principio. Si algo tiene este simulador es que requiere de mucho tiempo, no se trata de un juego que se pueda completar en un par de horas.

Si algo tiene de malo es su apartado grafico. Los diferentes vehículos y herramientas están muy bien representadas, además de haber una gran cantidad, así como el entorno y demás elementos presentes en él son de una calidad aceptable, aunque PlayStation 4 puede dar más de sí. En cuanto al apartado sonoro nos limitamos a los sonidos de la maquinaria, la fauna de la zona, los efectos de la climatología y el murmullo de los coches que pasan por las zonas colindantes a nuestros terrenos. Lo cierto es que no necesitamos más sonidos y más cuando podemos ponernos a cosechar mientras suena Bob Marley en la aplicación Spotify de PS4.

Si algo ofrecen los simuladores es el intento de recrear lo más fielmente posible las situaciones y Farming Simulator 15 lo consigue pero eso también es un problema para los jugadores más impacientes. Es cierto que podemos modificar la velocidad de crecimiento de las cosechas así como el paso del tiempo pero eso supondrá problemas especialmente cuando tengamos varios terrenos ya que la maquinaria va al ritmo normal mientras las cosechas crecen rápidamente y se acumula el trabajo.

Si queremos vivir la experiencia más satisfactoria posible tendremos que jugarlo a velocidad normal y eso supone tirarse horas y horas delante de la pantalla, algo que cansará rápidamente a algunos jugadores. Aun así hay más posibilidades además de trabajar la tierra, como la cría y explotación de animales o dedicarse a dejar el bosque como un solar y vender la madera. Gráficamente es más que aceptable, aunque la potencia de la consola podría hacer que el juego hubiera dado más de sí.