Análisis Omega Quintet (PS4)
Si hablamos de Galapagos RPG, Compile Heart o Idea Factory se nos viene al a cabeza irremediablemente juegos como la saga Hyperdimension Neptunia que trataba con humor la más que candente guerra entre consolas. Ahora nos proponen una nueva aventura lejos de dicha franquicia con este Omega Quintet, que nos mete en el papel de un grupo de idols, pero como siempre con un toque de crítica hacia este fenómeno japonés. Como ya os comentamos en el análisis de Hatsune Miku: Project Diva F 2nd, el fenómeno idol mueve miles de millones en Japón, con algunas prácticas que incluso podríamos catalogar como de explotación laboral en los países occidentales, pero que en otras culturas el trabajo es prácticamente lo único importante en la vida.
La pregunta que nos hacemos al ponernos a los mandos de este juego es, ¿merece realmente la pena? ¿Están justificados los alrededor de 60€ que vale y que salga en PS4? Pues vamos a descubrirlo.
Omega Quintet nos traslada a un mundo que está al borde de la destrucción debido al Blare, un extraño fenómeno que afecta a la mente de la gente. Aunque los humanos trataron de combatirlo poco a poco, dejaron de hacerlo al ver que no había solución, y es ahí donde entran las Verse Maidens un grupo idol capaz de combatir el Blare y a los monstruos que origina. Una de las Verse Maidens es Momoka, la cual podremos controlar, pero que vemos pasado un tiempo que se ha ido debilitando al hacerse mayor y claro, como buena idol que es pues hay que sustituirla, y he aquí nada más empezar la primera critica a este fenómeno que no duda en desechar a la persona si ya no sirve por una nueva.
Nos encontramos con un juego RPG con elementos que ya hemos visto en otros juegos de estos estudios y que juntan el clásico modo de juego por turnos que también tiene ciertos toques de estrategia, con el sistema de alcance de las armas. Así por ejemplo cierta arma tiene un mejor % de daño de ataque a cierta distancia que a otra, por lo que tendremos que estudiar bien la distancia con nuestros enemigos y qué arma nos vendría mejor para la ocasión. Es una forma interesante de aunar dos elementos en un juego para que resulte atractivos a un abanico más amplio de jugadores.
Como es normal iremos ganando niveles a medida que vayamos sumando puntos de experiencia; esto no es algo que sorprenda, pero Omega Quintet puede ir un poquito más allá. No solamente subiremos los niveles como en cualquier RPG, también iremos subiendo nuestra “afinidad” con un tipo de arma, a mayor nivel más daño y como cualquier juego RPG japonés que se precie nuestras chicas irán sumando niveles de afinidad con el, casualmente, único chico del juego.
La oficina es donde tendremos varias opciones como avanzar en la historia, ir a la sala de entrenamiento, realizar PV (¿Qué seria de un juego musical japonés sin la posibilidad de crear nuestros vídeos?), ver los eventos que ocurren entre los personajes… Ésta es la pieza central del juego como aquel que dice, y tendremos que darnos una vuelta siempre que podamos para no perdernos nada.
Si algo les gusta y mucho a los japoneses son sus fetiches; no basta con quedarnos en un diseño aniñado de algunos personajes, ellos siempre van un pasito más allá y al igual que hemos visto en juegos como Senran Kagura, aquí nuestras heroínas también sufrirán la rotura de sus vestidos. Cada uno de ellos tendrá una barra de durabilidad que irá reduciéndose a medida que reciban daño, sufriendo pequeños rotos que cada vez se irán haciendo más grandes. Como es lógico aquí, en Occidente ésto nos parece una locura, por mucho que allí esté normalizado.
Como os hemos dicho anteriormente, por jugabilidad es un juego más que interesante; tiene buenas ideas y cosas que ya hemos podido ver en otros títulos similares como ataques especiales y otros elementos que preferimos que descubráis por vosotros mismos, y que hacen de este juego algo especial; pero también es cierto que a este nivele no hemos presenciado nada que de verdad sea sobresaliente, solo la típica historia, con los típicos tópicos japoneses pero eso sí, con buenas dosis de humor.
Lo que nos ha podido gustar de la jugabilidad de Omega Quintet tenemos que quitárselo en el apartado visual. No os asustéis, no tenemos delante un auténtico despropósito visual, lo contrario, pero que sin lugar a dudas no tiene la calidad de lo que pude dar PlayStation 4.
El diseño de personajes es notable; son los típicos personajes de los juegos japoneses, eso no podemos dudarlo y no vamos a esconderlo. Están bien definidos y tienen una cantidad aceptable de detalles, pero los enemigos son un auténtico despropósito. No sabemos que tienen algunas compañías que hacen estos juegos con el tema de los enemigos, pero nos encontramos una vez más con diseños repetidos, el mismo enemigo hasta 5 veces diferentes en donde solo cambia el nombre, los atributos y el color, únicamente los “jefes” están a la altura siendo cada uno diferente al resto. Entendemos que crear una cantidad grande de enemigos es complicado, pero para cambiarle los stats no hace falta hacer uno nuevo con un color diferente, esto simplemente nos llena una extensa galería de enemigos carente de variedad.
Los escenarios son simples y pasilleros, echamos en falta algo más de libertad para movernos más allá de círculos conectados por pasillos en donde enfrentarnos a enemigos o ver eventos de los personajes. Si tenemos en cuenta que no tiene pinta de ser un juego de gran presupuesto podemos pasarlo por alto, pero a las alturas a las que estamos tenemos que empezar a pensar en reclamarles a los estudios algo más de implicación en algo tan básico como escenarios.
Si pensabais que tendríais una ciudad donde dar una vuelta olvidaros, es un sistema muy similar al de Fairy Fencer F en donde tendremos que decir a donde ir y punto. No podremos movernos nosotros entre zona y zona de la ciudad por ejemplo.
Donde verdaderamente destacamos Omega Quintet es en su apartado sonoro tal y como era de esperar en un juego con una temática y protagonistas centradas en la música. La música está a un buen nivel y las canciones interpretadas por el grupo son amenas y pegadizas, afortunadamente en este sentido sí que podemos darnos por satisfechos. Además, para rizar un poco más el rizo, el juego nos llega con audio en dual por lo que podremos elegir si escucharlo en japonés o inglés. El juego no nos llega en nuestro idioma, como viene siendo habitual en estos casos.
Si te gusta el JRPG te encontrarás ante un dilema cuando te plantees su compra si lo haces a día de hoy. Estamos ante un juego más que aceptable, con una buena propuesta jugable y que mezcla muy bien lo que podría ser el RPG más clásico por turnos con toques de estrategia gracias al sistema de armas, pero ¿es realmente una compra acertada?
Nos hemos encontrado con varios elementos visuales como la escasez de variedad de enemigos o unos escenarios y mapas muy simples que pueden echarnos para atrás a la hora de adquirirlo. Si buscas un juego que se ajuste a lo que puede ofrecerte PlayStation 4 entonces este no es tu juego, si por el contrario buscas una propuesta para la nueva consola de Sony con un grandísimo enfoque japonés, no tienes problemas con el idioma y te gusta las altas dosis de fanservice entonces seguramente no te suponga ningún problema gastarte el dinero en Omega Quintet.